/ lunes 19 de noviembre de 2018

La ciencia de la Felicidad

En un mundo que nos estamos acabando, donde cada vez es más urgente pensar en los problemas ambientales, pero pocos lo hacen, donde las personas mueren de hambre pero también aumentan los índices de obesidad, donde los pobres aumentan y los ricos tienen más dinero, aún seguimos preguntándonos ¿cuál es el camino a la felicidad? Quizás no de forma consciente, pero al final del día es lo que todos buscamos.

¿De qué forma intentamos conseguir la felicidad? Los caminos son diversos, en ocasiones creemos que está a la venta y que en pequeñas botellas se contiene todo lo anhelado, en los aparadores, a veces con descuento o disfrazada de individualidad, pero al final del día descubrimos que sólo caemos en un círculo vicioso en el que nos desgastamos detrás de un escritorio, haciendo lo mismo que millones de personas para intentar conseguir el mismo resultado que otros, pero bajo la premisa de que con nosotros sí será distinto.

Steve Cutts, tiene un cortometraje animado que podría resumir un poco de lo anterior, el cual lleva por título “Happiness”, aunque el material se publicó en 2017 en la página oficial del creador, yo tuve la oportunidad de verlo durante Ciudad de las Ideas. En este evento también reflexioné mucho respecto a la felicidad, no sólo con el corto o ponentes como Mo Gawdat, sino con todas las pláticas que tuve oportunidad de escuchar.

Primero hablemos de Mo Gawdat, quien solía trabajar para google y dejó esta gran compañía para dedicarse a ayudar a otros a ser felices, él señala que nuestra felicidad debe ser una prioridad, debemos invertir en ella y una vez lograda, ayudar a otros en esta tarea. Casualmente la infelicidad se presenta en los países más prósperos, para él es el resultado del inconformismo y las expectativas constantes que generamos respecto a nuestra vida, las cuales hemos aprendido del entorno. Su libro “El algoritmo de la felicidad” puede darnos algunas pistas respecto a cómo disfrutar todo lo que tenemos y reconocer que somos más afortunados de lo que pensamos.

Además de Mo Gawdat, escuchar al resto de ponentes como Ping Fu o Chetna Sinha me hicieron descubrir un denominador común entre ellos y otras figuras exitosas, pero con valores sólidos, todos han realizado algo por los demás. En el caso de Ping Fu, creó las mejores impresoras de comida, las cuales podrían acabar con la desnutrición y la constante de los alimentos desperdiciados. Chetna Sinha se ha preocupado por empoderar a las mujeres en India a través de las finanzas.

Chetna Sinha finalizó con un argumento contundente, “no hay que ofrecerle a la gente pobre soluciones pobres”, si partimos de esta forma de pensar y tratamos de dar lo mejor de nosotros a los demás, estoy segura de que tendremos una mayor satisfacción que la que podríamos comprar en cualquier parte. Quizás una de las fallas más grandes de nuestro sistema es la ceguera ante los problemas de otros, comprar la idea de que la felicidad está en cosas y haber olvidado que la verdadera felicidad se comparte con los demás y la estamos dejando escapar día con día.

A partir de hoy procuremos ser más empáticos, tener un buen gesto con alguien más por mínimo que sea, utilicemos nuestro conocimiento para crear, para favorecer a alguien y lograr que nuestro entorno mejore. Estoy convencida de que las ideas del futuro son las que buscan apoyar a otros, transformar de forma positiva la vida de los demás y sobre todo retomar los valores que nos hacen seres humanos.

zairosas.22@gmail.com

En un mundo que nos estamos acabando, donde cada vez es más urgente pensar en los problemas ambientales, pero pocos lo hacen, donde las personas mueren de hambre pero también aumentan los índices de obesidad, donde los pobres aumentan y los ricos tienen más dinero, aún seguimos preguntándonos ¿cuál es el camino a la felicidad? Quizás no de forma consciente, pero al final del día es lo que todos buscamos.

¿De qué forma intentamos conseguir la felicidad? Los caminos son diversos, en ocasiones creemos que está a la venta y que en pequeñas botellas se contiene todo lo anhelado, en los aparadores, a veces con descuento o disfrazada de individualidad, pero al final del día descubrimos que sólo caemos en un círculo vicioso en el que nos desgastamos detrás de un escritorio, haciendo lo mismo que millones de personas para intentar conseguir el mismo resultado que otros, pero bajo la premisa de que con nosotros sí será distinto.

Steve Cutts, tiene un cortometraje animado que podría resumir un poco de lo anterior, el cual lleva por título “Happiness”, aunque el material se publicó en 2017 en la página oficial del creador, yo tuve la oportunidad de verlo durante Ciudad de las Ideas. En este evento también reflexioné mucho respecto a la felicidad, no sólo con el corto o ponentes como Mo Gawdat, sino con todas las pláticas que tuve oportunidad de escuchar.

Primero hablemos de Mo Gawdat, quien solía trabajar para google y dejó esta gran compañía para dedicarse a ayudar a otros a ser felices, él señala que nuestra felicidad debe ser una prioridad, debemos invertir en ella y una vez lograda, ayudar a otros en esta tarea. Casualmente la infelicidad se presenta en los países más prósperos, para él es el resultado del inconformismo y las expectativas constantes que generamos respecto a nuestra vida, las cuales hemos aprendido del entorno. Su libro “El algoritmo de la felicidad” puede darnos algunas pistas respecto a cómo disfrutar todo lo que tenemos y reconocer que somos más afortunados de lo que pensamos.

Además de Mo Gawdat, escuchar al resto de ponentes como Ping Fu o Chetna Sinha me hicieron descubrir un denominador común entre ellos y otras figuras exitosas, pero con valores sólidos, todos han realizado algo por los demás. En el caso de Ping Fu, creó las mejores impresoras de comida, las cuales podrían acabar con la desnutrición y la constante de los alimentos desperdiciados. Chetna Sinha se ha preocupado por empoderar a las mujeres en India a través de las finanzas.

Chetna Sinha finalizó con un argumento contundente, “no hay que ofrecerle a la gente pobre soluciones pobres”, si partimos de esta forma de pensar y tratamos de dar lo mejor de nosotros a los demás, estoy segura de que tendremos una mayor satisfacción que la que podríamos comprar en cualquier parte. Quizás una de las fallas más grandes de nuestro sistema es la ceguera ante los problemas de otros, comprar la idea de que la felicidad está en cosas y haber olvidado que la verdadera felicidad se comparte con los demás y la estamos dejando escapar día con día.

A partir de hoy procuremos ser más empáticos, tener un buen gesto con alguien más por mínimo que sea, utilicemos nuestro conocimiento para crear, para favorecer a alguien y lograr que nuestro entorno mejore. Estoy convencida de que las ideas del futuro son las que buscan apoyar a otros, transformar de forma positiva la vida de los demás y sobre todo retomar los valores que nos hacen seres humanos.

zairosas.22@gmail.com

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