/ domingo 13 de septiembre de 2020

La salud de Fidel Herrera y su última fideliña

Sonriente, pero despeinado; con la cara más llena, luego de meses del mal que lo ha tenido postrado; sentado en su casa y con su chamarra roja, así supuestamente reapareció Fidel Herrera, casualmente en el arranque del proceso electoral.

Fidel nació para hacer política y si puede la hará aunque solo le falte un minuto para irse de este mundo. De hecho, su prologando problema de salud no le ha impedido mover algunas piezas, de relativa importancia, cuando ha querido con motivo de algunas elecciones.

Fidel es controvertido y en su paso por la política ha sido amado y odiado. Rechazado por la llamada clase política veracruzana, tuvo que hacer cola casi cuarenta años para llegar a la gubernatura, décadas en la que no le quedó de otra que buscar y conseguir, una y otra vez, ser diputado federal. Ganó una gran experiencia legislativa y relaciones, pero a la hora de gobernar se notó que prácticamente no tuvo cargos en la administración pública.

Pero lo suyo es hacer política, con todo lo bueno y lo malo que tiene ésta. Por eso supo que su mejor momento era con Miguel Alemán Velazco gobernador. Vuelto a ser rechazado, esa vez por los que rodeaban a Alemán, primero buscó ser presidente del PRI estatal y se lo dieron. Le prometieron la Secretaría de Gobierno y de último día no se la otorgaron, pero en una gran jugada para él, pudo, por lo menos, recomendar para ese puesto a Noemí Quirasco.

Con buenos triunfos pero también con feas derrotas a cuestas, no se amilanó y logró ser candidato a senador y ganar. Ya colocado en el Senado nadie lo pudo parar y hasta al mismo gobernador Miguel Alemán le sacó la sucesión de la bolsa, pues éste había puesto sus ojos en Tomás Ruiz González y en uno o dos que lo rodeaban y reclamaban años de méritos y servicios.

En la gubernatura fue un huracán, como siempre, para lo bueno y lo malo. Por eso hay amplios sectores, de ricos y pobres, que lo recuerdan muy bien y otros que lo odian.

A la clase política le dio el trato que sintió le dieron durante décadas. A algunos de plano los borró, a otros los puso en cargos menores con la esperanza de mejorarlos y a unos les doró la píldora haciéndolos a un lado pero colocando de funcionarios a sus hijos.

Con el pueblo logró identificación. ¡Tío Fide, Tío Fide!, le gritaba la gente y a donde se paraba había multitudes deseándolo saludar y para pedirle algo. Siempre tuvo respuestas para todos: algo de dinero en efectivo, obras, un trabajo o la promesa que daba esperanza, independientemente de que se le vio al lado de la gente en horas de desgracia.

Pasados tantos años de frenesí político pagó la factura en su salud. Los golpes que recibió lo postraron, pero aún así siguió en lo suyo, recibiendo gente, haciendo llamadas y participando en política.

Y ahora reapareció en redes sociales, porque un excolaborador suyo publicó en twitter una foto de ambos, en donde se le ve como lo describimos al principio, de ahí que haya también quien diga que esto no es más que otra de sus fideliñas, en momentos no tan buenos.

En fin, Fidel Herrera Beltrán será controvertido siempre.

A nombre del equipo que hace posible la aparición cotidiana de Diario de Xalapa, que durante 77 años se ha mantenido en la preferencia de los veracruzanos, agradecemos todas las llamadas, cartas y mensajes por redes sociales que nos han enviado con motivo del 77 aniversario del Vocero de la Provincia.

Tengan la seguridad de que sus felicitaciones se traducen en esfuerzo para cada día hacer un periódico, impreso y en web, que sea fiel reflejo de los logros y anhelos de la sociedad veracruzana.

Sonriente, pero despeinado; con la cara más llena, luego de meses del mal que lo ha tenido postrado; sentado en su casa y con su chamarra roja, así supuestamente reapareció Fidel Herrera, casualmente en el arranque del proceso electoral.

Fidel nació para hacer política y si puede la hará aunque solo le falte un minuto para irse de este mundo. De hecho, su prologando problema de salud no le ha impedido mover algunas piezas, de relativa importancia, cuando ha querido con motivo de algunas elecciones.

Fidel es controvertido y en su paso por la política ha sido amado y odiado. Rechazado por la llamada clase política veracruzana, tuvo que hacer cola casi cuarenta años para llegar a la gubernatura, décadas en la que no le quedó de otra que buscar y conseguir, una y otra vez, ser diputado federal. Ganó una gran experiencia legislativa y relaciones, pero a la hora de gobernar se notó que prácticamente no tuvo cargos en la administración pública.

Pero lo suyo es hacer política, con todo lo bueno y lo malo que tiene ésta. Por eso supo que su mejor momento era con Miguel Alemán Velazco gobernador. Vuelto a ser rechazado, esa vez por los que rodeaban a Alemán, primero buscó ser presidente del PRI estatal y se lo dieron. Le prometieron la Secretaría de Gobierno y de último día no se la otorgaron, pero en una gran jugada para él, pudo, por lo menos, recomendar para ese puesto a Noemí Quirasco.

Con buenos triunfos pero también con feas derrotas a cuestas, no se amilanó y logró ser candidato a senador y ganar. Ya colocado en el Senado nadie lo pudo parar y hasta al mismo gobernador Miguel Alemán le sacó la sucesión de la bolsa, pues éste había puesto sus ojos en Tomás Ruiz González y en uno o dos que lo rodeaban y reclamaban años de méritos y servicios.

En la gubernatura fue un huracán, como siempre, para lo bueno y lo malo. Por eso hay amplios sectores, de ricos y pobres, que lo recuerdan muy bien y otros que lo odian.

A la clase política le dio el trato que sintió le dieron durante décadas. A algunos de plano los borró, a otros los puso en cargos menores con la esperanza de mejorarlos y a unos les doró la píldora haciéndolos a un lado pero colocando de funcionarios a sus hijos.

Con el pueblo logró identificación. ¡Tío Fide, Tío Fide!, le gritaba la gente y a donde se paraba había multitudes deseándolo saludar y para pedirle algo. Siempre tuvo respuestas para todos: algo de dinero en efectivo, obras, un trabajo o la promesa que daba esperanza, independientemente de que se le vio al lado de la gente en horas de desgracia.

Pasados tantos años de frenesí político pagó la factura en su salud. Los golpes que recibió lo postraron, pero aún así siguió en lo suyo, recibiendo gente, haciendo llamadas y participando en política.

Y ahora reapareció en redes sociales, porque un excolaborador suyo publicó en twitter una foto de ambos, en donde se le ve como lo describimos al principio, de ahí que haya también quien diga que esto no es más que otra de sus fideliñas, en momentos no tan buenos.

En fin, Fidel Herrera Beltrán será controvertido siempre.

A nombre del equipo que hace posible la aparición cotidiana de Diario de Xalapa, que durante 77 años se ha mantenido en la preferencia de los veracruzanos, agradecemos todas las llamadas, cartas y mensajes por redes sociales que nos han enviado con motivo del 77 aniversario del Vocero de la Provincia.

Tengan la seguridad de que sus felicitaciones se traducen en esfuerzo para cada día hacer un periódico, impreso y en web, que sea fiel reflejo de los logros y anhelos de la sociedad veracruzana.