Hay cientos o acaso miles de derechohabientes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores que habiendo liquidado sus créditos a esa institución, llevan años sin recibir las escrituras de sus bienes. Es un problema serio. Hay casos así que llevan décadas en el puerto de Veracruz, y seguramente en muchos otros lados del estado, y del país. Si el beneficiario tiene urgencia para obtener ese documento que acredite la propiedad del inmueble que habita, debe cubrir el pago que corresponde a dicho servicio de un notario público, de aproximadamente ocho mil pesos o más. Para estos casos, la institución contrata despachos externos que se encargan de realizar el papeleo para ese trámite, y aunque es legal hacerlo, estos podrían estar cometiendo abusos, obviamente al margen de la ley, al aplicar cobros --por ejemplo-- por la elaboración de croquis de esas viviendas cuando no poseen planos de construcción; y cuando no urge ese documento de la propiedad legal, sólo aplican una cuota de dos mil pesos por el tardado trámite ante la Notaría. Hace pocos días, a un derechohabiente que lleva dos años tramitando la escrituración de su vivienda, le informaron en uno de esos despachos externos que el INFONAVIT desde el año pasado no entrega los recursos para cubrir gastos de escrituración, y debido a esa situación, podría tardar más tiempo en entregarse esa escritura pública. ¿Qué está pasando? No es normal lo que ocurre, y la institución podría estar actuando con omisión en este asunto y por lo tanto está obligada a intervenir y corregir tales casos para evitar malas interpretaciones. La noble institución ha dado grandes beneficios a millones de trabajadores y no puede exponerse a la dejadez de funcionarios menores ni mucho menos prestarse a manejos raros en el servicio que otorga. Hace unos días se informó que el director general de este Instituto, David Penchyna Grub propuso, y lo aprobó el Consejo de Administración, el nombramiento de Diana Félix Andrade como delegada del Instituto en Veracruz, en reemplazo de José Manuel Treviño, y sería un acierto que ella tome cartas en el asunto de forma inmediata para resolver este caso que genera inquietud. Esperemos.
EL DIFÍCIL RETO DE JORGE VÍCTOR FLORES EN EL PUERTO
+++Aunque es muy joven, Jorge Víctor Flores Guerrero, tiene el ánimo de realizar un buen trabajo al frente del PRI en el municipio de Veracruz. No es algo sencillo. A él le tocará operar la complicada elección que viene de julio próximo para presidente, gobernador, senadores y diputados locales y federales. Convencer a los militantes primero y luego a los ciudadanos de votar por esta opción política que de un tiempo a la fecha sólo recibe el rechazo general, debido a los depredadores en el poder que hubo en el pasado inmediato, comenzando por Javier Duarte. A ver cómo le va con Belem Palmeros Exsome y Sheyla Flores Tenorio, en los dos distritos electorales de Veracruz, y una parte de la zona rural con Raúl Zarrabal Ferat. Su predecesor en el cargo, Raúl Díaz Diez, perdió todas las elecciones por no tener el suficiente liderazgo, recursos, ni realizar el trabajo que se necesitaba para mantener a los militantes dentro de este partido, al igual que a los ciudadanos afines . Tiene la ventaja --si lo es-- de ser sobrino del eterno líder nacional ferrocarrilero Víctor Flores Morales, no tanto por su fama que no es muy buena, sino porque ese dirigente siempre ha sido una especie de mecenas del PRI porteño y, por esa razón regularmente le otorgan posiciones políticas, regidurias principalmente, y se entiende que está incluida la suya en la presidencia partidista. Jorge va haciendo camino, es trabajador, empático, decente, y en la actividad irá adquiriendo la experiencia que necesita. Es un nuevo y buen cuadro del partido tricolor en el puerto jarocho.
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