/ lunes 16 de mayo de 2022

La inflación crece y los bolsillos mexicanos se reducen

El fin de semana pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo de gira en el puerto de Veracruz, donde pidió sumar voluntades y solicitó el apoyo de campesinos para lograr detener la inflación que hoy tenemos en el país.

El Ejecutivo federal ahora pide “apoyo”, mientras en su gira por Centroamérica y El Caribe regresó con la noticia de que financiará la dictadura cubana; su refinería de Dos Bocas ya rebasó el presupuesto y la 4T le inyectará unos 5 mil millones de dólares más, pero eso sí, días antes de su gira internacional presentó un Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) sobre 24 productos.

Cuánta incongruencia hay en sus palabras, no por augurar un mal pronóstico al Plan Inflacionario, sino que después de venir de una economía con números nada alentadores y a más de dos años de una pandemia mal manejada en todos los sentidos, esta propuesta viene un poco a destiempo siendo limitada e insuficiente ante la dimensión del problema que ha ocasionado la inflación y la crisis económica en el país.

Recordemos que a diferencia de otros países que implementaron medidas económicas para enfrentar la pandemia, México no tuvo esa reacción, todo lo contrario, abandonó a las grandes y pequeñas empresas, no hubo un apoyo a las familias más pobres, esos pobres que este gobierno multiplicó y que hoy suman más de 10 millones, a quienes un día sí y el otro también no les alcanza para la canasta básica.

Claro que no todo es culpa del Gobierno, entre sus culpas está no haber reaccionado a tiempo para enfrentar la escalada inflacionaria de los últimos meses. Y a esto hay que agregarle las consecuencias que genera la guerra de Rusia contra Ucrania, como las medidas sanitarias estrictas de China, que también nos dejan duros remanentes.

A la fecha, al acumularse 14 meses consecutivos de inflación, implica un fuerte golpe para los bolsillos de las familias mexicanas, que de por sí está muy afectado por la crisis económica en nuestro país y ante el alza de los precios en la canasta alimentaria, simplemente no les alcanza para abastecer su despensa y el Presidente busca generar un control de precios. Estamos ante un golpe fuerte de una inflación que crece y crece, mientras los bolsillos de los mexicanos se reducen, y es un panorama desalentador porque también muestra que el crecimiento en la economía del país se disminuye y nos lleva más lejos de una recuperación económica plena.

Hoy en sus discursos el Presidente le dice a los campesinos que hay sembrar la mayor cantidad de granos básicos en el país para lograr la autosuficiencia alimentaria, para superar la “calamidad mundial de la inflación”, y fiel a su costumbre también amenaza al decir que exhibirá a las cadenas que incumplan con su Paquete contra la Inflación.

Pero el mandatario federal olvida que en su plan están incluidos empresas y empresarios y por ende, su plan antiinflacionario debe contener apoyos a la inversión y a las cadenas productivas, no solo regalar palabras motivadoras, sino acciones a los grandes y pequeños productores del campo, porque el incrementar la producción de granos tampoco es algo que pueda alcanzarse en corto plazo, al depender de los ciclos de cosecha.

Tal parece que el plan es que no hay plan, porque el mismo Presidente que ha presumido conocer todo el país debe saber que un control de precios resultaría desastroso, ya que estos deben ajustarse según el estado o región, y más si se enfoca específicamente en 24 productos, y no es como él piensa que “no tiene mucha ciencia gobernar".

(*) Coordinador de los senadores del PAN

El fin de semana pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo de gira en el puerto de Veracruz, donde pidió sumar voluntades y solicitó el apoyo de campesinos para lograr detener la inflación que hoy tenemos en el país.

El Ejecutivo federal ahora pide “apoyo”, mientras en su gira por Centroamérica y El Caribe regresó con la noticia de que financiará la dictadura cubana; su refinería de Dos Bocas ya rebasó el presupuesto y la 4T le inyectará unos 5 mil millones de dólares más, pero eso sí, días antes de su gira internacional presentó un Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) sobre 24 productos.

Cuánta incongruencia hay en sus palabras, no por augurar un mal pronóstico al Plan Inflacionario, sino que después de venir de una economía con números nada alentadores y a más de dos años de una pandemia mal manejada en todos los sentidos, esta propuesta viene un poco a destiempo siendo limitada e insuficiente ante la dimensión del problema que ha ocasionado la inflación y la crisis económica en el país.

Recordemos que a diferencia de otros países que implementaron medidas económicas para enfrentar la pandemia, México no tuvo esa reacción, todo lo contrario, abandonó a las grandes y pequeñas empresas, no hubo un apoyo a las familias más pobres, esos pobres que este gobierno multiplicó y que hoy suman más de 10 millones, a quienes un día sí y el otro también no les alcanza para la canasta básica.

Claro que no todo es culpa del Gobierno, entre sus culpas está no haber reaccionado a tiempo para enfrentar la escalada inflacionaria de los últimos meses. Y a esto hay que agregarle las consecuencias que genera la guerra de Rusia contra Ucrania, como las medidas sanitarias estrictas de China, que también nos dejan duros remanentes.

A la fecha, al acumularse 14 meses consecutivos de inflación, implica un fuerte golpe para los bolsillos de las familias mexicanas, que de por sí está muy afectado por la crisis económica en nuestro país y ante el alza de los precios en la canasta alimentaria, simplemente no les alcanza para abastecer su despensa y el Presidente busca generar un control de precios. Estamos ante un golpe fuerte de una inflación que crece y crece, mientras los bolsillos de los mexicanos se reducen, y es un panorama desalentador porque también muestra que el crecimiento en la economía del país se disminuye y nos lleva más lejos de una recuperación económica plena.

Hoy en sus discursos el Presidente le dice a los campesinos que hay sembrar la mayor cantidad de granos básicos en el país para lograr la autosuficiencia alimentaria, para superar la “calamidad mundial de la inflación”, y fiel a su costumbre también amenaza al decir que exhibirá a las cadenas que incumplan con su Paquete contra la Inflación.

Pero el mandatario federal olvida que en su plan están incluidos empresas y empresarios y por ende, su plan antiinflacionario debe contener apoyos a la inversión y a las cadenas productivas, no solo regalar palabras motivadoras, sino acciones a los grandes y pequeños productores del campo, porque el incrementar la producción de granos tampoco es algo que pueda alcanzarse en corto plazo, al depender de los ciclos de cosecha.

Tal parece que el plan es que no hay plan, porque el mismo Presidente que ha presumido conocer todo el país debe saber que un control de precios resultaría desastroso, ya que estos deben ajustarse según el estado o región, y más si se enfoca específicamente en 24 productos, y no es como él piensa que “no tiene mucha ciencia gobernar".

(*) Coordinador de los senadores del PAN