/ jueves 23 de septiembre de 2021

La paz, un principio resolutivo

El pasado martes 21 se conmemoró el Día Internacional de la Paz; poca gente cree en ella y los que creemos sabemos que es una herramienta política, de gobierno, que se puede aplicar como multinivel.

La primera organización pacifista fue fundada en Estados Unidos, en la ciudad de Nueva York, en 1815, por David Low Dodge. Aunque tal postura tiene raíces en la edad media, el cristianismo primitivo y en las enseñanzas de Jesucristo, lo que implica una revolución silenciosa, que no por ello deja de ser fuerte en su expresión anímica en varios conglomerados, activistas y propulsores de la misma. Curiosamente en la filosofía china e hindú se ve muy reflejada, marcando tales principios de estabilidad; si bien podemos arrancar con las enseñanzas del buda, ya que el budismo en sí mismo da la oportunidad de que cada cual se convierta en un buda o iluminado.

No es mi intención hacer una apología del tema, toda vez que la historia de la humanidad, por contradictorio que parezca ha estado impulsada por diversos conflictos armados. Vemos la salida del ejército yanqui del territorio afgano, que por un lado aprieta a otros interesados y por el otro distiende hacia el interior de la Unión Americana la presión no necesaria al caso. Y coloca de nueva cuenta a dos naciones en el ojo del huracán, tanto a chinos como a rusos les llevará como tema principal el entenderse con el gobierno talibán.

Multinivel, en el sentido que todos sin exclusión podemos aplicar las armas del pacifismo en el trabajo, en la vía pública, en las acciones cotidianas de uno como individuo, sin por ello mermar nuestros posicionamientos de opinión y justicia para todos. Pacifistas, así serán llamados los hijos de Dios, hombres y mujeres, y aquí citaré algunas líneas bíblicas: 2 Pedro 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por medio de su gloria y virtud. Hebreos 2:18 Pues por cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él y por sus heridas fuimos nosotros sanados.

Y en Josué 1.9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Dios estará contigo dondequiera que vayas. Se debe notar algo muy importante aquí, la justicia y el valor para activarla, y no es necesario un raudal de balas o una sarta de ofensas para arreglar los humanos diferendos.

En el mismo orden de ideas podemos entresacar la situación actual, la cual ha aumentado la violencia intrafamiliar, la disolución elevada de contratos conyugales, el exacerbamiento no sólo de los ánimos, sino también de la depresión-ansiedad, que apertura un reto aún mayor para todos nosotros. No soy un corderito, soy humano, me enfado, irrumpo con cierta energía verbal si me provocan, pero trato en todo momento que mis argumentos sean ponderables de validez pacífica, e incluso prefiero retirarme cuando encuentro excesos de rispidez sin una base lógica y racional expresada. Luchemos por la paz de todos, es una llave que abre la felicidad interior.

El pasado martes 21 se conmemoró el Día Internacional de la Paz; poca gente cree en ella y los que creemos sabemos que es una herramienta política, de gobierno, que se puede aplicar como multinivel.

La primera organización pacifista fue fundada en Estados Unidos, en la ciudad de Nueva York, en 1815, por David Low Dodge. Aunque tal postura tiene raíces en la edad media, el cristianismo primitivo y en las enseñanzas de Jesucristo, lo que implica una revolución silenciosa, que no por ello deja de ser fuerte en su expresión anímica en varios conglomerados, activistas y propulsores de la misma. Curiosamente en la filosofía china e hindú se ve muy reflejada, marcando tales principios de estabilidad; si bien podemos arrancar con las enseñanzas del buda, ya que el budismo en sí mismo da la oportunidad de que cada cual se convierta en un buda o iluminado.

No es mi intención hacer una apología del tema, toda vez que la historia de la humanidad, por contradictorio que parezca ha estado impulsada por diversos conflictos armados. Vemos la salida del ejército yanqui del territorio afgano, que por un lado aprieta a otros interesados y por el otro distiende hacia el interior de la Unión Americana la presión no necesaria al caso. Y coloca de nueva cuenta a dos naciones en el ojo del huracán, tanto a chinos como a rusos les llevará como tema principal el entenderse con el gobierno talibán.

Multinivel, en el sentido que todos sin exclusión podemos aplicar las armas del pacifismo en el trabajo, en la vía pública, en las acciones cotidianas de uno como individuo, sin por ello mermar nuestros posicionamientos de opinión y justicia para todos. Pacifistas, así serán llamados los hijos de Dios, hombres y mujeres, y aquí citaré algunas líneas bíblicas: 2 Pedro 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por medio de su gloria y virtud. Hebreos 2:18 Pues por cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él y por sus heridas fuimos nosotros sanados.

Y en Josué 1.9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Dios estará contigo dondequiera que vayas. Se debe notar algo muy importante aquí, la justicia y el valor para activarla, y no es necesario un raudal de balas o una sarta de ofensas para arreglar los humanos diferendos.

En el mismo orden de ideas podemos entresacar la situación actual, la cual ha aumentado la violencia intrafamiliar, la disolución elevada de contratos conyugales, el exacerbamiento no sólo de los ánimos, sino también de la depresión-ansiedad, que apertura un reto aún mayor para todos nosotros. No soy un corderito, soy humano, me enfado, irrumpo con cierta energía verbal si me provocan, pero trato en todo momento que mis argumentos sean ponderables de validez pacífica, e incluso prefiero retirarme cuando encuentro excesos de rispidez sin una base lógica y racional expresada. Luchemos por la paz de todos, es una llave que abre la felicidad interior.