La reforma eléctrica no pasó. Faltaron votos para alcanzar la mayoría calificada, es decir, las dos terceras partes de los votos.
Para muchos mexicanos la forma de leer este capítulo de la vida legislativa del país es de dos formas principalmente, por un lado, es un revés legislativo al Presidente, por otro, fue la oportunidad perfecta para exhibir a quienes están a favor de los intereses extranjeros y no los de la Nación. Un duro golpe político a la oposición.
¿Acaso no sabía el Presidente desde que asumió su cargo que los números no le favorecerían en caso de enviar reformas al Congreso? Siempre lo supo.
Durante la sesión del domingo, de parte de los diputados opositores que tomaron tribuna, vimos los mismos discursos, sin argumentos, una repetición de afirmaciones que ya habían sido discutidas e incluso aclaradas en las sesiones que se realizaron en San Lázaro semanas antes.
De parte de la bancada a favor, vimos una vez más argumentos donde el principal fue proteger los intereses de los mexicanos de la ambición de las empresas extranjeras.
Finalmente, la votación se realizó y la reforma no consiguió los 333 votos que se necesitaba.
Quienes votaron en contra de la reforma que envió el Presidente dejaron la puerta abierta para que las empresas extranjeras en un futuro puedan cobrar lo que quieran por la luz. Votaron para impedir que la energía eléctrica fuera de la Nación. Fue una traición a México y millones de personas lo atestiguaron en tiempo real.
Días antes, el Presidente advirtió que también enviaría la Ley del Litio en caso de no ser aprobada la reforma.
En el momento en que hizo el anuncio, confirmamos que, como visionario y estratega que es, tenía un as bajo la manga para hacer que la explotación del llamado “oro blanco” fuera de manejo exclusivo de la Nación y así fue.
Tanto en las cámaras de Diputados y Senadores, la Ley del Litio ya fue aprobada y será creada una empresa estatal para su manejo.
Ahora viene una nueva etapa, pues a partir de la declaratoria de constitucionalidad de la Ley Eléctrica que hizo la Suprema Corte, el Presidente ha hecho un llamado a sentarse a negociar a los empresarios que hicieron de los contratos de auto abasto un negocio, y llegar a un acuerdo por la suspensión de sus contratos si es que no se ajustan al marco de lo planteado en la reforma, y evitar así futuras demandas pues lo que hacen ahora es contra la ley.
No está de más decir que con la declaratoria de constitucionalidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se deja sin efecto los cerca de mil amparos que se hicieron en contra de ella.
Las empresas extranjeras saben que podrán seguir realizando negocios en México -nunca se pidió que no lo hicieran- pero ahora también saben que hay un Estado y una ciudadanía vigilantes de que no se cometan los abusos que en otros tiempos estaban acostumbrados a hacer.
(*) Delegado estatal de Programas del Bienestar
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