Buen día apreciado lector:
El siempre astuto periodista Ciro Gómez Leyva, poseedor de la más amplia credibilidad en el medio nacional, provocó ayer un sismo de impredecibles repercusiones en algún sector de la política nacional y de hasta posible tsunami en el Golfo de México, al dar lectura a las primeras páginas de una carta de más de quince que le envió desde su penal el folclórico exgobernador Javier Duarte de Ochoa.
En el documento Duarte, a quien la opinión pública no había escuchado sus alegatos, revela la verdad de su situación, desde su punto de vista claro, comenta de qué se reía cuando lo detuvieron en Guatemala y de otras cosas realmente desconcertantes, como eso de que no hay ni una sola prueba en su contra, que le inventaron los testigos y que todo es una telenovela.
El también protagonista precisamente de un programa humorístico de comediantes durante la pasada campaña electoral señala textualmente que el propio subprocurador de delitos federales de la PGR afirmó que “si nos hubiéramos ido a juicio, en lugar de optar por el procedimiento abreviado, hoy, muy probablemente, estaría absuelto y libre”.
Como para rasgarse las vestiduras y jalarse los pelos, diría mi amigo Fernando El Tío Corajes.
Y si lo que leyó Ciro apenas de las primeras páginas ahora que se le da la voz al cordobés resulta interesante y cuestionable y pone en aprietos a las autoridades salientes de la PGR, lo que viene para esta mañana de viernes habrá tenido toda la noche con los pelos de punta a más de uno en la entidad, porque Ciro Gómez Leyva anunció que en su programa de hoy, si no ya lo hizo en el de anoche, leerá lo que sigue.
¿Y sabe usted qué sigue?
Mientras Ciro leía, en pantalla fueron apareciendo las hojas y en la que leyó al final venía el tema de la Fiscalía de Veracruz.
Incluso los reporteros del programa comentaron que Duarte habla del helicóptero en el que se fue de Xalapa y lo que sigue, que leerá hoy el conductor de “Por la Mañana”.
Aunque por la chamba en el Tribunal lo saludaba constantemente, este reportero no tuvo amistad ni cercanía alguna con el exmandatario, salvo una vez que le entregó una tarjeta para un asunto personal importante del que respondió “no sé lo que sea, pero dalo por hecho”, obvio que no hizo nada.
¡Saquen las palomitas o el café!, hoy buena parte de los veracruzanos madrugarán para ver el siguiente episodio.
Y DE OTRAS COSAS, saludo al distinguido veracruzano Edmundo Martínez Zaleta, quien se recupera de una complicada afección gripal. Mundo es un político sensible y honesto que ha ocupado importantes cargos en el altiplano y en la capital del estado, como la difícil dirección de Tránsito y Transporte y lo ha hecho bien. Tenga el lector un fin de semana de paz y armonía.
gustavocadenamathey@hotmail.com
