Luego de que el encargado de la presidencia de Venezuela, Juan Guaidó, obtuvo el respaldo del el Grupo de Lima, de Canadá, Estados Unidos y otras potencias de Europa, la presión sobre Nicolás Maduro, se ha dejado sentir, y la reacción del sucesor de Hugo Chávez ha sido retadora, sin medir consecuencias que recaerían sobre el pueblo dividido por quienes disputan el mando político de Venezuela.
Guaidó ostentándose como presidente interino de su país, ha exhortado a los miembros del ejército, para que tomen partido a su favor considerando que es el “mejor momento” por el respaldo internacional que ha recibido. El reconocimiento a su liderazgo, todavía no se ha dado por el ejército del que se ostenta comandante supremo Nicolás Maduro, aunque mujeres y hombres que militan en las fuerzas armadas de Venezuela, comienzan a desertar para unirse a Guaidó.
Salvar vidas y evitar la inminente guerra civil, es el lema con que Maduro encabeza la fuerza política surgida de los inconformes por las arbitrariedades, encarcelamientos y muertes, más la de medicamentos y alimentos, desempleo y pobreza, resultantes de la paralización de la economía nacional y del bloqueo internacional que sufre el pueblo venezolano.
El ejército bolivariano permanece a la expectativa del curso del movimiento liderado por Guaidó, y el comandante Mayor General Jesus Suarez, quien depende del Ministerio del Poder popular para la Defensa, sigue leal al repudiado presidente Nicolás Maduro, igual que los jefes de operaciones, logística y aviación.
El apoyo que Rusia ha manifestado en favor de Maduro, obedece principalmente, al suministro y equipamiento de material bélico, que Rusia ha proporcionado, con un gran arsenal, que en las últimas 3 décadas ha permitido a Venezuela sostener el chavismo y el gobierno actual, además de entrometerse en conflictos bélicos dentro de Colombia, apoyando a las FARC.
El gobierno de Estados Unidos, desde el periodo que presidió George W. Bush, ha impuesto un veto a las compras militares de Venezuela y a su vez los países de Rusia y China, han sustituido a los norteamericanos, con todo el apoyo para Venezuela, facilitándole la compra de transporte aéreo (helicópteros) de fabricación rusa, en igualdad de condiciones a China con material bélico, asesoría y capacitación, que explican por qué ambos países se han pronunciado por la permanencia en el poder de Nicolás Maduro.
