/ lunes 10 de septiembre de 2018

La UV latente bomba de tiempo

El pasado 3 de septiembre un joven de la facultad de Derecho de la UV, fue golpeado en las instalaciones del campus por un grupo de porros. El asunto no tuvo repercusión inmediata, es decir, no hubo manifestaciones, protestas o paros.

El chavo se quedó con sus golpes, regresó a la UV y ya.

Este lunes la rectora Sara Ladrón de Guevara, rindió su informe de labores y dijo: “No toleremos el porrismo ni el vandalismo. Hago desde aquí un llamado a la paz pública, a la convivencia en un marco de respeto, de tolerancia, de inclusión y de justicia”.

Es decir, las mismas frases de siempre que ya tienen hasta el gorro al estudiantado que ha visto cómo día con día, crece el porrismo al interior de la UV, ante la pasividad de las autoridades de su Universidad que voltean hacia otro lado.

Quizá lo que les colmó el plato fueron las declaraciones del dirigente de la FESAPAUV, Enrique Levet Gorozpe, quien negó categórico que en la UV existan grupos porriles.

“No creo que en la Universidad Veracruzana se esté dando este fenómeno en las mismas circunstancias en las que está ocurriendo en la UNAM” dijo y tiene razón. Los porros de la UV no utilizan bombas molotov, pero de eso a que no existan hay una diferencia muy grande.

En más de una ocasión los estudiantes han denunciado que en sus facultades hay sujetos que los asaltan, roban, golpean e incluso violan a las jóvenes. Y lo que han obtenido como respuesta es el silencio de las autoridades universitarias.

Sólo cuando el reclamo se eleva, la rectora Ladrón de Guevara sale de su zona de confort, suelta un choro condenando los hechos y regresa a su burbuja.

Alejandro Hernández Romero, alumno del quinto semestre de la facultad de Derecho, dijo que la rectora se ha deslindado de las condiciones de inseguridad que prevalecen en el campus de la UV.

“El porrismo que se creía extinto sigue con vida dentro de las instalaciones que ven a mis espaldas”, dijo a los reporteros. Agregó que “proviene de compañeros que utilizando amenazas, amedrentando, intentando inculcar miedo y utilizando la violencia, pretenden coexistir con actitudes porriles dentro de nuestra Universidad, a ellos les decimos de forma contundente: no lo vamos a permitir”.

El joven denunció que las autoridades universitarias han guardado ominoso silencio después del ataque que sufrió uno de sus compañeros y dijo algo que nadie puede soslayar: “Dentro de nuestra universidad hay un estancamiento y sólo unidos podremos sacarla de ese estancamiento”.

Y remató: “Le pido a la rectora Sara Ladrón de Guevara de forma respetuosa, que tome cartas en el asunto, que se haga responsable de las necesidades de nuestra facultad, de nuestra Universidad, que le pida a las autoridades seguridad real y que no sea partícipe de una simple foto, o de un simple informe, al cual no fuimos convocados la comunidad estudiantil”. Porque en efecto, nadie los invitó.

Este jueves 13 los alumnos de la Facultad de Derecho organizarán una “marcha del silencio” para protestar por los hechos de violencia, represión e impunidad que vive su alma mater.

Dios ha de querer que no se le ocurra a ningún desadaptado social soltar a sus porros y estos ataquen a los muchachos, porque eso incendiaría a la UV y al estado. Y el incendio no lo apagará un discurso bien intencionado de Sarita la rectora, como tampoco las amenazas del señor gobernador.


¡Aguas!



El pasado 3 de septiembre un joven de la facultad de Derecho de la UV, fue golpeado en las instalaciones del campus por un grupo de porros. El asunto no tuvo repercusión inmediata, es decir, no hubo manifestaciones, protestas o paros.

El chavo se quedó con sus golpes, regresó a la UV y ya.

Este lunes la rectora Sara Ladrón de Guevara, rindió su informe de labores y dijo: “No toleremos el porrismo ni el vandalismo. Hago desde aquí un llamado a la paz pública, a la convivencia en un marco de respeto, de tolerancia, de inclusión y de justicia”.

Es decir, las mismas frases de siempre que ya tienen hasta el gorro al estudiantado que ha visto cómo día con día, crece el porrismo al interior de la UV, ante la pasividad de las autoridades de su Universidad que voltean hacia otro lado.

Quizá lo que les colmó el plato fueron las declaraciones del dirigente de la FESAPAUV, Enrique Levet Gorozpe, quien negó categórico que en la UV existan grupos porriles.

“No creo que en la Universidad Veracruzana se esté dando este fenómeno en las mismas circunstancias en las que está ocurriendo en la UNAM” dijo y tiene razón. Los porros de la UV no utilizan bombas molotov, pero de eso a que no existan hay una diferencia muy grande.

En más de una ocasión los estudiantes han denunciado que en sus facultades hay sujetos que los asaltan, roban, golpean e incluso violan a las jóvenes. Y lo que han obtenido como respuesta es el silencio de las autoridades universitarias.

Sólo cuando el reclamo se eleva, la rectora Ladrón de Guevara sale de su zona de confort, suelta un choro condenando los hechos y regresa a su burbuja.

Alejandro Hernández Romero, alumno del quinto semestre de la facultad de Derecho, dijo que la rectora se ha deslindado de las condiciones de inseguridad que prevalecen en el campus de la UV.

“El porrismo que se creía extinto sigue con vida dentro de las instalaciones que ven a mis espaldas”, dijo a los reporteros. Agregó que “proviene de compañeros que utilizando amenazas, amedrentando, intentando inculcar miedo y utilizando la violencia, pretenden coexistir con actitudes porriles dentro de nuestra Universidad, a ellos les decimos de forma contundente: no lo vamos a permitir”.

El joven denunció que las autoridades universitarias han guardado ominoso silencio después del ataque que sufrió uno de sus compañeros y dijo algo que nadie puede soslayar: “Dentro de nuestra universidad hay un estancamiento y sólo unidos podremos sacarla de ese estancamiento”.

Y remató: “Le pido a la rectora Sara Ladrón de Guevara de forma respetuosa, que tome cartas en el asunto, que se haga responsable de las necesidades de nuestra facultad, de nuestra Universidad, que le pida a las autoridades seguridad real y que no sea partícipe de una simple foto, o de un simple informe, al cual no fuimos convocados la comunidad estudiantil”. Porque en efecto, nadie los invitó.

Este jueves 13 los alumnos de la Facultad de Derecho organizarán una “marcha del silencio” para protestar por los hechos de violencia, represión e impunidad que vive su alma mater.

Dios ha de querer que no se le ocurra a ningún desadaptado social soltar a sus porros y estos ataquen a los muchachos, porque eso incendiaría a la UV y al estado. Y el incendio no lo apagará un discurso bien intencionado de Sarita la rectora, como tampoco las amenazas del señor gobernador.


¡Aguas!