/ viernes 12 de junio de 2020

Generaciones escolares afectadas por el Covid-19

Sobre el Covid-19, en México teníamos conocimiento de este virus desde el mes de diciembre pasado, sin embargo, los mexicanos no se previnieron en el aspecto económico, político y social; fue una sorpresa para muchos. La cuarentena se extendió y se tomaron medidas de prevención. Las escuelas, comercios y oficinas cerraron; la economía se paralizó.

La educación es fundamental. De acuerdo con datos del INEGI, el sistema nacional de educación en México está integrado por 26 millones de alumnos de educación básica, que sumados a los de bachillerato, normales y universidades públicas y privadas conforman un universo de 42 millones de alumnos, quienes por el confinamiento no tomaron clases presenciales, pero sí a distancia.

La pandemia afectó nuestras vidas, la más visible es la ruptura de las rutinas escolares y laborales, así como los vínculos sociales. Hoy en día las escuelas se ven como nidos abandonados. El confinamiento ha generado situaciones desconocidas que consumen nuestras reservas psicológicas, nuestra capacidad de tolerancia y la paciencia. Cuando un hogar es pequeño de espacio físico se pueden generar situaciones conflictivas. Los niños y niñas están aislados de sus amigos y la comunicación directa con sus maestros se rompió de un día para otro.

Ante esta situación, la Secretaría de Educación implementó acciones para continuar el ciclo escolar a distancia, para lo cual se hizo uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, la otra cara de la moneda exhibe que millones de alumnos no tienen acceso a estas tecnologías, por lo que muchos ya forman parte de la estadística de deserción escolar.

Lamentablemente la pandemia provocó distanciamiento entre los alumnos, se formaron vacíos sociales, padres de familia fungieron como maestros y muchos de ellos perdieron la paciencia. Sin conocimientos pedagógicos tienen que estar todos los días, durante varias horas, acompañando las clases de sus hijos, por lo que se han dado cuenta que ser profesor no es cosa fácil.

Hoy las generaciones escolares egresan sin festejos ni golondrinas, sin un abrazo de despedida, sin ceremonia de clausura, fotografía del recuerdo, misa o fiesta de graduación. Las camisas y blusas con mensajes de despedida quedaron atrás. Recuerdos de la última fiesta con los amigos, bailando y abrazándose, no habrá. Hoy solo habrá una ceremonia virtual y un adiós frío, mientras que los documentos serán entregados vía red.

Sin duda, la generación Covid sentará un precedente en la nueva era de enseñanza.

lexfemme.12@hotmail.com

Sobre el Covid-19, en México teníamos conocimiento de este virus desde el mes de diciembre pasado, sin embargo, los mexicanos no se previnieron en el aspecto económico, político y social; fue una sorpresa para muchos. La cuarentena se extendió y se tomaron medidas de prevención. Las escuelas, comercios y oficinas cerraron; la economía se paralizó.

La educación es fundamental. De acuerdo con datos del INEGI, el sistema nacional de educación en México está integrado por 26 millones de alumnos de educación básica, que sumados a los de bachillerato, normales y universidades públicas y privadas conforman un universo de 42 millones de alumnos, quienes por el confinamiento no tomaron clases presenciales, pero sí a distancia.

La pandemia afectó nuestras vidas, la más visible es la ruptura de las rutinas escolares y laborales, así como los vínculos sociales. Hoy en día las escuelas se ven como nidos abandonados. El confinamiento ha generado situaciones desconocidas que consumen nuestras reservas psicológicas, nuestra capacidad de tolerancia y la paciencia. Cuando un hogar es pequeño de espacio físico se pueden generar situaciones conflictivas. Los niños y niñas están aislados de sus amigos y la comunicación directa con sus maestros se rompió de un día para otro.

Ante esta situación, la Secretaría de Educación implementó acciones para continuar el ciclo escolar a distancia, para lo cual se hizo uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, la otra cara de la moneda exhibe que millones de alumnos no tienen acceso a estas tecnologías, por lo que muchos ya forman parte de la estadística de deserción escolar.

Lamentablemente la pandemia provocó distanciamiento entre los alumnos, se formaron vacíos sociales, padres de familia fungieron como maestros y muchos de ellos perdieron la paciencia. Sin conocimientos pedagógicos tienen que estar todos los días, durante varias horas, acompañando las clases de sus hijos, por lo que se han dado cuenta que ser profesor no es cosa fácil.

Hoy las generaciones escolares egresan sin festejos ni golondrinas, sin un abrazo de despedida, sin ceremonia de clausura, fotografía del recuerdo, misa o fiesta de graduación. Las camisas y blusas con mensajes de despedida quedaron atrás. Recuerdos de la última fiesta con los amigos, bailando y abrazándose, no habrá. Hoy solo habrá una ceremonia virtual y un adiós frío, mientras que los documentos serán entregados vía red.

Sin duda, la generación Covid sentará un precedente en la nueva era de enseñanza.

lexfemme.12@hotmail.com