Este domingo los priistas acudirán a las urnas en el marco de su proceso interno para renovar a la dirigencia nacional.
A pesar de que existen tres candidaturas, la atención se ha centrado en las figuras de Alejandro Cárdenas “Alito” y la aparente cargada en su favor; y en Ivonne Ortega Pacheco y sus impugnaciones al proceso.
En el PRI de antemano se da como un hecho la victoria del exgobernador de Campeche y en Veracruz prácticamente todos los grupos, o al menos los más importantes, se sumaron al que se vislumbra como el más viable ganador de esta contienda.
Este miércoles el comité estatal del tricolor se refirió al proceso electoral interno. El dirigente en la entidad, Marlon Ramírez Marín, aseguró que se había mantenido “respetuoso e imparcial”, y que “durante este proceso ha proporcionado al Órgano Auxiliar en Veracruz de la Comisión Nacional de Procesos Internos lo necesario para que puedan desempeñar su función”.
En este proceso interno 155 mil 632 militantes priistas tienen la posibilidad de participar acudiendo a las urnas.
El problema para el priismo es que se espera que el proceso termine en los tribunales, una vez más.
Ivonne Ortega Pacheco, contendiente de Alejandro Cárdenas, ha denunciado dados cargados, como lo hiciera previo a la emisión de la convocatoria el exrector de la UNAM y exsecretario de Salud, José Narro Robles.
En Veracruz, la coordinadora de la campaña de Ivonne Ortega, Lillian Zepahua García, denunció que la actual dirigencia estatal, es decir, Marlon Ramírez Marín, estaría preparando “una estrategia de cargada a favor de Alejandro Moreno”.
La exdirigente del comité estatal, quien fue relevada el 15 de mayo pasado por Marlon Ramírez, señaló que el órgano de dirección partidista debe sacar las manos del proceso interno, a efecto de que exista “piso parejo”.
La también exdiputada local, acorde con el discurso de Ivonne Ortega, denunció que funcionarios estatales del partido, como Enrique Mendoza Ruiz, presidente del Instituto de Formación Política “Jesús Reyes Heroles” o Alfredo Ferrari, secretario adjunto a la Secretaría General y delegados como Renato Alarcón Guevara o Érick Lagos Hernández, “trabajan abiertamente a favor de ese candidato, violando el principio de imparcialidad, tal y como lo marca la convocatoria y los estatutos”.
Asimismo, advirtió un intento por hacer trampa, “violentar el proceso del próximo domingo 11 de agosto con prácticas fraudulentas en los municipios de Álamo, Amatitlán, Aquila, Atzalan, Boca del Río, Carlos A. Carrillo, Chumatlán, Coahuitlán, Coscomatepec, Cosoleacaque, Cotaxtla, Coxquihui, Coyutla, Jáltipan, Maltrata, Orizaba, Pánuco, Playa Vicente, Río Blanco, Santiago Sochiapan, Soteapan, Tamalín, Tezonapa, Tlacotalpan y Zozocolco de Hidalgo”.
A fin de cuentas, pareciera que Zepahua Valencia ignora dónde está parada y en qué partido milita, pues ella misma, siendo presidenta interina, jugó a la “cargada” a favor, justamente del actual presidente, Marlon Ramírez Marín, poniendo a su disposición personal, recursos y la operación de funcionarios estratégicos como Julio César Cerecedo, secretario de Organización, y Zeferino Tejeda Uscanga, secretario de Acción Electoral, quienes permitieron que el candidato “favorito” llegara sin ningún problema y arrasara frente a las candidaturas de Adolfo Ramírez Arana, Carlos Aceves Amezcua y Damara Gómez.
Así que la expresidenta del CDE del PRI hoy critica lo que ayer aplicó, pero bueno, la sociedad en general y los políticos tienen flaca memoria, como dice el clásico. @luisromero85
