/ jueves 10 de octubre de 2019

Inteligencia financiera, arma secreta de AMLO contra la corrupción

El combate a los delitos y a actividades financiados con recursos de procedencia ilícita lo tiene la SHCP, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, cuya responsabilidad ha recaído, por mandato del presidente López Obrador, en manos de Santiago Nieto Castillo, cuyo poder al parecer sin límites puede llegar a la investigación de funcionarios públicos, exfuncionarios, familiares, socios y amigos de quienes tengan la desgracia de vivir bajo sospecha, de haber dispuesto de recursos de procedencia ilícita.

El más reciente trofeo que se puede entregar a la UIF es la cabeza del exministro Eduardo Medina Mora, quien desde su cómoda posición en la Suprema Corte hizo favores que se encuentran bajo investigación de la Inteligencia Financiera; aceptada su renuncia por el Senado de la República, Medina Mora tendrá que demostrar que los recursos que posee en bancos nacionales y extranjeros corresponden a los ingresos obtenidos en los distintos cargos públicos que desempeñó, incluidos los cuatro años en que disfrutó de su posición en el más alto tribunal.

Pero como la corrupción es el mal mayor de nuestros días y el compromiso del presidente AMLO es acabar con la impunidad y la narcoviolencia, a casi un año de haber asumido el cargo se comienzan a ver resultados cualitativos y cuantitativos, como el reciente encarcelamiento de Rosario Robles Berlanga, a quien se atribuye una “estafa maestra” con el desvío de más de 5 mil millones de pesos en la Sedesol.

Otro ejemplo es el encarcelamiento del famoso abogado Juan Collado, íntimo del expresidente Peña Nieto, y muy pronto, se ha filtrado la posible detención de Pablo Héctor Ojeda Cárdenas, secretario de Gobierno en el Estado que mal administra el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, pues a Ojeda Cárdenas se le persigue por vínculos con el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, según la carpeta de investigación FED/SEIDF/UEIDFF-VER/0000691/2016.

Lo del secretario de Gobierno de Morelos se dice que está vinculado al desvío de 3 mil 617 millones de pesos, mediante la creación y operación de 400 empresas fantasma, algunas utilizadas por Moisés Mansur Cysneiros y Juan José Janeiro Rodríguez, señalados como presta nombres del doctor Duarte, en la operación de la inmobiliaria Korzen SA de CV.

Como se observa, hay mucha tela de dónde cortar y el trabajo de Santiago Nieto Castillo no se terminará ni en lo que resta del presente sexenio.

El combate a los delitos y a actividades financiados con recursos de procedencia ilícita lo tiene la SHCP, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, cuya responsabilidad ha recaído, por mandato del presidente López Obrador, en manos de Santiago Nieto Castillo, cuyo poder al parecer sin límites puede llegar a la investigación de funcionarios públicos, exfuncionarios, familiares, socios y amigos de quienes tengan la desgracia de vivir bajo sospecha, de haber dispuesto de recursos de procedencia ilícita.

El más reciente trofeo que se puede entregar a la UIF es la cabeza del exministro Eduardo Medina Mora, quien desde su cómoda posición en la Suprema Corte hizo favores que se encuentran bajo investigación de la Inteligencia Financiera; aceptada su renuncia por el Senado de la República, Medina Mora tendrá que demostrar que los recursos que posee en bancos nacionales y extranjeros corresponden a los ingresos obtenidos en los distintos cargos públicos que desempeñó, incluidos los cuatro años en que disfrutó de su posición en el más alto tribunal.

Pero como la corrupción es el mal mayor de nuestros días y el compromiso del presidente AMLO es acabar con la impunidad y la narcoviolencia, a casi un año de haber asumido el cargo se comienzan a ver resultados cualitativos y cuantitativos, como el reciente encarcelamiento de Rosario Robles Berlanga, a quien se atribuye una “estafa maestra” con el desvío de más de 5 mil millones de pesos en la Sedesol.

Otro ejemplo es el encarcelamiento del famoso abogado Juan Collado, íntimo del expresidente Peña Nieto, y muy pronto, se ha filtrado la posible detención de Pablo Héctor Ojeda Cárdenas, secretario de Gobierno en el Estado que mal administra el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, pues a Ojeda Cárdenas se le persigue por vínculos con el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, según la carpeta de investigación FED/SEIDF/UEIDFF-VER/0000691/2016.

Lo del secretario de Gobierno de Morelos se dice que está vinculado al desvío de 3 mil 617 millones de pesos, mediante la creación y operación de 400 empresas fantasma, algunas utilizadas por Moisés Mansur Cysneiros y Juan José Janeiro Rodríguez, señalados como presta nombres del doctor Duarte, en la operación de la inmobiliaria Korzen SA de CV.

Como se observa, hay mucha tela de dónde cortar y el trabajo de Santiago Nieto Castillo no se terminará ni en lo que resta del presente sexenio.