/ miércoles 25 de noviembre de 2020

Habilitada la transición, sin importar la felicitación de AMLO

La ineficaz resistencia de Donald Trump para reconocer su derrota termina con la orden que recibió Emily Murphy, titular de Administración de los Servicios Generales del Gobierno de los Estados Unidos, para ponerse en contacto con el equipo de transición del demócrata Biden...

Con la finalidad de proceder a la elaboración de los protocolos iniciales que deberán estar terminados antes del 20 de enero de 2021, fecha programada para la asunción al poder de Joe Biden y Kamala Harris.

La bipolaridad del presidente Donald Trump no le permite cerrar su ciclo en la Casa Blanca, sin dejar la elección como asunto concluido, pues continúa haciendo declaraciones en las que afirma que sigue luchando fuertemente.

Los estribillos y las porras que desde el pasado 3 de noviembre entonaron los republicanos en favor de su candidato, parecían haberse inspirado en aquel “voto por voto, casilla por casilla”, que en México difundieron los seguidores de Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2012, cuando la derrota acompañó al tabasqueño y su tozudez y carácter caprichoso no le permitieron mostrar su vocación democrática (que afirma tener), aunque en los dos años que lleva su administración al frente del gobierno de México ha mostrado ser un gobernante que vive del rencor y que incumple todas sus promesas, sin importarle la frustración de quienes votaron por él para llevarlo a Palacio Nacional.

Por tradición se ha dicho por comunicadores y analistas políticos internacionales, que los procesos electorales en Estados Unidos han sido ejemplo democrático, que en esta ocasión estuvo a punto de romperse frente a la actitud beligerante, grosera y arrogante del presidente Trump, puesto que, acostumbrado a ganar y cumplir sus caprichos a como dé lugar, tanto en negocios privados como en su trayectoria de vida, debió sentir que con esta derrota se le iba la vida y terminaría siendo un “pobre político rico”.

Para los electos presidente y vicepresidenta de Estados Unidos, los mayores desafíos que en su función van a enfrentar son: el control de la pandemia (que a estas alturas arroja un saldo de 250 mil muertos, aproximadamente), más la recuperación económica que resulta urgente contabilizar para detener el deterioro de la economía de los norteamericanos y al mismo tiempo, mantener la seguridad nacional.

La ineficaz resistencia de Donald Trump para reconocer su derrota termina con la orden que recibió Emily Murphy, titular de Administración de los Servicios Generales del Gobierno de los Estados Unidos, para ponerse en contacto con el equipo de transición del demócrata Biden...

Con la finalidad de proceder a la elaboración de los protocolos iniciales que deberán estar terminados antes del 20 de enero de 2021, fecha programada para la asunción al poder de Joe Biden y Kamala Harris.

La bipolaridad del presidente Donald Trump no le permite cerrar su ciclo en la Casa Blanca, sin dejar la elección como asunto concluido, pues continúa haciendo declaraciones en las que afirma que sigue luchando fuertemente.

Los estribillos y las porras que desde el pasado 3 de noviembre entonaron los republicanos en favor de su candidato, parecían haberse inspirado en aquel “voto por voto, casilla por casilla”, que en México difundieron los seguidores de Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2012, cuando la derrota acompañó al tabasqueño y su tozudez y carácter caprichoso no le permitieron mostrar su vocación democrática (que afirma tener), aunque en los dos años que lleva su administración al frente del gobierno de México ha mostrado ser un gobernante que vive del rencor y que incumple todas sus promesas, sin importarle la frustración de quienes votaron por él para llevarlo a Palacio Nacional.

Por tradición se ha dicho por comunicadores y analistas políticos internacionales, que los procesos electorales en Estados Unidos han sido ejemplo democrático, que en esta ocasión estuvo a punto de romperse frente a la actitud beligerante, grosera y arrogante del presidente Trump, puesto que, acostumbrado a ganar y cumplir sus caprichos a como dé lugar, tanto en negocios privados como en su trayectoria de vida, debió sentir que con esta derrota se le iba la vida y terminaría siendo un “pobre político rico”.

Para los electos presidente y vicepresidenta de Estados Unidos, los mayores desafíos que en su función van a enfrentar son: el control de la pandemia (que a estas alturas arroja un saldo de 250 mil muertos, aproximadamente), más la recuperación económica que resulta urgente contabilizar para detener el deterioro de la economía de los norteamericanos y al mismo tiempo, mantener la seguridad nacional.