/ miércoles 24 de junio de 2020

La violencia y los otros datos

Como ocurrió durante el fin de semana en otras partes del país, la violencia se multiplicó en varios municipios de Veracruz.

Con mayor intensidad se dieron los hechos en el sur del estado, donde grupos criminales quemaron taxis y autos particulares el lunes en Jáltipan, pero también ejecuciones en Misantla, Coatzacoalcos y Las Choapas; además, esos mismos cárteles lanzaron acusaciones en narcomensajes contra jefes policiacos de Minatitlán, Sayula de Alemán y Acayucan, señalándolos de complicidad.

El asunto es grave. Si bien puede tratarse de una reacción por las detenciones hechas por la Secretaría de Seguridad Pública y las fuerzas federales de 13 jefes criminales en distintas plazas del estado y el abatimiento de otros tres en enfrentamientos en lo que va del año, lo cual es un respetable logro, no puede pasarse por alto esos señalamientos de los criminales que dan datos precisos de asaltos, robo de vehículos y hasta asesinatos presumiblemente cometidos de común acuerdo entre ellos y la autoridad. Desde luego que se trata de acusaciones anónimas, sin valor legal, que puede tratarse de infundios. Sin embargo, el secretario del ramo, Hugo Gutiérrez Maldonado, estaría obligado a despejar cualquier duda de que sus subalternos cumplen con lealtad y honestidad su función de dar protección a los veracruzanos, y no a quienes violan la ley y son generadores de la violencia que afecta a todos los sectores del estado, a los ciudadanos principalmente que son víctimas directas o colaterales de sus actividades ilícitas.

¿Hay complicidad con los grupos criminales de jefes o elementos en la SSP? Debe investigarse, descartarlo es importante o, en su caso, para aplicar las medidas necesarias que permita separar esas dos líneas a las que frecuentemente se refiere el presidente López Obrador, que separan con claridad a la autoridad y a los criminales. Una imagen que llamó la atención, porque hacía mucho tiempo que no se presentaba, es la de un hombre con huellas de tortura que fue colgado la noche del lunes en un puente de Coatzacoalcos, a escasos 200 metros de las oficinas de la Policía Municipal, quien portaba un narcomensaje que inmediatamente fue retirado por esas mismas autoridades. Ayer mismo, en Las Choapas, dos personas fueron acribilladas por sicarios en la carretera y en Misantla un hombre fue atacado con un machete y rematado después con arma de fuego.

Todo esto tiene que ver con esa espiral de violencia sin freno, aunque el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) tenga otros datos, señalando que disminuyen los delitos dolosos y de alto impacto, como el asalto a custodios de la compañía de Panamericana, y aparte los ejecutaron, ocurrido hace unos días en la carretera federal entre Acatzingo y Ciudad Mendoza. La entidad veracruzana dista mucho de estar en paz y tranquilidad. como se observa en estos claros ejemplos.

ASÍ SE LLEVAN EN LA 4T

En una reciente entrevista que concedió el coordinador de la bancada morenista en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, reconoció lo que AMLO no observa en el desempeño del gobernador Cuitláhuac García Jiménez: ejerce “un mal gobierno”, frente al cual Morena enfrentará dificultades para ratificar el triunfo en las elecciones federales de 2021 que vienen, lo mismo que con Miguel Barbosa Huerta, a quien el Ejecutivo federal acaba de ignorar públicamente en su visita a Puebla, y Cuauhtémoc Blanco Bravo, de Morelos, a quienes don Ricardo los considera un enorme lastre para su partido. Monreal, político de peso completo, sabe lo que dice, y tiene el valor de expresarlo. No hay buena percepción de los veracruzanos hacia García, y es justificado. Sin resultados positivos en lo que va de su mandato. Esa es la realidad que también comparte el senador zacatecano.

Redes:

opedro2006gmail.com

Como ocurrió durante el fin de semana en otras partes del país, la violencia se multiplicó en varios municipios de Veracruz.

Con mayor intensidad se dieron los hechos en el sur del estado, donde grupos criminales quemaron taxis y autos particulares el lunes en Jáltipan, pero también ejecuciones en Misantla, Coatzacoalcos y Las Choapas; además, esos mismos cárteles lanzaron acusaciones en narcomensajes contra jefes policiacos de Minatitlán, Sayula de Alemán y Acayucan, señalándolos de complicidad.

El asunto es grave. Si bien puede tratarse de una reacción por las detenciones hechas por la Secretaría de Seguridad Pública y las fuerzas federales de 13 jefes criminales en distintas plazas del estado y el abatimiento de otros tres en enfrentamientos en lo que va del año, lo cual es un respetable logro, no puede pasarse por alto esos señalamientos de los criminales que dan datos precisos de asaltos, robo de vehículos y hasta asesinatos presumiblemente cometidos de común acuerdo entre ellos y la autoridad. Desde luego que se trata de acusaciones anónimas, sin valor legal, que puede tratarse de infundios. Sin embargo, el secretario del ramo, Hugo Gutiérrez Maldonado, estaría obligado a despejar cualquier duda de que sus subalternos cumplen con lealtad y honestidad su función de dar protección a los veracruzanos, y no a quienes violan la ley y son generadores de la violencia que afecta a todos los sectores del estado, a los ciudadanos principalmente que son víctimas directas o colaterales de sus actividades ilícitas.

¿Hay complicidad con los grupos criminales de jefes o elementos en la SSP? Debe investigarse, descartarlo es importante o, en su caso, para aplicar las medidas necesarias que permita separar esas dos líneas a las que frecuentemente se refiere el presidente López Obrador, que separan con claridad a la autoridad y a los criminales. Una imagen que llamó la atención, porque hacía mucho tiempo que no se presentaba, es la de un hombre con huellas de tortura que fue colgado la noche del lunes en un puente de Coatzacoalcos, a escasos 200 metros de las oficinas de la Policía Municipal, quien portaba un narcomensaje que inmediatamente fue retirado por esas mismas autoridades. Ayer mismo, en Las Choapas, dos personas fueron acribilladas por sicarios en la carretera y en Misantla un hombre fue atacado con un machete y rematado después con arma de fuego.

Todo esto tiene que ver con esa espiral de violencia sin freno, aunque el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) tenga otros datos, señalando que disminuyen los delitos dolosos y de alto impacto, como el asalto a custodios de la compañía de Panamericana, y aparte los ejecutaron, ocurrido hace unos días en la carretera federal entre Acatzingo y Ciudad Mendoza. La entidad veracruzana dista mucho de estar en paz y tranquilidad. como se observa en estos claros ejemplos.

ASÍ SE LLEVAN EN LA 4T

En una reciente entrevista que concedió el coordinador de la bancada morenista en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, reconoció lo que AMLO no observa en el desempeño del gobernador Cuitláhuac García Jiménez: ejerce “un mal gobierno”, frente al cual Morena enfrentará dificultades para ratificar el triunfo en las elecciones federales de 2021 que vienen, lo mismo que con Miguel Barbosa Huerta, a quien el Ejecutivo federal acaba de ignorar públicamente en su visita a Puebla, y Cuauhtémoc Blanco Bravo, de Morelos, a quienes don Ricardo los considera un enorme lastre para su partido. Monreal, político de peso completo, sabe lo que dice, y tiene el valor de expresarlo. No hay buena percepción de los veracruzanos hacia García, y es justificado. Sin resultados positivos en lo que va de su mandato. Esa es la realidad que también comparte el senador zacatecano.

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