Las buenas intenciones no siempre se concretan en buenas acciones y muchas terminan afectando, como está ocurriendo con el desabasto de gasolina en varios estados del país.
El gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que lleva un mes en funciones, decidió combatir el robo de combustible cerrando llaves para que la gasolina no corra por los ductos y evitar de esa manera que los huachicoleros se la roben.
La distribución del combustible se hace ahora mediante pipas, pero la medida parece más bien una ocurrencia que está provocando serios problemas, porque al no haber gasolina en las estaciones de servicio la gente no puede llenar el tanque de su auto.
Seguramente los asesores del presidente y el propio AMLO decidieron cambiar el sistema de distribución pensando que es una buena medida para evitar que los huachicoleros sigan ordeñando ductos.
Además, el gobierno argumenta que los funcionarios que los antecedieron en la administración federal no hicieron nada para combatir el delito y a los delincuentes.
El problema ahora es que un amplio sector de la población se ha visto afectado por la falta de combustible para llenar sus tanques y cuando llega algo de gasolina hacen compra de pánico pensando en estar preparados por si se repite desbasto.
Con el panorama que se vive en el país pareciera que lo de hacer la distribución mediante pipas fuera una ocurrencia o que la medida estuvo mal planeada.
No se puede creer que en el gobierno federal se aplique una acción sin medir los tiempos, sin programarlos pasos a seguir y sin prever las consecuencias y, sobre todo, sin contar con un plan alterno en caso de alguna falla.
Es cierto, como dirán los defensores a ultranza de AMLO, lleva apenas un mes y días como presidente y ya está ejecutando acciones y que hay que darle tiempo.
Mientras, como le pidió López Obrador a la gente durante su conferencia de prensa matutina de ayer, resistan, lo que quiere decir que no hay marcha atrás y que la gasolina seguirá llegando a través de las pipas, porque al parecer, al menos hasta ahora, no hay otra forma de combatir el huachicol.
Allá por el mes de mayo del año pasado Manuel Francisco Martínez era diputado local y también candidato, pues buscaba reelegirse como legislador.
Fue en la comunidad de Monte Grande donde el entonces candidato del PVEM y del PRI platicó:
“Mi bisabuelo, Manuel Francisco, traía su machete, este machete sirve para limpiar la milpa, chapolear el potrero, pero también sirve para otra cosa; sirve para darle de planazos a las mujeres que se portan mal”.
Como consecuencia de eso fue sancionado por el TEV con una multa de 10 mil 425 pesos, que se debía entregar al Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, además que tenía que ofrecer una disculpa pública. Esto último no lo hizo porque lo consideró innecesario.
Ese mismo personaje hoy se encuentra detenido acusado del delito tipificado como secuestro en agravio de Gonzalo V. F., excandidato a la alcaldía de Chicontepec abanderado por Morena, el 4 de junio de 2017, quien es esposo de la secretaria del Trabajo, María Guadalupe Argüelles.
De acuerdo con la Policía Ministerial, Manuel Francisco habría sido detenido en la Ciudad de México.
En su momento, Gonzalo V. F. responsabilizó al exlegislador de su secuestro.
Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.
