/ domingo 18 de marzo de 2018

La Cumbre Tajín y el rezago totonaco

El pasado viernes, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, estuvo en Papantla, el municipio más importante de la región del Totonacapan, donde inauguró la Cumbre Tajín 2018.

En ese marco se refirió a la aportación cultural del pueblo totonaco a Veracruz y al país. Durante 18 años hemos escuchado discursos de los gobernantes en turno, que hacen referencia a la inversión pública en la zona del Totonacapan, una de las más olvidadas, rezagadas, pobres y marginadas de Veracruz.

Este año no fue la excepción; el gobernador Yunes habló de una inversión superior a 100 millones de pesos para mejorar las vías de comunicación en ese lugar.

En ese contexto, si realizamos un recuento de las condiciones de la región, entenderemos el motivo de la desconfianza de la población en los discursos oficiales.

En Papantla, por ejemplo, 43% de la población vive en condiciones de pobreza moderada; y la pobreza extrema supera el 25%; 62 mil papantecos enfrentan carencia por acceso a servicios de salud; y tres cuartas partes de la población no cuenta con servicios básicos, más de 123 mil personas.

En Coxquihui la pobreza alcanza a más del 90% de la gente. En ese lugar, la pobreza extrema afecta al 52%, 7 mil 300 habitantes; y la carencia por acceso a la alimentación, al 33%, 4 mil 600 personas.

En Filomeno Mata las cosas no están mejor: en pobreza, 91% de la población; y en pobreza extrema, 9 mil 600 personas, 62%; por si fuera poco, 96% de los habitantes no cuentan con seguridad social y la carencia por acceso a la alimentación está cerca del 57%.

En Zozocolco, 89.9% es pobre; en pobreza extrema viven 7 mil 600 personas, 54.8%. En Espinal, 78.8% sufre pobreza y hay 9 mil 500 personas en pobreza extrema, más de 35%; la escolaridad promedio es de 6.4, mientras que el promedio estatal es de 7.7; por si fuera poco, casi 82% de la gente no cuenta con servicios básicos.

En Coyutla, 90% es pobre y 52 de cada 100 viven en pobreza extrema. En ese lugar no tiene servicios de salud el 53.5%; y la incidencia de la carencia de alimentación es de 27%. En Chumatlán, el porcentaje de la población pobre supera los 85 puntos; y el de la pobreza extrema casi llega a los 40; la mitad de la población no tiene agua entubada y uno de cada cuatro habita viviendas con un solo cuarto. En Coahuitlán, la pobreza llega a 91.9%; y la pobreza extrema afecta a más de 4 mil 500 habitantes, casi 55%.

Durante años, de los anuncios gubernamentales a la inversión y a los hechos hubo una distancia enorme. Los gobernadores llegaban, hablaban y muy rara vez cumplían; le veían la cara a la población. Esperemos que, ahora sí, las promesas de un gobernador se cumplan.


@luisromero85


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El pasado viernes, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, estuvo en Papantla, el municipio más importante de la región del Totonacapan, donde inauguró la Cumbre Tajín 2018.

En ese marco se refirió a la aportación cultural del pueblo totonaco a Veracruz y al país. Durante 18 años hemos escuchado discursos de los gobernantes en turno, que hacen referencia a la inversión pública en la zona del Totonacapan, una de las más olvidadas, rezagadas, pobres y marginadas de Veracruz.

Este año no fue la excepción; el gobernador Yunes habló de una inversión superior a 100 millones de pesos para mejorar las vías de comunicación en ese lugar.

En ese contexto, si realizamos un recuento de las condiciones de la región, entenderemos el motivo de la desconfianza de la población en los discursos oficiales.

En Papantla, por ejemplo, 43% de la población vive en condiciones de pobreza moderada; y la pobreza extrema supera el 25%; 62 mil papantecos enfrentan carencia por acceso a servicios de salud; y tres cuartas partes de la población no cuenta con servicios básicos, más de 123 mil personas.

En Coxquihui la pobreza alcanza a más del 90% de la gente. En ese lugar, la pobreza extrema afecta al 52%, 7 mil 300 habitantes; y la carencia por acceso a la alimentación, al 33%, 4 mil 600 personas.

En Filomeno Mata las cosas no están mejor: en pobreza, 91% de la población; y en pobreza extrema, 9 mil 600 personas, 62%; por si fuera poco, 96% de los habitantes no cuentan con seguridad social y la carencia por acceso a la alimentación está cerca del 57%.

En Zozocolco, 89.9% es pobre; en pobreza extrema viven 7 mil 600 personas, 54.8%. En Espinal, 78.8% sufre pobreza y hay 9 mil 500 personas en pobreza extrema, más de 35%; la escolaridad promedio es de 6.4, mientras que el promedio estatal es de 7.7; por si fuera poco, casi 82% de la gente no cuenta con servicios básicos.

En Coyutla, 90% es pobre y 52 de cada 100 viven en pobreza extrema. En ese lugar no tiene servicios de salud el 53.5%; y la incidencia de la carencia de alimentación es de 27%. En Chumatlán, el porcentaje de la población pobre supera los 85 puntos; y el de la pobreza extrema casi llega a los 40; la mitad de la población no tiene agua entubada y uno de cada cuatro habita viviendas con un solo cuarto. En Coahuitlán, la pobreza llega a 91.9%; y la pobreza extrema afecta a más de 4 mil 500 habitantes, casi 55%.

Durante años, de los anuncios gubernamentales a la inversión y a los hechos hubo una distancia enorme. Los gobernadores llegaban, hablaban y muy rara vez cumplían; le veían la cara a la población. Esperemos que, ahora sí, las promesas de un gobernador se cumplan.


@luisromero85


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