/ martes 13 de noviembre de 2018

La fractura panista en Veracruz

La elección interna panista del pasado domingo llamó la atención por el resultado tan apretado que arrojó.

Dos malos candidatos se enfrentaron en una batalla doméstica para elegir al nuevo dirigente estatal de un partido político que viene de una de sus derrotas más dolorosas en la entidad.

Para un grupo como el de la familia Yunes debe ser terrible tener y después perder el poder.

Hay que recordar que el PAN logró en 2016 un histórico triunfo al conseguir no sólo la gubernatura de Veracruz, sino la mayoría en la Legislatura del Estado.

Dos años después, en 2018, Acción Nacional no sólo dejó ir el Poder Ejecutivo, que en menos de 20 días asumirá Cuitláhuac García, de Morena, sino que también quedó con una fuerza diezmada en la Legislatura, donde ahora sólo tiene 14 diputados.

En ese contexto se enmarca la elección interna en el blanquiazul, donde se enfrentaron dos personajes sobre los que pesan señalamientos por un desempeño sospechoso, uno en el PAN y el otro, en el gabinete yunista.

José de Jesús Mancha tiene una imagen cuestionable por los señalamientos sobre un presunto beneficio en la asignación de contratos de obra por parte de la Secretaria de Infraestructura del Gobierno del Estado.

Se habla de nueve contratos a cinco empresas vinculadas con el dirigente panista por unos 70 millones de pesos.

El otro aspirante a la dirigencia estatal del PAN es Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, ex alcalde de Tantoyuca, ex diputado local y ex titular de la Sedarpa durante un año y medio del gobierno de Miguel Ángel Yunes. A su paso por este último espacio, Joaquín Guzmán fue señalado por su desempeño, dado que el Órgano de Fiscalización Superior del Estado emitió una larga lista de observaciones a la cuenta pública 2017.

Pues bien, Pepe Mancha, con el apoyo de la estructura de Yunes Linares; y Joaquín Guzmán, con el impuso del grupo de Enrique Cambranis y Tito Delfín, se enfrentaron en las urnas el pasado domingo, cuando ambos personajes se asumieron como triunfadores de la jornada.

Durante las primeras horas de este martes se efectuó el conteo final de los votos; el acta emitida habla de una ventaja de 441 sufragios en favor del alfil del grupo Yunes, quien obtuvo 9 mil 474 contra 9 mil 34 de Guzmán Avilés.

Lo que llamó la atención fue que a pesar del evidente apoyo del grupo en el gobierno del estado, Pepe Mancha no pudo lograr una victoria contundente; de hecho, Guzmán Avilés anticipó que recurrirá a los tribunales para defender el resultado que –insiste– le fue favorable. Por cierto, una muestra de la fractura interna panista se observa en el acta de cómputo, que no fue firmada por el representante del de Tantoyuca.

Lo evidente, también, es que a menos de 20 días de su despedida del gobierno estatal, incluso al interior de Acción Nacional la fuerza de Yunes Linares no es la misma que hace unos meses; se anticipa, en ese sentido, que una vez que entregue el cargo de gobernador comenzará la verdadera lucha interna en el partido, que será determinante para la selección de candidatos en el proceso de 2021, cuando se elegirá a los ediles y diputados que estarán en funciones en la siguiente contienda por la gubernatura. @luisromero85


La elección interna panista del pasado domingo llamó la atención por el resultado tan apretado que arrojó.

Dos malos candidatos se enfrentaron en una batalla doméstica para elegir al nuevo dirigente estatal de un partido político que viene de una de sus derrotas más dolorosas en la entidad.

Para un grupo como el de la familia Yunes debe ser terrible tener y después perder el poder.

Hay que recordar que el PAN logró en 2016 un histórico triunfo al conseguir no sólo la gubernatura de Veracruz, sino la mayoría en la Legislatura del Estado.

Dos años después, en 2018, Acción Nacional no sólo dejó ir el Poder Ejecutivo, que en menos de 20 días asumirá Cuitláhuac García, de Morena, sino que también quedó con una fuerza diezmada en la Legislatura, donde ahora sólo tiene 14 diputados.

En ese contexto se enmarca la elección interna en el blanquiazul, donde se enfrentaron dos personajes sobre los que pesan señalamientos por un desempeño sospechoso, uno en el PAN y el otro, en el gabinete yunista.

José de Jesús Mancha tiene una imagen cuestionable por los señalamientos sobre un presunto beneficio en la asignación de contratos de obra por parte de la Secretaria de Infraestructura del Gobierno del Estado.

Se habla de nueve contratos a cinco empresas vinculadas con el dirigente panista por unos 70 millones de pesos.

El otro aspirante a la dirigencia estatal del PAN es Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, ex alcalde de Tantoyuca, ex diputado local y ex titular de la Sedarpa durante un año y medio del gobierno de Miguel Ángel Yunes. A su paso por este último espacio, Joaquín Guzmán fue señalado por su desempeño, dado que el Órgano de Fiscalización Superior del Estado emitió una larga lista de observaciones a la cuenta pública 2017.

Pues bien, Pepe Mancha, con el apoyo de la estructura de Yunes Linares; y Joaquín Guzmán, con el impuso del grupo de Enrique Cambranis y Tito Delfín, se enfrentaron en las urnas el pasado domingo, cuando ambos personajes se asumieron como triunfadores de la jornada.

Durante las primeras horas de este martes se efectuó el conteo final de los votos; el acta emitida habla de una ventaja de 441 sufragios en favor del alfil del grupo Yunes, quien obtuvo 9 mil 474 contra 9 mil 34 de Guzmán Avilés.

Lo que llamó la atención fue que a pesar del evidente apoyo del grupo en el gobierno del estado, Pepe Mancha no pudo lograr una victoria contundente; de hecho, Guzmán Avilés anticipó que recurrirá a los tribunales para defender el resultado que –insiste– le fue favorable. Por cierto, una muestra de la fractura interna panista se observa en el acta de cómputo, que no fue firmada por el representante del de Tantoyuca.

Lo evidente, también, es que a menos de 20 días de su despedida del gobierno estatal, incluso al interior de Acción Nacional la fuerza de Yunes Linares no es la misma que hace unos meses; se anticipa, en ese sentido, que una vez que entregue el cargo de gobernador comenzará la verdadera lucha interna en el partido, que será determinante para la selección de candidatos en el proceso de 2021, cuando se elegirá a los ediles y diputados que estarán en funciones en la siguiente contienda por la gubernatura. @luisromero85