/ domingo 25 de julio de 2021

Hay alcaldes que ya tiemblan; 5 meses para arreglar desorden

A los actuales 2012 alcaldes, junto con sus tesoreros, síndicos y directores de Obras solo les quedan cinco meses para dejar sus cargos y enfrentar lo que venga…algunos con protección, otros en el total desamparo.

Han sido casi cuatro años -desde el primero de enero de 2018- de estar al frente de una presidencia municipal y lo que esto significa: ser la autoridad más cercana a los reclamos del pueblo y disponer de dinero para hacer obras o atender necesidades comunitarias o también para robarlo.

Dice un experimentado político de Veracruz, que ha impulsado carrera de jóvenes y lo has visto crecer, alcanzar puestos y rendir buenas cuentas o desviarse en el camino de la función pública, que realmente el problema no es llegar a los cargos, sino la hora de la salida de esos puestos.

Muy cierto eso. Es la hora en que se pagan los yerros, la soberbia, el haberse entregado a la disipación al tener el dinero de la tesorería a la disposición, el no haber cuidado lo que hacían los colaboradores y no tener medida en disponer del presupuesto y a la hora de acordar contratos y concesiones.

A estas alturas de su periodo de gobierno, cuando los amigos se pierden y algunos colaboradores renuncian por cuenta propia ante lo que ven que se avecina, un buen número de alcaldes empiezan a padecer insomnio y a estar malhumorados.

Qué bueno para los que pudieron heredar el trono, es de suponerse que lo más que les pasará es que el heredero los desconozca y les deje de hacer caso.

Los que están en otro situación, un buen número, sobre todos los de oposición a Morena, su panorama no es claro y a ver cómo les va.

Recordemos lo sucedido en 2011, ya gobernador Javier Duarte. Ganó por muy poco a Miguel Ángel Yunes Linares, con unos 80 mil votos de diferencia, cuando las cuentas hechas, dada la maquinaria a su favor, indicaban que triunfaría no holgadamente pero sí, sin problemas.

La victoria se complicó en 2010 y meses después se afirma que de Palacio de Gobierno salió la orden de ajustar cuentas con algunos personajes que no cumplieron lo convenido para la campaña electoral.

Casualmente el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) encontró que varios de quienes fueron alcaldes durante 2010 habían malversado recursos, estos no pudieron justificar y turnó las denuncias a la entonces Procuraduría de Justicia del Estado y un buen día hubo una razzia.

Alrededor de 30 exalcaldes, exsíndicos, extesoreros y exdirectores de obras públicas fueron detenidos en un solo día y llevados a cárceles, en una acción sin precedente en la vida pública de Veracruz.

A esa treintena de exfuncionarios se les acusó de que, en conjunto, habían causado un daño patrimonial por alrededor de 156 millones de pesos en sus cuentas públicas de 2009.

Así que tuvieron que enfrentar, en prisión, juicios por peculado e incumplimiento de un deber legal.

En aquel tiempo se dijo que, independientemente de lo que pudieron haber realizado como autoridades, el trasfondo de esa detención masiva fue un cobro de facturas por lo que hicieron o dejaron de hacer durante la contienda por la gubernatura.

Es decir, algo así como la aplicación de la supuesta máxima juarista, esa que dicen que dijo el Benemérito de las Américas, Benito Juárez García.

En la actualidad, cada alcalde sabe su situación, o sea, cómo está con quienes detentan el poder y cómo ha sido su actuación con el manejo del dinero.

Tienen cinco meses para componer lo que des…compusieron durante tres años y medio, a ver si les alcanza el tiempo o pueden poner orden, porque más allá de que si Juárez lo dijo o no, la frase es totalmente cierta:

A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley.

A los actuales 2012 alcaldes, junto con sus tesoreros, síndicos y directores de Obras solo les quedan cinco meses para dejar sus cargos y enfrentar lo que venga…algunos con protección, otros en el total desamparo.

Han sido casi cuatro años -desde el primero de enero de 2018- de estar al frente de una presidencia municipal y lo que esto significa: ser la autoridad más cercana a los reclamos del pueblo y disponer de dinero para hacer obras o atender necesidades comunitarias o también para robarlo.

Dice un experimentado político de Veracruz, que ha impulsado carrera de jóvenes y lo has visto crecer, alcanzar puestos y rendir buenas cuentas o desviarse en el camino de la función pública, que realmente el problema no es llegar a los cargos, sino la hora de la salida de esos puestos.

Muy cierto eso. Es la hora en que se pagan los yerros, la soberbia, el haberse entregado a la disipación al tener el dinero de la tesorería a la disposición, el no haber cuidado lo que hacían los colaboradores y no tener medida en disponer del presupuesto y a la hora de acordar contratos y concesiones.

A estas alturas de su periodo de gobierno, cuando los amigos se pierden y algunos colaboradores renuncian por cuenta propia ante lo que ven que se avecina, un buen número de alcaldes empiezan a padecer insomnio y a estar malhumorados.

Qué bueno para los que pudieron heredar el trono, es de suponerse que lo más que les pasará es que el heredero los desconozca y les deje de hacer caso.

Los que están en otro situación, un buen número, sobre todos los de oposición a Morena, su panorama no es claro y a ver cómo les va.

Recordemos lo sucedido en 2011, ya gobernador Javier Duarte. Ganó por muy poco a Miguel Ángel Yunes Linares, con unos 80 mil votos de diferencia, cuando las cuentas hechas, dada la maquinaria a su favor, indicaban que triunfaría no holgadamente pero sí, sin problemas.

La victoria se complicó en 2010 y meses después se afirma que de Palacio de Gobierno salió la orden de ajustar cuentas con algunos personajes que no cumplieron lo convenido para la campaña electoral.

Casualmente el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) encontró que varios de quienes fueron alcaldes durante 2010 habían malversado recursos, estos no pudieron justificar y turnó las denuncias a la entonces Procuraduría de Justicia del Estado y un buen día hubo una razzia.

Alrededor de 30 exalcaldes, exsíndicos, extesoreros y exdirectores de obras públicas fueron detenidos en un solo día y llevados a cárceles, en una acción sin precedente en la vida pública de Veracruz.

A esa treintena de exfuncionarios se les acusó de que, en conjunto, habían causado un daño patrimonial por alrededor de 156 millones de pesos en sus cuentas públicas de 2009.

Así que tuvieron que enfrentar, en prisión, juicios por peculado e incumplimiento de un deber legal.

En aquel tiempo se dijo que, independientemente de lo que pudieron haber realizado como autoridades, el trasfondo de esa detención masiva fue un cobro de facturas por lo que hicieron o dejaron de hacer durante la contienda por la gubernatura.

Es decir, algo así como la aplicación de la supuesta máxima juarista, esa que dicen que dijo el Benemérito de las Américas, Benito Juárez García.

En la actualidad, cada alcalde sabe su situación, o sea, cómo está con quienes detentan el poder y cómo ha sido su actuación con el manejo del dinero.

Tienen cinco meses para componer lo que des…compusieron durante tres años y medio, a ver si les alcanza el tiempo o pueden poner orden, porque más allá de que si Juárez lo dijo o no, la frase es totalmente cierta:

A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley.