/ viernes 28 de febrero de 2020

La justa exigencia de seguridad

Cinco días después del ataque armado perpetrado por un grupo delictivo a la base de la Comandancia de la Fuerza Civil en Huatusco, que se extendió a Córdoba, Tezonapa y Fortín de las Flores con el trágico saldo de cuatro policías muertos, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez encabezó, ayer, en Córdoba, la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz.

La reunión la hizo forzado por presiones mediáticas que atribuyen incapacidad a su gobierno para frenar la creciente violencia y el inmenso poder que acumulan y demuestran los carteles del crimen, virtualmente convertidos en dueños del territorio estatal. No hubo un comunicado oficial ni acceso a la reunión sostenida con los mandos del Ejército, Marina, Policía Federal, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Pública del Estado y los alcaldes de la zona, pero previamente el mandatario declaró que el gobierno mantendrá el esfuerzo para reducir los índices delictivos en la zona y que serían revisadas las estrategias aplicadas en esta lucha. En realidad no hay mucho que revisar; hechos como la balacera ocurrida en esa zona y los cientos de asesinatos y secuestros impunes, indican que las políticas en esta materia han sido equivocadas. ¿Qué se debe hacer? Es una cuestión que deben decidir los expertos, que sí los hay, para devolver la tranquilidad que han perdido millones de veracruzanos. ¿De qué sirve que en esas reuniones se den a conocer cifras de delitos que se cometen diariamente, de qué tipo son, si éstos bajan o se incrementan, cuáles lugares son foco rojo en el mapa estatal o el seguimiento que llevan de objetivos criminales?. Eso es lo que menos interesa a los ciudadanos, lo que anhelan es que se limpie de corrupción y vínculos que puedan existir entre autoridades y delincuentes y no continúen los hechos de terror o siga la zozobra en las calles. Seguir igual, o peor como es el caso, erosiona la confianza pública e impacta en todas las actividades socioeconómicas del estado. Veracruz ha sido tema nacional por la violencia, equiparable a lo que ha pasado en Sinaloa, Tamaulipas, Guerrero o Morelos, una situación jamás imaginada, con similitudes a épocas negras conmocionaron al mundo entre las mafias de Chicago, Sicilia, Colombia o Rusia. En la actualidad, sólo puede equipararse a los actos irracionales de terrorismo que han sucedido en Europa o Estados Unidos, como lo ha calificado el gobierno estadounidense después de la masacre de nueve miembros de la familia LeBarón el año pasado en los límites de Chihuahua y Durango. Urgen resultados que manden otro mensaje, de que por fin habrá paz y tranquilidad en la entidad veracruzana.

“CASITA BLANCA”, EN LAMENTABLE ABANDONO

La que fuera “casita blanca” del músico-poeta Agustín Lara, en el bulevar Manuel Avila Camacho, muestra un evidente abandono, producto de la falta de mantenimiento al estar localizada en un sitio de elevada corrosión. Hace falta que el gobierno del estado preste atención a esta casa-museo, de otra manera el deterioro puede poner el riesgo ese inmueble de gran valor cultural.

PIDEN AUMENTO AL PRECIO DEL PASAJE

Los empresarios del servicio urbano de transporte insisten en solicitar un incremento en el costo del pasaje, que permita les utilidades. Es justo, lo señalamos en una entrega anterior, como también actualizar las tarifas del taxis. Ese incremento debe sert moderado, y en cambio, los concesionarios deben ser obligados a mejorar la calidad del servicio, que incluiría la renovación de al menos el 50 por ciento de las chatarras que utilizan para prestarlo, eso sería lo justo.

Cinco días después del ataque armado perpetrado por un grupo delictivo a la base de la Comandancia de la Fuerza Civil en Huatusco, que se extendió a Córdoba, Tezonapa y Fortín de las Flores con el trágico saldo de cuatro policías muertos, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez encabezó, ayer, en Córdoba, la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz.

La reunión la hizo forzado por presiones mediáticas que atribuyen incapacidad a su gobierno para frenar la creciente violencia y el inmenso poder que acumulan y demuestran los carteles del crimen, virtualmente convertidos en dueños del territorio estatal. No hubo un comunicado oficial ni acceso a la reunión sostenida con los mandos del Ejército, Marina, Policía Federal, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Pública del Estado y los alcaldes de la zona, pero previamente el mandatario declaró que el gobierno mantendrá el esfuerzo para reducir los índices delictivos en la zona y que serían revisadas las estrategias aplicadas en esta lucha. En realidad no hay mucho que revisar; hechos como la balacera ocurrida en esa zona y los cientos de asesinatos y secuestros impunes, indican que las políticas en esta materia han sido equivocadas. ¿Qué se debe hacer? Es una cuestión que deben decidir los expertos, que sí los hay, para devolver la tranquilidad que han perdido millones de veracruzanos. ¿De qué sirve que en esas reuniones se den a conocer cifras de delitos que se cometen diariamente, de qué tipo son, si éstos bajan o se incrementan, cuáles lugares son foco rojo en el mapa estatal o el seguimiento que llevan de objetivos criminales?. Eso es lo que menos interesa a los ciudadanos, lo que anhelan es que se limpie de corrupción y vínculos que puedan existir entre autoridades y delincuentes y no continúen los hechos de terror o siga la zozobra en las calles. Seguir igual, o peor como es el caso, erosiona la confianza pública e impacta en todas las actividades socioeconómicas del estado. Veracruz ha sido tema nacional por la violencia, equiparable a lo que ha pasado en Sinaloa, Tamaulipas, Guerrero o Morelos, una situación jamás imaginada, con similitudes a épocas negras conmocionaron al mundo entre las mafias de Chicago, Sicilia, Colombia o Rusia. En la actualidad, sólo puede equipararse a los actos irracionales de terrorismo que han sucedido en Europa o Estados Unidos, como lo ha calificado el gobierno estadounidense después de la masacre de nueve miembros de la familia LeBarón el año pasado en los límites de Chihuahua y Durango. Urgen resultados que manden otro mensaje, de que por fin habrá paz y tranquilidad en la entidad veracruzana.

“CASITA BLANCA”, EN LAMENTABLE ABANDONO

La que fuera “casita blanca” del músico-poeta Agustín Lara, en el bulevar Manuel Avila Camacho, muestra un evidente abandono, producto de la falta de mantenimiento al estar localizada en un sitio de elevada corrosión. Hace falta que el gobierno del estado preste atención a esta casa-museo, de otra manera el deterioro puede poner el riesgo ese inmueble de gran valor cultural.

PIDEN AUMENTO AL PRECIO DEL PASAJE

Los empresarios del servicio urbano de transporte insisten en solicitar un incremento en el costo del pasaje, que permita les utilidades. Es justo, lo señalamos en una entrega anterior, como también actualizar las tarifas del taxis. Ese incremento debe sert moderado, y en cambio, los concesionarios deben ser obligados a mejorar la calidad del servicio, que incluiría la renovación de al menos el 50 por ciento de las chatarras que utilizan para prestarlo, eso sería lo justo.