/ sábado 16 de junio de 2018

Lamentable, que candidatos no convenzan; memes y risas, resultado de los debates


Los que quieren relevar a Enrique Peña en la presidencia del país desperdiciaron una extraordinaria oportunidad para hacerle llegar sus propuestas a los electores, ya que dedicaron la mayor parte de su tiempo a atacarse.

Los cuatro estuvieron más ocupados en lanzar ataques y contestar los que recibían que en tratar de convencer a quienes los vieron por televisión y a través de Internet, que alguno sabe cómo sacar al país de la crisis económica en que está inmerso.

Ninguno pudo sustraerse, ni José Antonio Meade ni Ricardo Anaya ni Andrés Manuel López Obrador ni Jaime Rodríguez el Bronco. No fueron capaces de mostrar alguna propuesta para terminar con la inseguridad y la violencia que campean en el territorio nacional.

Todos los días hay ejecutados, a diario se dan secuestros, los feminicidios se siguen dando y los asesinatos de periodistas no paran, como tampoco se han frenado los gasolinazos ni el desempleo, entre muchos otros problemas y carencias que agobian a millones de mexicanos.

Y de los candidatos a la presidencia lo que quedó luego del debate fueron muchos memes de los que se ríe la gente. Circulan a través de Facebook, en Twitter y en los grupos de WhatsApp.

Es lamentable y triste que los candidatos a la presidencia del país provoquen risa en lugar de la reflexión y el análisis sobre sus propuestas.

A estas alturas, cuando faltan unos cuantos días para que terminen las campañas, la gente debería estar discutiendo sobre quién es el mejor candidato por sus propuestas. Pero esto no lo han podido lograr los partidos, las coaliciones ni los propios candidatos.

En el caso de los que contienden por la gubernatura de Veracruz ni siquiera risa provocaron durante su debate.

Como decía en las primeras líneas de esta colaboración, si el último debate presidencial le pareció aburrido, el de anoche entre los aspirantes a gobernar Veracruz, los que lo vieron lo calificaron como soso.

De entrada, la contienda se da sólo entre tres, porque la candidata, además de que le cuesta trabajo exponer sus ideas con claridad, dedicó la mayor parte de su tiempo a atacar al de Morena.

Por más que Míriam Judith González Sheridan se esforzó en sobresalir por sus ataques no logró siquiera que Cuitláhuac García la volteara a ver.

Desde luego tampoco consiguió que José Francisco Yunes Zorrilla y Miguel Ángel Yunes Márquez se engancharan en la dinámica de los ataques.

Más bien a los tres se les veía apenados cada vez que la candidata tomaba la palabra, porque fue notoria la falta de coordinación de sus ideas y la dificultad para exponer una propuesta concreta.

La transmisión del último debate de los candidatos a la gubernatura se dio a través de la televisora oficial del Estado así como por medio de Internet, en la página del OPLE, por redes sociales y en sitios web informativos como Diario de Xalapa.

Pero fue escaso el interés de los veracruzanos para ver debatir a sus candidatos, a pesar de que uno de ellos será el próximo gobernador.

Como estaba previsto, los partidos del Mundial de Futbol acapararon la atención e hicieron ver a los debatientes desangelados.

Pero difícilmente habrían llamado la atención aunque no existiera ese poderoso distractor, porque la falta de credibilidad y el desinterés han ido creciendo entre los veracruzanos que prefieren hacer otra cosa que ver y escuchar a sus candidatos.

Sólo esperemos que esta falta de interés no se haga evidente el primero de julio con una baja votación.

Por cierto, se comentó hace unos días que hasta mil pesos llega ofrecer el candidato presidencial independiente Jaime Rodríguez para quien quiera ser su representante en las casillas que se instalarán en Coatzacoalcos para el día de la elección.



Los que quieren relevar a Enrique Peña en la presidencia del país desperdiciaron una extraordinaria oportunidad para hacerle llegar sus propuestas a los electores, ya que dedicaron la mayor parte de su tiempo a atacarse.

Los cuatro estuvieron más ocupados en lanzar ataques y contestar los que recibían que en tratar de convencer a quienes los vieron por televisión y a través de Internet, que alguno sabe cómo sacar al país de la crisis económica en que está inmerso.

Ninguno pudo sustraerse, ni José Antonio Meade ni Ricardo Anaya ni Andrés Manuel López Obrador ni Jaime Rodríguez el Bronco. No fueron capaces de mostrar alguna propuesta para terminar con la inseguridad y la violencia que campean en el territorio nacional.

Todos los días hay ejecutados, a diario se dan secuestros, los feminicidios se siguen dando y los asesinatos de periodistas no paran, como tampoco se han frenado los gasolinazos ni el desempleo, entre muchos otros problemas y carencias que agobian a millones de mexicanos.

Y de los candidatos a la presidencia lo que quedó luego del debate fueron muchos memes de los que se ríe la gente. Circulan a través de Facebook, en Twitter y en los grupos de WhatsApp.

Es lamentable y triste que los candidatos a la presidencia del país provoquen risa en lugar de la reflexión y el análisis sobre sus propuestas.

A estas alturas, cuando faltan unos cuantos días para que terminen las campañas, la gente debería estar discutiendo sobre quién es el mejor candidato por sus propuestas. Pero esto no lo han podido lograr los partidos, las coaliciones ni los propios candidatos.

En el caso de los que contienden por la gubernatura de Veracruz ni siquiera risa provocaron durante su debate.

Como decía en las primeras líneas de esta colaboración, si el último debate presidencial le pareció aburrido, el de anoche entre los aspirantes a gobernar Veracruz, los que lo vieron lo calificaron como soso.

De entrada, la contienda se da sólo entre tres, porque la candidata, además de que le cuesta trabajo exponer sus ideas con claridad, dedicó la mayor parte de su tiempo a atacar al de Morena.

Por más que Míriam Judith González Sheridan se esforzó en sobresalir por sus ataques no logró siquiera que Cuitláhuac García la volteara a ver.

Desde luego tampoco consiguió que José Francisco Yunes Zorrilla y Miguel Ángel Yunes Márquez se engancharan en la dinámica de los ataques.

Más bien a los tres se les veía apenados cada vez que la candidata tomaba la palabra, porque fue notoria la falta de coordinación de sus ideas y la dificultad para exponer una propuesta concreta.

La transmisión del último debate de los candidatos a la gubernatura se dio a través de la televisora oficial del Estado así como por medio de Internet, en la página del OPLE, por redes sociales y en sitios web informativos como Diario de Xalapa.

Pero fue escaso el interés de los veracruzanos para ver debatir a sus candidatos, a pesar de que uno de ellos será el próximo gobernador.

Como estaba previsto, los partidos del Mundial de Futbol acapararon la atención e hicieron ver a los debatientes desangelados.

Pero difícilmente habrían llamado la atención aunque no existiera ese poderoso distractor, porque la falta de credibilidad y el desinterés han ido creciendo entre los veracruzanos que prefieren hacer otra cosa que ver y escuchar a sus candidatos.

Sólo esperemos que esta falta de interés no se haga evidente el primero de julio con una baja votación.

Por cierto, se comentó hace unos días que hasta mil pesos llega ofrecer el candidato presidencial independiente Jaime Rodríguez para quien quiera ser su representante en las casillas que se instalarán en Coatzacoalcos para el día de la elección.