/ jueves 1 de julio de 2021

La encuesta ridícula

Mucho se ha comentado en las mañaneras que todos los problemas que vive nuestro país en la actualidad y a partir de los últimos dos años, se deben a los anteriores gobiernos, que sin duda robaron del erario y favorecían la corrupción, pero al menos el poder adquisitivo era mucho mejor que ahora, a pesar de los gasolinazos, los precios de los energéticos no se disparaban como ahora, la gente que quería trabajar tenía trabajo, incluso en la burocracia no se daban despidos masivos y hasta los jubilados podían estar tranquilos seguros de cobrar su pensión.

En cuestión de salud, bien que mal había los medicamentos necesarios y con la creación del Seguro Popular, la salud llegaba a las clases más necesitadas de manera gratuita, incluidos la mayoría de medicamentos y los pacientes con cáncer tenían sus tratamientos seguros y subsidiados. Por ejemplo, durante el gobierno de Fox se pagó la mayor parte de la deuda externa, no hubo inflación ni se encareció el dólar durante el sexenio y el país, fuera de la falta de diplomacia de don Vicente, la pasábamos en paz. En el campo de la ciencia, alcanzamos buenos niveles con los resultados de los becarios del Conacyt, cuyo compromiso era regresar al país y desarrollar lo aprendido en beneficio de México. Todo eso se acabó y mientras se reparte dinero a jóvenes improductivos y se regala a otros países, se invierte en estadios de beisbol o se presta dinero a fondo perdido, se ha dejado de invertir en educación, a los científicos les han retirado sus becas, la salud no llega a los más necesitados y a diario mueren de cáncer niños y adultos porque no se compran los medicamentos necesarios para su salud.

Por cierto, de nuevo se hicieron declaraciones denigrantes e insultantes a la población, si por un lado Andrés Manuel criticó a la clase media por querer superarse, ahora López-Gatell insulta a los niños con cáncer y a su familiares que solicitan, merecidamente, su medicamento para sanar o al menos hacer menos penosa su enfermedad, acusándolos de querer dar un golpe de Estado y hacer un golpeteo político. Qué vergonzoso comentario para un médico dedicado a la salud pública, por lo que debería ofrecer una disculpa pública, retractarse y pugnar por cubrir esas deficiencias en el sector salud y después renunciar por ineficiente.

Pero volviendo a los expresidentes, se está queriendo hacer una encuesta –porque no es voto– ridícula, donde no se propone juzgar a los expresidentes, sino que la población opine si se debe o no investigar y juzgar a personas que ocuparon un cargo público y se aprovecharon de ello. Si hay delitos, se persiguen de oficio, sin encuestas, y cuidado, que quien escupe para arriba seguro le cae encima, porque este gobierno está plagado de nepotismo, corrupción, riquezas inexplicables, despilfarro, asignaciones directas de compras, compras a empresas “fantasma” que benefician a hijos, parientes y amigos de funcionarios públicos. Al menos hay dinero para caprichos, pero no para resolver los faltantes en el sector salud, incluidas las vacunas comunes, que desde hace tiempo están de faltantes para niños y adultos. ¿Cuántos de esos insumos se podrían comprar con lo que costó el estadio de beisbol y las obras capricho que no son necesarias?

Mucho se ha comentado en las mañaneras que todos los problemas que vive nuestro país en la actualidad y a partir de los últimos dos años, se deben a los anteriores gobiernos, que sin duda robaron del erario y favorecían la corrupción, pero al menos el poder adquisitivo era mucho mejor que ahora, a pesar de los gasolinazos, los precios de los energéticos no se disparaban como ahora, la gente que quería trabajar tenía trabajo, incluso en la burocracia no se daban despidos masivos y hasta los jubilados podían estar tranquilos seguros de cobrar su pensión.

En cuestión de salud, bien que mal había los medicamentos necesarios y con la creación del Seguro Popular, la salud llegaba a las clases más necesitadas de manera gratuita, incluidos la mayoría de medicamentos y los pacientes con cáncer tenían sus tratamientos seguros y subsidiados. Por ejemplo, durante el gobierno de Fox se pagó la mayor parte de la deuda externa, no hubo inflación ni se encareció el dólar durante el sexenio y el país, fuera de la falta de diplomacia de don Vicente, la pasábamos en paz. En el campo de la ciencia, alcanzamos buenos niveles con los resultados de los becarios del Conacyt, cuyo compromiso era regresar al país y desarrollar lo aprendido en beneficio de México. Todo eso se acabó y mientras se reparte dinero a jóvenes improductivos y se regala a otros países, se invierte en estadios de beisbol o se presta dinero a fondo perdido, se ha dejado de invertir en educación, a los científicos les han retirado sus becas, la salud no llega a los más necesitados y a diario mueren de cáncer niños y adultos porque no se compran los medicamentos necesarios para su salud.

Por cierto, de nuevo se hicieron declaraciones denigrantes e insultantes a la población, si por un lado Andrés Manuel criticó a la clase media por querer superarse, ahora López-Gatell insulta a los niños con cáncer y a su familiares que solicitan, merecidamente, su medicamento para sanar o al menos hacer menos penosa su enfermedad, acusándolos de querer dar un golpe de Estado y hacer un golpeteo político. Qué vergonzoso comentario para un médico dedicado a la salud pública, por lo que debería ofrecer una disculpa pública, retractarse y pugnar por cubrir esas deficiencias en el sector salud y después renunciar por ineficiente.

Pero volviendo a los expresidentes, se está queriendo hacer una encuesta –porque no es voto– ridícula, donde no se propone juzgar a los expresidentes, sino que la población opine si se debe o no investigar y juzgar a personas que ocuparon un cargo público y se aprovecharon de ello. Si hay delitos, se persiguen de oficio, sin encuestas, y cuidado, que quien escupe para arriba seguro le cae encima, porque este gobierno está plagado de nepotismo, corrupción, riquezas inexplicables, despilfarro, asignaciones directas de compras, compras a empresas “fantasma” que benefician a hijos, parientes y amigos de funcionarios públicos. Al menos hay dinero para caprichos, pero no para resolver los faltantes en el sector salud, incluidas las vacunas comunes, que desde hace tiempo están de faltantes para niños y adultos. ¿Cuántos de esos insumos se podrían comprar con lo que costó el estadio de beisbol y las obras capricho que no son necesarias?

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