/ lunes 23 de mayo de 2022

La fallida estrategia de seguridad de Morena

No han sido una ni dos las veces que el presidente de la República ha defendido férreamente a los delincuentes y tampoco se le pide al garante del orden y la seguridad del país que no valore la vida de estas personas, solamente que ejerza el Estado de derecho y procese a quienes han acabado con la vida de miles de ciudadanos.

Porque a 42 meses que inició este gobierno de la llamada Cuarta Transformación, ha quedado más que claro que su estrategia de “abrazos, no balazos” no funcionó y si hubo una política de seguridad ha sido totalmente fallida.

La casa encuestadora TResearch contabilizó que en estos 3.5 años del gobierno morenista ya superó los 120 mil muertos a causa de la violencia, provocada precisamente por las personas que tanto defiende el Presidente.

Cifras no inventadas, sino recopiladas y proporcionadas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, misma que informó que hasta el 11 de mayo se habían cometido 120 mil 42 homicidios desde el pasado 1 de diciembre de 2018.

Cada día la violencia está fuera de control por todo el país y el Presidente pide no agredir a los delincuentes, pero nadie le quita su condición humana, solo pedimos justicia a las víctimas de los delincuentes, porque parece que su premisa de “abrazos, no balazos” define perfectamente la alianza entre el poder político y la delincuencia.

Tal parece que el Presidente, a través de su retórica, quiere controlar el país e implementar su ideología y con ello normalizar la violencia, llevándonos a una política criminal que únicamente está cobrando más vidas que en los sexenios anteriores, esos que tanto crítica y compara con su gobierno.

Y ni sus programas sociales que AMLO dice que son exitosos, ni la presunta atención y el “no pasa nada” que dice en sus mañaneras, han podido ante las causas que originan la violencia en el país, nada de eso ha sido suficiente para abatir y disminuir los altos niveles de violencia y criminalidad que estamos padeciendo.

Tan solo este mes se perfila como uno de los más violentos de este gobierno que, en sus primeros 15 días, registró más de mil 200 asesinatos y un promedio de 82 al día, una de las peores cifras en dos años, posicionando a los estados de México, Guanajuato y Michoacán como los que acumulan las mayores tasas de asesinatos.

Hoy México llora a más de 120 mil muertos por la violencia en el gobierno de la 4T, lo que antes fueron ríos, hoy son mares de sangre con los muertos de AMLO, que un día sí y el otro también inundan al país.

Ese es el resultado de su política de seguridad, ya vimos que los abrazos no evitan los balazos y lo peor que aún faltan más de dos años de este mortífero y letal gobierno transformador.

(*) Coordinador de los senadores del PAN

No han sido una ni dos las veces que el presidente de la República ha defendido férreamente a los delincuentes y tampoco se le pide al garante del orden y la seguridad del país que no valore la vida de estas personas, solamente que ejerza el Estado de derecho y procese a quienes han acabado con la vida de miles de ciudadanos.

Porque a 42 meses que inició este gobierno de la llamada Cuarta Transformación, ha quedado más que claro que su estrategia de “abrazos, no balazos” no funcionó y si hubo una política de seguridad ha sido totalmente fallida.

La casa encuestadora TResearch contabilizó que en estos 3.5 años del gobierno morenista ya superó los 120 mil muertos a causa de la violencia, provocada precisamente por las personas que tanto defiende el Presidente.

Cifras no inventadas, sino recopiladas y proporcionadas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, misma que informó que hasta el 11 de mayo se habían cometido 120 mil 42 homicidios desde el pasado 1 de diciembre de 2018.

Cada día la violencia está fuera de control por todo el país y el Presidente pide no agredir a los delincuentes, pero nadie le quita su condición humana, solo pedimos justicia a las víctimas de los delincuentes, porque parece que su premisa de “abrazos, no balazos” define perfectamente la alianza entre el poder político y la delincuencia.

Tal parece que el Presidente, a través de su retórica, quiere controlar el país e implementar su ideología y con ello normalizar la violencia, llevándonos a una política criminal que únicamente está cobrando más vidas que en los sexenios anteriores, esos que tanto crítica y compara con su gobierno.

Y ni sus programas sociales que AMLO dice que son exitosos, ni la presunta atención y el “no pasa nada” que dice en sus mañaneras, han podido ante las causas que originan la violencia en el país, nada de eso ha sido suficiente para abatir y disminuir los altos niveles de violencia y criminalidad que estamos padeciendo.

Tan solo este mes se perfila como uno de los más violentos de este gobierno que, en sus primeros 15 días, registró más de mil 200 asesinatos y un promedio de 82 al día, una de las peores cifras en dos años, posicionando a los estados de México, Guanajuato y Michoacán como los que acumulan las mayores tasas de asesinatos.

Hoy México llora a más de 120 mil muertos por la violencia en el gobierno de la 4T, lo que antes fueron ríos, hoy son mares de sangre con los muertos de AMLO, que un día sí y el otro también inundan al país.

Ese es el resultado de su política de seguridad, ya vimos que los abrazos no evitan los balazos y lo peor que aún faltan más de dos años de este mortífero y letal gobierno transformador.

(*) Coordinador de los senadores del PAN