/ jueves 13 de septiembre de 2018

He respetado siempre a mi padre, pero “la Patria es primero”: Vicente Guerrero

Apenas cuatro años después de iniciada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla la guerra de Independencia para dar a los mexicanos: Independencia, Patria y Libertad, don Pedro Guerrero, acatando instrucciones del virrey Apodaca, se presentó ante su hijo el teniente coronel Vicente Guerrero, y arrodillado le suplicó que depusiera las armas, a cambio de prebendas; la respuesta de Vicente Guerrero ante su venerable y anciano padre fue rechazar los ofrecimientos del virrey Apodaca, y frente a su tropa, exclamó la histórica frase: la Patria es primero.

Agustín de Iturbide, ante la imposibilidad de derrotar a Vicente Guerrero, pactó luchar unidos con los Insurgentes, y con la firma del Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, proclamaron la Independencia y ya fortalecido el ejército que comandaba Agustín de Iturbide, le denominó Ejército Trigarante “defensor de las tres garantías”: Libertad, Religión y Patria.

Con el nombramiento por la corona española del último Virrey don Juan O’Donojú, los soldados independentistas demostraron su poderío y las inminentes posibilidades de triunfo, lo que permitió al comandante del Ejército de las Tres Garantías Agustín de Iturbide, suscribir con el último virrey, O’Donojú, los Tratados de Cordoba, que pusieron fin a la guerra y por los cuales se reconoció la Independencia de México.

La madrugada del 16 de septiembre próximo se cumplirán 208 años del inicio de la lucha por la Independencia hecho por Miguel Hidalgo, en el atrio de la parroquia de Dolores, en el hoy municipio de Dolores Hidalgo, estado de Guanajuato. Al cura Hidalgo enarbolando como bandera el estandarte de la Virgen de Guadalupe, lo acompañaron en esos históricos momentos Ignacio Allende y Juan Aldama; y así fue con el repiquetear de la campana parroquial como Hidalgo llamó a la población a la lucha armada para romper el yugo que representaba el gobierno virreynal de Nueva España.

Con el Grito de Dolores, como se le conoce históricamente, año tras año, la noche del 15 de Septiembre, los mexicanos refrendamos nuestra gratitud, respeto y admiración a quienes ofrendando sus vidas, nos dieron una Patria libre, humana y generosa, que los hacedores de la Cuarta Transformación tendrán que respetar y fortalecer, como compromiso hecho en campaña por el hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador, teniendo siempre presente que “la Patria es primero”.

Apenas cuatro años después de iniciada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla la guerra de Independencia para dar a los mexicanos: Independencia, Patria y Libertad, don Pedro Guerrero, acatando instrucciones del virrey Apodaca, se presentó ante su hijo el teniente coronel Vicente Guerrero, y arrodillado le suplicó que depusiera las armas, a cambio de prebendas; la respuesta de Vicente Guerrero ante su venerable y anciano padre fue rechazar los ofrecimientos del virrey Apodaca, y frente a su tropa, exclamó la histórica frase: la Patria es primero.

Agustín de Iturbide, ante la imposibilidad de derrotar a Vicente Guerrero, pactó luchar unidos con los Insurgentes, y con la firma del Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, proclamaron la Independencia y ya fortalecido el ejército que comandaba Agustín de Iturbide, le denominó Ejército Trigarante “defensor de las tres garantías”: Libertad, Religión y Patria.

Con el nombramiento por la corona española del último Virrey don Juan O’Donojú, los soldados independentistas demostraron su poderío y las inminentes posibilidades de triunfo, lo que permitió al comandante del Ejército de las Tres Garantías Agustín de Iturbide, suscribir con el último virrey, O’Donojú, los Tratados de Cordoba, que pusieron fin a la guerra y por los cuales se reconoció la Independencia de México.

La madrugada del 16 de septiembre próximo se cumplirán 208 años del inicio de la lucha por la Independencia hecho por Miguel Hidalgo, en el atrio de la parroquia de Dolores, en el hoy municipio de Dolores Hidalgo, estado de Guanajuato. Al cura Hidalgo enarbolando como bandera el estandarte de la Virgen de Guadalupe, lo acompañaron en esos históricos momentos Ignacio Allende y Juan Aldama; y así fue con el repiquetear de la campana parroquial como Hidalgo llamó a la población a la lucha armada para romper el yugo que representaba el gobierno virreynal de Nueva España.

Con el Grito de Dolores, como se le conoce históricamente, año tras año, la noche del 15 de Septiembre, los mexicanos refrendamos nuestra gratitud, respeto y admiración a quienes ofrendando sus vidas, nos dieron una Patria libre, humana y generosa, que los hacedores de la Cuarta Transformación tendrán que respetar y fortalecer, como compromiso hecho en campaña por el hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador, teniendo siempre presente que “la Patria es primero”.