/ miércoles 14 de agosto de 2019

La fractura panista

La fractura al interior de Acción Nacional está a todo lo que da.

Fiel a su estilo, el grupo de los llamados Yunes azules lanza acusaciones contra todo y contra todos. El ex candidato panista al gobierno estatal, Miguel Ángel Yunes Márquez, habla de un intento de intromisión en la contienda interna de su partido, por parte de Morena y Gobierno del Estado. También acusa a quienes apoyan a Joaquín Guzmán Avilés por traición; y recurre a la máxima de que si no están conmigo, estás contra mí.

En la encerrona que sostuvieron Yunes Linares y los hermanos Yunes Márquez –Miguel Ángel y Fernando– con la estructura de apoyo a José de Jesús Mancha, se vio envalentonada a esa fracción del panismo veracruzano, cuyos más conspicuos representantes lanzaban retos a Morena en el tono de les vamos a partir la madre, electoralmente, claro.

Parece que Yunes Linares no está dispuesto a permitir que le crezcan los enanos y por ello lanzó el grito de guerra contra Guzmán Avilés, a quien acusa por presuntos vínculos con Morena y el Gobierno de Veracruz.

De acuerdo con la lógica yunista, al gobierno estatal de Cuitláhuac García no le conviene una dirigencia panista contestataria, aguerrida y fuerte, como la que según el grupo del ex gobernador representaría Pepe Mancha, ajá; sino una oposición dócil, apaciguada y tibia, como la que significaría el cacique de La Huasteca.

Ya encarrerado, Yunes Márquez lanza críticas contra quien fungiera como secretario de Agricultura durante el gobierno estatal de Yunes Linares.

Deja entrever que El Chapo, como se le conoce en el ambiente político a Guzmán Avilés, pactó con Morena y que, incluso, desde el gobierno veracruzano estarían buscando el apoyo de los alcaldes panistas a esa candidatura a la dirigencia estatal.

Parece que a Yunes Linares, el titiritero detrás de Pepe Mancha, no le gustó ni tantito el apoyo que expresaron a Guzmán Avilés algunos cuadros destacados del panismo veracruzano, como los diputados locales Omar Miranda y Bingen Rementería, quien no sólo representa una posición importante por sí mismo, sino por ser la punta de lanza de un grupo que podría inclinar la balanza a favor del ex alcalde de Tantoyuca: el del senador Julen Rementería del Puerto.

En un análisis hasta cierto punto superficial de la fractura del panismo veracruzano, cualquiera podría decir que la reunión encabezada por Yunes fue una muestra del músculo de ese grupo; sin embargo, también se podría hablar de un intento desesperado por mantener el control del partido; a fin de cuentas, la dirigencia que sea electa en la contienda interna del PAN llevará mano en el proceso de selección de los candidatos que aparecerán en las boletas de 2021.

Veremos, en la contienda albiazul de septiembre próximo, si al grupo que impulsa la candidatura de Pepe Mancha le alcanza para mantener el control del partido, o si el cacique de la Huasteca logra imponerse, ahora que Yunes no tiene la ventaja que implica el gobierno del Estado.

Por otro lado, mientras Morena camina con tranquilidad, los panistas se dan hasta con la cubeta en su lucha por el comité estatal. @luisromero85

La fractura al interior de Acción Nacional está a todo lo que da.

Fiel a su estilo, el grupo de los llamados Yunes azules lanza acusaciones contra todo y contra todos. El ex candidato panista al gobierno estatal, Miguel Ángel Yunes Márquez, habla de un intento de intromisión en la contienda interna de su partido, por parte de Morena y Gobierno del Estado. También acusa a quienes apoyan a Joaquín Guzmán Avilés por traición; y recurre a la máxima de que si no están conmigo, estás contra mí.

En la encerrona que sostuvieron Yunes Linares y los hermanos Yunes Márquez –Miguel Ángel y Fernando– con la estructura de apoyo a José de Jesús Mancha, se vio envalentonada a esa fracción del panismo veracruzano, cuyos más conspicuos representantes lanzaban retos a Morena en el tono de les vamos a partir la madre, electoralmente, claro.

Parece que Yunes Linares no está dispuesto a permitir que le crezcan los enanos y por ello lanzó el grito de guerra contra Guzmán Avilés, a quien acusa por presuntos vínculos con Morena y el Gobierno de Veracruz.

De acuerdo con la lógica yunista, al gobierno estatal de Cuitláhuac García no le conviene una dirigencia panista contestataria, aguerrida y fuerte, como la que según el grupo del ex gobernador representaría Pepe Mancha, ajá; sino una oposición dócil, apaciguada y tibia, como la que significaría el cacique de La Huasteca.

Ya encarrerado, Yunes Márquez lanza críticas contra quien fungiera como secretario de Agricultura durante el gobierno estatal de Yunes Linares.

Deja entrever que El Chapo, como se le conoce en el ambiente político a Guzmán Avilés, pactó con Morena y que, incluso, desde el gobierno veracruzano estarían buscando el apoyo de los alcaldes panistas a esa candidatura a la dirigencia estatal.

Parece que a Yunes Linares, el titiritero detrás de Pepe Mancha, no le gustó ni tantito el apoyo que expresaron a Guzmán Avilés algunos cuadros destacados del panismo veracruzano, como los diputados locales Omar Miranda y Bingen Rementería, quien no sólo representa una posición importante por sí mismo, sino por ser la punta de lanza de un grupo que podría inclinar la balanza a favor del ex alcalde de Tantoyuca: el del senador Julen Rementería del Puerto.

En un análisis hasta cierto punto superficial de la fractura del panismo veracruzano, cualquiera podría decir que la reunión encabezada por Yunes fue una muestra del músculo de ese grupo; sin embargo, también se podría hablar de un intento desesperado por mantener el control del partido; a fin de cuentas, la dirigencia que sea electa en la contienda interna del PAN llevará mano en el proceso de selección de los candidatos que aparecerán en las boletas de 2021.

Veremos, en la contienda albiazul de septiembre próximo, si al grupo que impulsa la candidatura de Pepe Mancha le alcanza para mantener el control del partido, o si el cacique de la Huasteca logra imponerse, ahora que Yunes no tiene la ventaja que implica el gobierno del Estado.

Por otro lado, mientras Morena camina con tranquilidad, los panistas se dan hasta con la cubeta en su lucha por el comité estatal. @luisromero85