/ viernes 25 de marzo de 2022

La envidia existe

Antes de terminar este mes de marzo, de mucho significado de lucha de las mujeres, quisiera que reflexionemos. En el siglo VI, el papa romano San Gregorio Magno confecciona una lista propia definitiva de los siete pecados capitales y ahí la envidia ocupa el sexto lugar.

La envidia, del latín “invidia”, es considerado por el cristianismo como un pecado capital y no se refiere a la magnitud del pecado, sino que da origen a otros pecados, y rompe con el amor a tu próximo, es un deseo insaciable, sin embargo, la envida se caracteriza no sólo en desear, sino también causar un daño, un mal a otra persona, por lo general es desear algo que alguien más tiene y cuando saben que la persona que envidian está sufriendo, el envidioso goza ese dolor.

La envidia se da en todos los niveles sociales, en la familia, hermanos, vecinos, trabajo, círculo de amigos, comunidades y hasta en los grupos de amigos y conocidos. La envidia es un sinónimo de inferioridad, aleja a las amistades, asimismo es querer lo que otro tiene, tiende a crecer cuando se alimenta de egos, te hace desdichado y crecerás con sentimientos llenos de frustración; la envidia destruye y contamina todo.

La persona envidiosa tiene habilidades para manipular y siempre cuando te le pones enfrente será hipócrita, te dará una sonrisa y una cara amable, pero cuando le des la espalda rajará contra ti, te hará caras de coraje y molestia, siempre hablará a tus espaldas, aunque de frente te saludará de beso, al que yo le llamo beso de Judas. Cuando una persona habla de ti inventa cosas de ti y tú nunca le has hecho nada, eso se llama envidia, “le quedaste grande”, se siente inferior a ti, envidia algo de ti, sueña y quiere parecerse a ti.

Cuidado con personas envidiosas, aléjate de ellas, nunca estarán satisfechas, su envidia proviene de su interior y siempre tendrá víctimas, la envidia es cruel, injusta, porque sin darte cuenta el envidioso o envidiosa, tratará de causarte daño y usará las mentiras, hipocresía y tú ni cuenta te darás, cuando estén en un grupo de amigos el envidioso tratará sigilosamente de cambiar tu imagen buena y positiva con los amigos, amistades y conocidos, hablará negativamente de ti y frente a ti será mustio o mustia, pero en tu ausencia, el envidioso soltará su lengua llena de veneno. Siempre han señalado que sólo las mujeres son las envidiosas pero no es así, los caballeros también lo son, envidian la suerte de otro hombre, el que tenga una mujer bonita, atractiva, más joven, guapa, inteligente, o que la haya conquistado primero a la mujer más atractiva de la comunidad. La envida entre mujeres es muy común, siempre existe, es latente y continua, envidian el cuerpo de la otra, que ¡si tiene bubis! ¡Nalgas! ¡Piernas torneadas! ¡Que si es coqueta! ¡Que si usa ropa de marca!, que el vestido, el bolso, el celular, o simplemente creen que ellas son más guapas pero… no tienen eso que ellas envidian, el pegue con los compañeros, carisma, a veces la simpatía, la atracción y la belleza entre mujeres, el éxito de la otra, muchas veces envidian hasta el marido o novio de otra mujer, a veces parece como si fuera una maldición entre mujeres, cuando vas a un evento y llega una mujer guapa, atractiva o exitosa, a más de diez mujeres les incomoda la presencia de esa mujer, y peor aun cuando esta mujer es inteligente, preparada, más de veinte ya están molestas, incomodas. Eso pasa siempre y quien diga lo contrario ¡miente!, dicho por una mujer, escrito por una mujer y vivido por una mujer.

Reflexionemos, es mejor sumar, admirar y respetar a todos y todas que sentir envidia; ese sentimiento negativo no lo permitas.

Correo: lexfemme.12@hotmail.com

Antes de terminar este mes de marzo, de mucho significado de lucha de las mujeres, quisiera que reflexionemos. En el siglo VI, el papa romano San Gregorio Magno confecciona una lista propia definitiva de los siete pecados capitales y ahí la envidia ocupa el sexto lugar.

La envidia, del latín “invidia”, es considerado por el cristianismo como un pecado capital y no se refiere a la magnitud del pecado, sino que da origen a otros pecados, y rompe con el amor a tu próximo, es un deseo insaciable, sin embargo, la envida se caracteriza no sólo en desear, sino también causar un daño, un mal a otra persona, por lo general es desear algo que alguien más tiene y cuando saben que la persona que envidian está sufriendo, el envidioso goza ese dolor.

La envidia se da en todos los niveles sociales, en la familia, hermanos, vecinos, trabajo, círculo de amigos, comunidades y hasta en los grupos de amigos y conocidos. La envidia es un sinónimo de inferioridad, aleja a las amistades, asimismo es querer lo que otro tiene, tiende a crecer cuando se alimenta de egos, te hace desdichado y crecerás con sentimientos llenos de frustración; la envidia destruye y contamina todo.

La persona envidiosa tiene habilidades para manipular y siempre cuando te le pones enfrente será hipócrita, te dará una sonrisa y una cara amable, pero cuando le des la espalda rajará contra ti, te hará caras de coraje y molestia, siempre hablará a tus espaldas, aunque de frente te saludará de beso, al que yo le llamo beso de Judas. Cuando una persona habla de ti inventa cosas de ti y tú nunca le has hecho nada, eso se llama envidia, “le quedaste grande”, se siente inferior a ti, envidia algo de ti, sueña y quiere parecerse a ti.

Cuidado con personas envidiosas, aléjate de ellas, nunca estarán satisfechas, su envidia proviene de su interior y siempre tendrá víctimas, la envidia es cruel, injusta, porque sin darte cuenta el envidioso o envidiosa, tratará de causarte daño y usará las mentiras, hipocresía y tú ni cuenta te darás, cuando estén en un grupo de amigos el envidioso tratará sigilosamente de cambiar tu imagen buena y positiva con los amigos, amistades y conocidos, hablará negativamente de ti y frente a ti será mustio o mustia, pero en tu ausencia, el envidioso soltará su lengua llena de veneno. Siempre han señalado que sólo las mujeres son las envidiosas pero no es así, los caballeros también lo son, envidian la suerte de otro hombre, el que tenga una mujer bonita, atractiva, más joven, guapa, inteligente, o que la haya conquistado primero a la mujer más atractiva de la comunidad. La envida entre mujeres es muy común, siempre existe, es latente y continua, envidian el cuerpo de la otra, que ¡si tiene bubis! ¡Nalgas! ¡Piernas torneadas! ¡Que si es coqueta! ¡Que si usa ropa de marca!, que el vestido, el bolso, el celular, o simplemente creen que ellas son más guapas pero… no tienen eso que ellas envidian, el pegue con los compañeros, carisma, a veces la simpatía, la atracción y la belleza entre mujeres, el éxito de la otra, muchas veces envidian hasta el marido o novio de otra mujer, a veces parece como si fuera una maldición entre mujeres, cuando vas a un evento y llega una mujer guapa, atractiva o exitosa, a más de diez mujeres les incomoda la presencia de esa mujer, y peor aun cuando esta mujer es inteligente, preparada, más de veinte ya están molestas, incomodas. Eso pasa siempre y quien diga lo contrario ¡miente!, dicho por una mujer, escrito por una mujer y vivido por una mujer.

Reflexionemos, es mejor sumar, admirar y respetar a todos y todas que sentir envidia; ese sentimiento negativo no lo permitas.

Correo: lexfemme.12@hotmail.com