/ martes 6 de abril de 2021

La salida de Mariani

Fundador del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, investigador de tiempo completo del Instituto de la Contaduría Pública de la UV y hombre muy cercano a Miguel Ángel Yunes Linares, al doctor René Mariani Ochoa le dieron las gracias...

De su puesto de “súper asesor” de la maestra Delia González Cobos, quien a pesar de que va retrasada en los procesos fiscalizadores de los entes públicos ahora se le ocurrió hacer una mega reestructuración de la dependencia, supuestamente para mejorar el trabajo que realizan.

Así, en un santiamén, la abogada de la UNAM, ex titular de la Procuraduría Fiscal en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), empezó a borrar del organigrama a perfiles que cuentan con mucha experiencia y prestigio, probablemente para acomodar a sus allegados.

Uno de los damnificados fue el doctor René Mariani; otra, la fidelista Leticia Karime Aguilera Guzmán, quien contaría con el apoyo de Ranulfo Márquez Hernández; y uno más, Arturo Delgado Ávila, también del grupo del exgobernador Yunes Linares. Así que sigue la limpia en el Orfis y ya veremos hasta dónde llega.

En el Orfis, los reacomodos siguen; y los retrasos en la entrega de las revisiones a las cuentas públicas, también.

Alma Delia González Cobos asumió el cargo de auditora general del ORFIS en septiembre de 2019; lleva casi un año con siete meses despachando y no se ve para cuándo cumpla con la entrega del resultado de la cuenta pública 2019

De acuerdo con la ley, el Orfis debió cumplir con dicho mandato en octubre del año pasado; no lo hizo; el Congreso local le dio una prórroga hasta el 31 de enero de 2021.

El problema es que llegó la fecha para cumplir con la entrega, y la auditora solicitó al Congreso una prórroga más.

En la Legislatura del Estado se fijó para septiembre del presente año el nuevo plazo para que se cumpla con esa obligación; ahora sólo falta que el Órgano de Fiscalización pida su enésima prórroga.

Han pasado ya seis meses de que el Orfis tuvo que presentar el resultado de sus revisiones y auditorías y de la cuenta pública 2019, nada.

Pues bien, si con el apoyo de gente de tanta experiencia, trayectoria y capacidad como René Mariani, el Orfis de Veracruz no caminaba, sin ese apoyo podría complicarse el cumplimiento de la entrega de la cuenta pendiente en la fecha establecida por el Congreso local.

A ver si sale doña Delia con que necesita más tiempo, porque a este paso, el Orfis terminará la auditoría al ejercicio 2019 hasta el 2022.

Recordemos que cuatro meses después de su llegada al Orfis, la auditora presentó los resultados de la revisión a la cuenta pública 2018; en septiembre de 2019, su antecesor, Lorenzo Antonio Portilla, entregó su informe pero éste fue rechazado por el Congreso.

En esa ocasión, la revisión a las cuentas de los entes fiscalizables prácticamente ya estaba hecha y sólo requería algunos ajustes, revisiones menores, por lo que González Cobos cumplió sin mayores problemas; hoy, en cambio, ante la responsabilidad de realizar desde cero las auditorías, el Órgano de Fiscalización terminó aparentemente rebasado.

Fundador del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, investigador de tiempo completo del Instituto de la Contaduría Pública de la UV y hombre muy cercano a Miguel Ángel Yunes Linares, al doctor René Mariani Ochoa le dieron las gracias...

De su puesto de “súper asesor” de la maestra Delia González Cobos, quien a pesar de que va retrasada en los procesos fiscalizadores de los entes públicos ahora se le ocurrió hacer una mega reestructuración de la dependencia, supuestamente para mejorar el trabajo que realizan.

Así, en un santiamén, la abogada de la UNAM, ex titular de la Procuraduría Fiscal en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), empezó a borrar del organigrama a perfiles que cuentan con mucha experiencia y prestigio, probablemente para acomodar a sus allegados.

Uno de los damnificados fue el doctor René Mariani; otra, la fidelista Leticia Karime Aguilera Guzmán, quien contaría con el apoyo de Ranulfo Márquez Hernández; y uno más, Arturo Delgado Ávila, también del grupo del exgobernador Yunes Linares. Así que sigue la limpia en el Orfis y ya veremos hasta dónde llega.

En el Orfis, los reacomodos siguen; y los retrasos en la entrega de las revisiones a las cuentas públicas, también.

Alma Delia González Cobos asumió el cargo de auditora general del ORFIS en septiembre de 2019; lleva casi un año con siete meses despachando y no se ve para cuándo cumpla con la entrega del resultado de la cuenta pública 2019

De acuerdo con la ley, el Orfis debió cumplir con dicho mandato en octubre del año pasado; no lo hizo; el Congreso local le dio una prórroga hasta el 31 de enero de 2021.

El problema es que llegó la fecha para cumplir con la entrega, y la auditora solicitó al Congreso una prórroga más.

En la Legislatura del Estado se fijó para septiembre del presente año el nuevo plazo para que se cumpla con esa obligación; ahora sólo falta que el Órgano de Fiscalización pida su enésima prórroga.

Han pasado ya seis meses de que el Orfis tuvo que presentar el resultado de sus revisiones y auditorías y de la cuenta pública 2019, nada.

Pues bien, si con el apoyo de gente de tanta experiencia, trayectoria y capacidad como René Mariani, el Orfis de Veracruz no caminaba, sin ese apoyo podría complicarse el cumplimiento de la entrega de la cuenta pendiente en la fecha establecida por el Congreso local.

A ver si sale doña Delia con que necesita más tiempo, porque a este paso, el Orfis terminará la auditoría al ejercicio 2019 hasta el 2022.

Recordemos que cuatro meses después de su llegada al Orfis, la auditora presentó los resultados de la revisión a la cuenta pública 2018; en septiembre de 2019, su antecesor, Lorenzo Antonio Portilla, entregó su informe pero éste fue rechazado por el Congreso.

En esa ocasión, la revisión a las cuentas de los entes fiscalizables prácticamente ya estaba hecha y sólo requería algunos ajustes, revisiones menores, por lo que González Cobos cumplió sin mayores problemas; hoy, en cambio, ante la responsabilidad de realizar desde cero las auditorías, el Órgano de Fiscalización terminó aparentemente rebasado.