/ jueves 26 de abril de 2018

La escuela espacio para la formación en valores

Estimado lector, el problema de las condiciones mínimas para tener una calidad de vida (alimentación, educación, salud, vivienda digna, esperanza de vida y en la vida, justicia, democracia, seguridad, tolerancia) no se ha resuelto en México, ni siquiera en los países capitalistas por excelencia, como tampoco lo resolvieron los países socialistas al ingresar al mundo capitalista.

La educación en valores resulta demasiado lejana para promoverse de manera efectiva y trascendental. Aunado a lo anterior se encuentra la grave desvinculación existente entre la sociedad, la escuela y las instituciones gubernamentales para abatir el problema.

En el plano de la sociedad civil y de sus prácticas, y al lado del individualismo y de la falta de esperanza que permea en amplios sectores sociales, surgen acciones que revelan por principio y por necesidad que la sociedad y los maestros están dispuestos no sólo a dar una o muchas batallas en contra, sino también a sumarse para construir condiciones de vida mejores, por lo que algunas propuestas para formar en valores serían:

Ante la violación de los derechos humanos se deben crear en los niños y los maestros una cultura que les permita conocer para defender sus derechos de manera organizada.

La lucha por espacios para una auténtica participación social, democrática y política, desde el seno mismo de la escuela, es otro de los elementos importantes que se deben promover en la escuela.

La cuestión ambiental es paulatinamente incorporada por los trabajadores como parte de sus preocupaciones y quehacer cotidianos.

La necesidad de una educación que prevenga la delincuencia, a través de la práctica del deporte, las artes y la sana convivencia y la formación en amor en acción.

La preocupación por la formación de un ciudadano mexicano alejado de la sociedad de consumo, que prefiera “ser” en lugar de “tener”.

El nuevo mexicano que requiere el país se debe formar en las escuelas, con la guía de los maestros, a través de una educación humanista.

En síntesis la educación en valores debe promover que la escuela se convierta en un espacio para el ejercicio de la democracia; para el fortalecimiento de la cultura nacional, para el reconocimiento de la diversidad cultural y étnica; para el ejercicio de la equidad, la justicia y la tolerancia, así como para el impulso a la cultura del trabajo y las relaciones respetuosas con el medio ambiente.

carlos_jorge27@hotmail.com



Estimado lector, el problema de las condiciones mínimas para tener una calidad de vida (alimentación, educación, salud, vivienda digna, esperanza de vida y en la vida, justicia, democracia, seguridad, tolerancia) no se ha resuelto en México, ni siquiera en los países capitalistas por excelencia, como tampoco lo resolvieron los países socialistas al ingresar al mundo capitalista.

La educación en valores resulta demasiado lejana para promoverse de manera efectiva y trascendental. Aunado a lo anterior se encuentra la grave desvinculación existente entre la sociedad, la escuela y las instituciones gubernamentales para abatir el problema.

En el plano de la sociedad civil y de sus prácticas, y al lado del individualismo y de la falta de esperanza que permea en amplios sectores sociales, surgen acciones que revelan por principio y por necesidad que la sociedad y los maestros están dispuestos no sólo a dar una o muchas batallas en contra, sino también a sumarse para construir condiciones de vida mejores, por lo que algunas propuestas para formar en valores serían:

Ante la violación de los derechos humanos se deben crear en los niños y los maestros una cultura que les permita conocer para defender sus derechos de manera organizada.

La lucha por espacios para una auténtica participación social, democrática y política, desde el seno mismo de la escuela, es otro de los elementos importantes que se deben promover en la escuela.

La cuestión ambiental es paulatinamente incorporada por los trabajadores como parte de sus preocupaciones y quehacer cotidianos.

La necesidad de una educación que prevenga la delincuencia, a través de la práctica del deporte, las artes y la sana convivencia y la formación en amor en acción.

La preocupación por la formación de un ciudadano mexicano alejado de la sociedad de consumo, que prefiera “ser” en lugar de “tener”.

El nuevo mexicano que requiere el país se debe formar en las escuelas, con la guía de los maestros, a través de una educación humanista.

En síntesis la educación en valores debe promover que la escuela se convierta en un espacio para el ejercicio de la democracia; para el fortalecimiento de la cultura nacional, para el reconocimiento de la diversidad cultural y étnica; para el ejercicio de la equidad, la justicia y la tolerancia, así como para el impulso a la cultura del trabajo y las relaciones respetuosas con el medio ambiente.

carlos_jorge27@hotmail.com