/ miércoles 7 de abril de 2021

La fragilidad de los sistemas complejos

Todos mentimos para protegernos de las consecuencias de la verdad, aunque no todas las mentiras son igualmente dañinas.

La mentira es una vieja compañera de la humanidad, pero no puede negarse que impide las relaciones auténticas y quien la usa en exceso se vuelve opaco e indigno de confianza.

Mentimos al exagerar la realidad o minimizándola. Cuando decimos que no hay nada de que preocuparse.

Los políticos mienten en campaña o exageran promesas que después serán incapaces de cumplir.

Algunos grandes grupos financieros les mienten a sus clientes para enriquecerse ilícitamente. La gente miente en los juzgados arriesgándose a ir a la cárcel, con tal de perpetrar una venganza.

Mienten los gobernantes y los políticos con tal de no perder el poder.

Mentir es un acto cooperativo.

Insisto, no hay nada más revolucionario que leer. Jesús Zamora Bonilla es un filósofo y economista español que además es novelista. Así fue como supe de él inicialmente, por “Día de Reyes”, su primera novela, bastante agradable. Le siguió “Errar es de ángeles”, que es la mejor que ha escrito y que debería usted de leer. Sin embargo, además de ello ha publicado varios libros más académicos, o como gustemos llamarles. Hace poco salió “Contra apocalípticos”, que es un gran texto dirigido a algunas de las modas que hoy angustian innecesariamente a millones de personas.

Desde el inicio del libro aclara su posición, está convencido del daño que producimos al planeta con nuestros excesos, de la necesidad de tratar con dignidad a los animales y de la importancia de entender la posición de otras personas. Sin embargo, precisamente por este último elemento, Zamora se define como un relativista moral. Porque estos temas, más allá de datos y evidencias, suelen discutirse precisamente en términos morales, y la moralidad no existe en la realidad, sino en nosotros.

El libro se dirige a las posiciones extremas que hoy son populares en tres temas: ecologismo, animalismo y post humanismo.

En los tres casos, como decía Zamora, toma una posición lo más racional posible, tanto en lo que tiene que ver con el uso de datos y evidencias, como en su misma definición relativista.

Zamora toma la misma posición, relativista, al referirse al animalismo, que propone que dejemos de considerarnos una especie diferente "especial", y tratemos a otros animales de la misma forma que nos tratamos. Creo que habrá pocas personas que crean que los animales deben ser tratados con crueldad, pero de ahí no se llega a la necesidad de considerarlos como personas.

Finalmente, Zamora se enfoca en las nuevas ideas acerca del futuro del transhumanismo (poco) y del post humanismo (más). Revisa con detalle las posturas de varias estudiosas (son en su mayoría mujeres) y, como en los dos temas previos, insiste en que debemos mantener una posición flexible acerca de lo que no entendemos bien.

Mencioné al inicio la condición del novelista de Zamora porque creo es un deleite leerlo. A diferencia de otros textos de orientación académica, o sobre estos temas tan polémicos. Contra apocalípticos se lee fácil, se disfruta y ayuda mucho a pensar en serio estos temas que estarán con nosotros las próximas décadas. Hay que entenderlos, hay que resolver lo que se pueda y hay que mantener esa posición flexible, no despreocupada, frente a asuntos que no entendemos a cabalidad.

Cambiando de tema: Mujeres católicas piden al Vaticano renovar ética sexual de la Iglesia. A través de una carta abierta, organizaciones pidieron revertir la posición de la Iglesia acerca de no bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo porque Dios "no puede bendecir el pecado".

Cinco organizaciones de mujeres católicas en zonas de habla alemana han dado a conocer a través de una carta abierta al Vaticano su posición de que los sacerdotes no pueden bendecir las uniones entre personas del mismo sexo.

La carta a la oficina defensora de la ortodoxia del Vaticano, lleva las firmas de dos grupos en Alemania y otros en Austria, Suiza y Tirol del Sur, la región del habla alemana del norte de Italia. Los grupos tienen un millón de miembros en total.

Al mismo tiempo, el documento de la congregación ratificó que la Iglesia acoge y bendice a las personas gay, pero sostuvo que las uniones no forman parte del plan de Dios y que su reconocimiento sacramental podría confundirse con el matrimonio.

El documento agradó a los conservadores y desalentó a los defensores de los LGBT católicos.

Todos mentimos para protegernos de las consecuencias de la verdad, aunque no todas las mentiras son igualmente dañinas.

La mentira es una vieja compañera de la humanidad, pero no puede negarse que impide las relaciones auténticas y quien la usa en exceso se vuelve opaco e indigno de confianza.

Mentimos al exagerar la realidad o minimizándola. Cuando decimos que no hay nada de que preocuparse.

Los políticos mienten en campaña o exageran promesas que después serán incapaces de cumplir.

Algunos grandes grupos financieros les mienten a sus clientes para enriquecerse ilícitamente. La gente miente en los juzgados arriesgándose a ir a la cárcel, con tal de perpetrar una venganza.

Mienten los gobernantes y los políticos con tal de no perder el poder.

Mentir es un acto cooperativo.

Insisto, no hay nada más revolucionario que leer. Jesús Zamora Bonilla es un filósofo y economista español que además es novelista. Así fue como supe de él inicialmente, por “Día de Reyes”, su primera novela, bastante agradable. Le siguió “Errar es de ángeles”, que es la mejor que ha escrito y que debería usted de leer. Sin embargo, además de ello ha publicado varios libros más académicos, o como gustemos llamarles. Hace poco salió “Contra apocalípticos”, que es un gran texto dirigido a algunas de las modas que hoy angustian innecesariamente a millones de personas.

Desde el inicio del libro aclara su posición, está convencido del daño que producimos al planeta con nuestros excesos, de la necesidad de tratar con dignidad a los animales y de la importancia de entender la posición de otras personas. Sin embargo, precisamente por este último elemento, Zamora se define como un relativista moral. Porque estos temas, más allá de datos y evidencias, suelen discutirse precisamente en términos morales, y la moralidad no existe en la realidad, sino en nosotros.

El libro se dirige a las posiciones extremas que hoy son populares en tres temas: ecologismo, animalismo y post humanismo.

En los tres casos, como decía Zamora, toma una posición lo más racional posible, tanto en lo que tiene que ver con el uso de datos y evidencias, como en su misma definición relativista.

Zamora toma la misma posición, relativista, al referirse al animalismo, que propone que dejemos de considerarnos una especie diferente "especial", y tratemos a otros animales de la misma forma que nos tratamos. Creo que habrá pocas personas que crean que los animales deben ser tratados con crueldad, pero de ahí no se llega a la necesidad de considerarlos como personas.

Finalmente, Zamora se enfoca en las nuevas ideas acerca del futuro del transhumanismo (poco) y del post humanismo (más). Revisa con detalle las posturas de varias estudiosas (son en su mayoría mujeres) y, como en los dos temas previos, insiste en que debemos mantener una posición flexible acerca de lo que no entendemos bien.

Mencioné al inicio la condición del novelista de Zamora porque creo es un deleite leerlo. A diferencia de otros textos de orientación académica, o sobre estos temas tan polémicos. Contra apocalípticos se lee fácil, se disfruta y ayuda mucho a pensar en serio estos temas que estarán con nosotros las próximas décadas. Hay que entenderlos, hay que resolver lo que se pueda y hay que mantener esa posición flexible, no despreocupada, frente a asuntos que no entendemos a cabalidad.

Cambiando de tema: Mujeres católicas piden al Vaticano renovar ética sexual de la Iglesia. A través de una carta abierta, organizaciones pidieron revertir la posición de la Iglesia acerca de no bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo porque Dios "no puede bendecir el pecado".

Cinco organizaciones de mujeres católicas en zonas de habla alemana han dado a conocer a través de una carta abierta al Vaticano su posición de que los sacerdotes no pueden bendecir las uniones entre personas del mismo sexo.

La carta a la oficina defensora de la ortodoxia del Vaticano, lleva las firmas de dos grupos en Alemania y otros en Austria, Suiza y Tirol del Sur, la región del habla alemana del norte de Italia. Los grupos tienen un millón de miembros en total.

Al mismo tiempo, el documento de la congregación ratificó que la Iglesia acoge y bendice a las personas gay, pero sostuvo que las uniones no forman parte del plan de Dios y que su reconocimiento sacramental podría confundirse con el matrimonio.

El documento agradó a los conservadores y desalentó a los defensores de los LGBT católicos.