/ lunes 8 de junio de 2020

Hijo de Fidel va para diputado en alianza con Morena

A un año de las elecciones que definirán si la cuatroté empieza a empacar maletas o seguirá con fuerza al menos en lo que resta del sexenio, los partidos políticos realizan sus movimientos y Morena aventaja en eso.

Tener el poder da ventajas y la cúpula del Movimiento de Regeneración Nacional no lo desaprovecha. López Obrador inventa una nueva normalidad que sólo sirve para que haga sus giras, los programas sociales están fuertes y lo estarán más, hay y vendrán otras reformas y las alianzas están fraguándose.

Precisamente las alianzas serán una de las claves para las próximas elecciones. En Morena saben que, como partido, están lejos de tener la fuerza con la que en 2018 ganaron la presidencia y necesitan aliados.

Políticas equivocadas, enfrentamientos sin gran motivo contra sectores de importancia en la sociedad, inseguridad, el no combate a la corrupción como el pueblo quería verlo, una mala economía para todos y los bandazos al enfrentar el coronavirus le han restado simpatías al presidente y a su organización.

Pero Morena controla el poderoso aparato del gobierno federal que tanto al PRI como al PAN le dio para ganar elecciones aun teniendo en contra a la mayoría de la población.

Y por lo que se ha visto, como lo expusimos en días pasados, están dispuestos a hacer lo que haya que hacer para ganar las elecciones en 2021, cuando será renovada la Cámara de Diputados y elegidos 15 gobernadores, así como los diputados de un gran número de legislaturas locales y ediles de los ayuntamientos de otra gran parte del territorio nacional.

Por eso ya echó a andar la maquinaria. Hay que ganar porque de lo contrario puede haber una Cámara de Diputados en contra que frene las cuestionadas iniciativas de reformas de López Obrador y le resten poder a la mitad de su mandato, así como gobernadores morenistas débiles por legislaturas menos favorables o más gobernadores en contra de la federación.

Estar en esas condiciones apenas a la mitad de un sexenio sería terrible y prácticamente el gobierno de López Obrador habría llegado a su fin sin transformar nada.

Lógicamente no quieren un escenario de ese tipo.

Fidel Herrera es de los tres o cuatro políticos fuera de serie que ha tenido Veracruz. Aun y como está deja sentir su mano por el norte, centro y sur de la entidad.

El Partido Verde, en donde Fidel tiene intereses, ya nombró delegado en la zona norte en la persona del exdiputado, exalcalde y exfuncionario estatal Alberto Silva Ramos, quien desea ser alcalde de Tuxpan.

Y ya nombró o está por nombrar a Marcelo Ruiz como su delegado en la zona centro del estado y en el sur el delegado será… Javier Herrera Borunda.

El Partido Verde será aliado de Morena en 2021 y al menos dos de los tres mencionados es casi seguro que los veamos como diputados el próximo año.

A un año de las elecciones que definirán si la cuatroté empieza a empacar maletas o seguirá con fuerza al menos en lo que resta del sexenio, los partidos políticos realizan sus movimientos y Morena aventaja en eso.

Tener el poder da ventajas y la cúpula del Movimiento de Regeneración Nacional no lo desaprovecha. López Obrador inventa una nueva normalidad que sólo sirve para que haga sus giras, los programas sociales están fuertes y lo estarán más, hay y vendrán otras reformas y las alianzas están fraguándose.

Precisamente las alianzas serán una de las claves para las próximas elecciones. En Morena saben que, como partido, están lejos de tener la fuerza con la que en 2018 ganaron la presidencia y necesitan aliados.

Políticas equivocadas, enfrentamientos sin gran motivo contra sectores de importancia en la sociedad, inseguridad, el no combate a la corrupción como el pueblo quería verlo, una mala economía para todos y los bandazos al enfrentar el coronavirus le han restado simpatías al presidente y a su organización.

Pero Morena controla el poderoso aparato del gobierno federal que tanto al PRI como al PAN le dio para ganar elecciones aun teniendo en contra a la mayoría de la población.

Y por lo que se ha visto, como lo expusimos en días pasados, están dispuestos a hacer lo que haya que hacer para ganar las elecciones en 2021, cuando será renovada la Cámara de Diputados y elegidos 15 gobernadores, así como los diputados de un gran número de legislaturas locales y ediles de los ayuntamientos de otra gran parte del territorio nacional.

Por eso ya echó a andar la maquinaria. Hay que ganar porque de lo contrario puede haber una Cámara de Diputados en contra que frene las cuestionadas iniciativas de reformas de López Obrador y le resten poder a la mitad de su mandato, así como gobernadores morenistas débiles por legislaturas menos favorables o más gobernadores en contra de la federación.

Estar en esas condiciones apenas a la mitad de un sexenio sería terrible y prácticamente el gobierno de López Obrador habría llegado a su fin sin transformar nada.

Lógicamente no quieren un escenario de ese tipo.

Fidel Herrera es de los tres o cuatro políticos fuera de serie que ha tenido Veracruz. Aun y como está deja sentir su mano por el norte, centro y sur de la entidad.

El Partido Verde, en donde Fidel tiene intereses, ya nombró delegado en la zona norte en la persona del exdiputado, exalcalde y exfuncionario estatal Alberto Silva Ramos, quien desea ser alcalde de Tuxpan.

Y ya nombró o está por nombrar a Marcelo Ruiz como su delegado en la zona centro del estado y en el sur el delegado será… Javier Herrera Borunda.

El Partido Verde será aliado de Morena en 2021 y al menos dos de los tres mencionados es casi seguro que los veamos como diputados el próximo año.