/ domingo 20 de mayo de 2018

La posverdad de Ricardo Anaya y Carolina Martínez será la tumba política de Anaya

La distorsión deliberada de los ingresos multimillonarios descubiertos al candidato de la coalición “Por México al Frente” sigue sin aclararse en la PGR, respecto a la participación de Ricardo Anaya Cortés en la compra-venta de una nave industrial cuyo costo se estima en 54 millones de pesos y por la participación en el negociazo que salpica al amigo incondicional del candidato, Manuel Barreiro Castañeda, quien pagó la millonaria cantidad antes dicha a la empresa Juniserra, SA de CV, de la que son socios curiosamente Ricardo Anaya, su esposa y sus suegros, según el señalamiento de David Alberto Aarón Galindo González y Daniel Rodríguez Velasco, sigue viva corroborando y acopiando pruebas incriminatorias.

La triangulación de los recursos también involucra a la empresa TESOREM, sociedad financiera que se atribuye como socios y dueños a los abogados Rodríguez Velasco-Galindo González, que han resultado también socios en diversos negocios con Manuel Barreiro, a quien inicialmente dijo desconocer el candidato Ricardo Anaya Cortés.

Aunque el candidato de la coalición “Por México al Frente” no pierde oportunidad para declarar que la PGR se prestó a un “uso faccioso” desde Los Pinos, para eliminarlo del juego político, lo cierto es que la carpeta de investigación sigue abierta y en cualquier tiempo podría consignarse ante un juez federal, quien podría dictar una orden de aprehensión en contra de Anaya.

Y por si lo anterior tuviera alguna justificación, como se han empeñado en decir el presidente nacional de PAN, Damián Zepeda, y el reconocido jurista Diego Fernández de Ceballos, suponiendo sin conceder que saliera impoluto Anaya de este millonario negocio, ahora resulta que a la señora Carolina Martínez Franco le aparecen en su cuenta bancaria de HSBC depósitos por más de 28 millones de pesos, cantidad que rebasa considerablemente los ingresos que ella y su esposo pudieran tener, aun suponiendo que ahorraran íntegramente sus ingresos declarados por un total de 400 mil pesos mensuales.

En un año y sin gastar un solo peso los esposos Ricardo Anaya y Carolina Martínez ahorrarían la suma de 4 millones 800 mil pesos, por lo que necesitarían haber ahorrado durante más de cinco años sus ingresos totales para acreditar la licitud de la cuenta bancaria de la esposa de Anaya.

Al parecer se trata de una estafa encubierta de los Anaya que se oculta en una posverdad.

La distorsión deliberada de los ingresos multimillonarios descubiertos al candidato de la coalición “Por México al Frente” sigue sin aclararse en la PGR, respecto a la participación de Ricardo Anaya Cortés en la compra-venta de una nave industrial cuyo costo se estima en 54 millones de pesos y por la participación en el negociazo que salpica al amigo incondicional del candidato, Manuel Barreiro Castañeda, quien pagó la millonaria cantidad antes dicha a la empresa Juniserra, SA de CV, de la que son socios curiosamente Ricardo Anaya, su esposa y sus suegros, según el señalamiento de David Alberto Aarón Galindo González y Daniel Rodríguez Velasco, sigue viva corroborando y acopiando pruebas incriminatorias.

La triangulación de los recursos también involucra a la empresa TESOREM, sociedad financiera que se atribuye como socios y dueños a los abogados Rodríguez Velasco-Galindo González, que han resultado también socios en diversos negocios con Manuel Barreiro, a quien inicialmente dijo desconocer el candidato Ricardo Anaya Cortés.

Aunque el candidato de la coalición “Por México al Frente” no pierde oportunidad para declarar que la PGR se prestó a un “uso faccioso” desde Los Pinos, para eliminarlo del juego político, lo cierto es que la carpeta de investigación sigue abierta y en cualquier tiempo podría consignarse ante un juez federal, quien podría dictar una orden de aprehensión en contra de Anaya.

Y por si lo anterior tuviera alguna justificación, como se han empeñado en decir el presidente nacional de PAN, Damián Zepeda, y el reconocido jurista Diego Fernández de Ceballos, suponiendo sin conceder que saliera impoluto Anaya de este millonario negocio, ahora resulta que a la señora Carolina Martínez Franco le aparecen en su cuenta bancaria de HSBC depósitos por más de 28 millones de pesos, cantidad que rebasa considerablemente los ingresos que ella y su esposo pudieran tener, aun suponiendo que ahorraran íntegramente sus ingresos declarados por un total de 400 mil pesos mensuales.

En un año y sin gastar un solo peso los esposos Ricardo Anaya y Carolina Martínez ahorrarían la suma de 4 millones 800 mil pesos, por lo que necesitarían haber ahorrado durante más de cinco años sus ingresos totales para acreditar la licitud de la cuenta bancaria de la esposa de Anaya.

Al parecer se trata de una estafa encubierta de los Anaya que se oculta en una posverdad.