/ lunes 4 de abril de 2022

La 4T sigue violando la ley al promover la consulta popular

El pasado fin de semana los funcionarios, secretarios de Estado, diputados, dirigentes, todos ellos militantes de Morena y aliados usaron toda la fuerza y aparato de sus estados para el acarreo y movilización de su mitin político que denominaron “Mega concentración para Que Siga AMLO”.

Todas esas personas e incluso el propio secretario de Gobernación federal, que tiene la función de ser el vigilante de la Constitución, fue el primero en quebrantarla, ese fin de semana Morena y satélites violaron nuestra Carta Magna para promover la revocación de mandato del Presidente.

Bajo una farsa ratificatoria, se burlaron de la veda electoral al hacer campaña para el capricho revocatorio del inquilino de Palacio Nacional, y ante un México surrealista, de un mandatario surrealista, pide una revocación de su mandato y exige que voten por él, aunque sea en contra. Sin importar que estuvieran violando las disposiciones de la Constitución y las reglas del árbitro electoral, como lo es el Instituto Nacional Electoral (INE), concentraron multitudes de personas para demostrar un brazo político y de convocatoria, ante proximidad de la consulta para la revocación de mandato.

Sin duda, ese es el reflejo del miedo al saber que su farsa ante el ejercicio democrático del próximo 10 de abril no tendrá la suficiente participación que ha presumido el Presidente, y que presumieron los funcionarios en sus diversos cierres de campaña.

Ese 10 de abril se verá la participación de los mexicanos, ante la frivolidad de un gobierno que gasta miles de millones de pesos en una consulta populista, sin beneficio al pueblo que tanto dijo que ayudaría, y hoy estamos ante una escasez de medicinas y el aumento de la canasta básica, de inseguridad y asesinatos. Este es el mayor despilfarro del sexenio de López Obrador, el innecesario gasto ante una absurda revocación de mandato, lleno de una publicidad ilegal desmedida, donde tapizaron el país de espectaculares, bardas, volantes y perifoneo para el capricho de un solo hombre.

El ejercicio democrático de la consulta de revocación dejó de ser un movimiento para los ciudadanos y pasó hacer un movimiento político del partido en el poder, un gasto para acarrear votantes, lamentablemente financiado por el mal llamado gobierno “transformador”.

Coordinador de los senadores de PAN

El pasado fin de semana los funcionarios, secretarios de Estado, diputados, dirigentes, todos ellos militantes de Morena y aliados usaron toda la fuerza y aparato de sus estados para el acarreo y movilización de su mitin político que denominaron “Mega concentración para Que Siga AMLO”.

Todas esas personas e incluso el propio secretario de Gobernación federal, que tiene la función de ser el vigilante de la Constitución, fue el primero en quebrantarla, ese fin de semana Morena y satélites violaron nuestra Carta Magna para promover la revocación de mandato del Presidente.

Bajo una farsa ratificatoria, se burlaron de la veda electoral al hacer campaña para el capricho revocatorio del inquilino de Palacio Nacional, y ante un México surrealista, de un mandatario surrealista, pide una revocación de su mandato y exige que voten por él, aunque sea en contra. Sin importar que estuvieran violando las disposiciones de la Constitución y las reglas del árbitro electoral, como lo es el Instituto Nacional Electoral (INE), concentraron multitudes de personas para demostrar un brazo político y de convocatoria, ante proximidad de la consulta para la revocación de mandato.

Sin duda, ese es el reflejo del miedo al saber que su farsa ante el ejercicio democrático del próximo 10 de abril no tendrá la suficiente participación que ha presumido el Presidente, y que presumieron los funcionarios en sus diversos cierres de campaña.

Ese 10 de abril se verá la participación de los mexicanos, ante la frivolidad de un gobierno que gasta miles de millones de pesos en una consulta populista, sin beneficio al pueblo que tanto dijo que ayudaría, y hoy estamos ante una escasez de medicinas y el aumento de la canasta básica, de inseguridad y asesinatos. Este es el mayor despilfarro del sexenio de López Obrador, el innecesario gasto ante una absurda revocación de mandato, lleno de una publicidad ilegal desmedida, donde tapizaron el país de espectaculares, bardas, volantes y perifoneo para el capricho de un solo hombre.

El ejercicio democrático de la consulta de revocación dejó de ser un movimiento para los ciudadanos y pasó hacer un movimiento político del partido en el poder, un gasto para acarrear votantes, lamentablemente financiado por el mal llamado gobierno “transformador”.

Coordinador de los senadores de PAN