/ miércoles 26 de agosto de 2020

Las desbandadas

Medellín es otro municipio muy disputado por los distintos grupos políticos y vive una intensa lucha interna entre quienes quieren conservar el poder, principalmente...

Otros, mantienen sus reservas, pero igual tratarán de ganar la elección para gobernar esta demarcación que ha tenido un “boom” en su desarrollo urbano ante la cada vez más cara y escasa disposición del suelo en los municipios conurbados de Veracruz y Boca del Río. De pueblo rural, con población dedicada mayormente a la agricultura, ganadería, obreros de TAMSA y del anterior Sistema de Agua Potable y ahora empresa concesionaria CAB, desde hace dos décadas pasó a registrar un explosivo desarrollo urbano con la construcción de mansiones y fraccionamientos para clase alta sobre la ribera del río Jamapa y varias unidades habitacionales de nivel medio y popular hacia la cabecera municipal. Ese desmedido crecimiento llenó de dinero los bolsillos de muchos fraccionadores y funcionarios, pero la falta de planeación ha tenido como consecuencia deficientes servicios públicos de limpieza, seguridad, alumbrado y muy escasa infraestructura urbana. Por esas deficiencias aún se recuerda la inundación causada por el desbordamiento del río Jamapa durante el huracán Karl en 2010, cuando prácticamente se cubrieron de agua las viviendas de los fraccionamientos Puente Moreno y Arboledas San Ramón, construidos en terrenos bajos, lo que causó una muerte y pérdidas multimillonarias. Todo un caso Medellín, y un filón de oro. Por eso es la lucha casi rabiosa entre los que aspiran a gobernar ese municipio que se encuentra en poder del PAN, con un alcalde considerado frívolo por gastar millonadas en viajes, hoteles de cinco estrellas y comidas en lujosos restaurantes, según ha dicho, para realizar gestiones de asignación presupuestaria que siguen sin verse. Esos grupos del PAN empiezan a dividirse. Hace unos días se presentó la primera desbandada de uno de ellos, el que opera el exalcalde Marcos Isleño Andrade, quien desde hace tiempo trabajaba para ser abanderado por la alianza Morena-PVEM, pero ante la decisión de las dirigencias nacionales de no ir juntos a las elecciones municipales, lo más probable es que sólo sea postulado por el PVEM, si no sucede otra cosa. Salieron 21 militantes activos, incluyendo al también exalcalde Luis Gerardo Pérez Pérez, aquel que suplió a Omar Cruz Reyes, desaforado y prófugo por su presumible autoría intelectual del asesinato del activista Moisés Sánchez. La causa de esa estampida es que el actual alcalde, Hipólito Deschamps Espino, trata de imponer a un incondicional suyo, y los panistas lo rechazan. Es el principio de lo que podría ser un desmoronamiento azul en Medellín.

opedro2006@gmail.com

Medellín es otro municipio muy disputado por los distintos grupos políticos y vive una intensa lucha interna entre quienes quieren conservar el poder, principalmente...

Otros, mantienen sus reservas, pero igual tratarán de ganar la elección para gobernar esta demarcación que ha tenido un “boom” en su desarrollo urbano ante la cada vez más cara y escasa disposición del suelo en los municipios conurbados de Veracruz y Boca del Río. De pueblo rural, con población dedicada mayormente a la agricultura, ganadería, obreros de TAMSA y del anterior Sistema de Agua Potable y ahora empresa concesionaria CAB, desde hace dos décadas pasó a registrar un explosivo desarrollo urbano con la construcción de mansiones y fraccionamientos para clase alta sobre la ribera del río Jamapa y varias unidades habitacionales de nivel medio y popular hacia la cabecera municipal. Ese desmedido crecimiento llenó de dinero los bolsillos de muchos fraccionadores y funcionarios, pero la falta de planeación ha tenido como consecuencia deficientes servicios públicos de limpieza, seguridad, alumbrado y muy escasa infraestructura urbana. Por esas deficiencias aún se recuerda la inundación causada por el desbordamiento del río Jamapa durante el huracán Karl en 2010, cuando prácticamente se cubrieron de agua las viviendas de los fraccionamientos Puente Moreno y Arboledas San Ramón, construidos en terrenos bajos, lo que causó una muerte y pérdidas multimillonarias. Todo un caso Medellín, y un filón de oro. Por eso es la lucha casi rabiosa entre los que aspiran a gobernar ese municipio que se encuentra en poder del PAN, con un alcalde considerado frívolo por gastar millonadas en viajes, hoteles de cinco estrellas y comidas en lujosos restaurantes, según ha dicho, para realizar gestiones de asignación presupuestaria que siguen sin verse. Esos grupos del PAN empiezan a dividirse. Hace unos días se presentó la primera desbandada de uno de ellos, el que opera el exalcalde Marcos Isleño Andrade, quien desde hace tiempo trabajaba para ser abanderado por la alianza Morena-PVEM, pero ante la decisión de las dirigencias nacionales de no ir juntos a las elecciones municipales, lo más probable es que sólo sea postulado por el PVEM, si no sucede otra cosa. Salieron 21 militantes activos, incluyendo al también exalcalde Luis Gerardo Pérez Pérez, aquel que suplió a Omar Cruz Reyes, desaforado y prófugo por su presumible autoría intelectual del asesinato del activista Moisés Sánchez. La causa de esa estampida es que el actual alcalde, Hipólito Deschamps Espino, trata de imponer a un incondicional suyo, y los panistas lo rechazan. Es el principio de lo que podría ser un desmoronamiento azul en Medellín.

opedro2006@gmail.com