/ viernes 10 de mayo de 2019

“Las lloronas en Veracruz”

La leyenda dice que una mujer llora, con lamentos de dolor y pena, y busca desesperadamente a sus hijos, también cuenta que cuando las escuchas, te paraliza el cuerpo, la piel se te enchina y el miedo se apodera de ti.

Me dirijo con todo respeto y me solidarizo con las madres que tienen desaparecidos a sus hijos, no me imagino cuanto dolor, angustia, desesperación y pena tienen esas madres, donde no existen cumple años, navidades, años nuevo y un diez de mayo, ese dolor que tienen en el alma, al no saber de sus hijos, aquellos jóvenes que salieron, a un convivio, a una fiesta, a trabajar, a la escuela y ya no regresaron; no han vuelto a saber de ellos, que dolor han de tener al entrar a la recamara de sus hijos y no verlos más, ver sus prendas de vestir, sus cosas particulares, ¡pero no están ellos!, y peor aún, no saber dónde están, y se preguntan todos los días ¿estarás muerto o vivo hijo, hija? ¿ya comiste? ¿dónde estás? ¿qué te hicieron? ¿dónde te tienen? ¡quiero verte, abrazarte tan solo un minuto!

Me uno al reclamo de aquellas madres que salen a buscar a sus hijos, marchando por las calles, dejando sus lágrimas en el piso, dejando una estela de dolor, angustia y desesperación, gritando a todo pulmón ¿dónde estás hija?…ver cientos de rostros en pancartas, lonas, todos ellos con nombre y apellido, con una madre destrozada buscando a sus hijos en las fosas clandestinas.

Son las madres quienes han enseñado a las autoridades como hacer la búsqueda de las personas desaparecidas. Derechos humanos reconoce que han sido las propias madres quienes con sus propias manos y uñas rascan la tierra para buscar el cuerpo de sus hijos, ellas han aprendido a reconocer el olor a muerte, ese que te cala hasta los huesos, ese que se queda impregnado en tu nariz y que no olvidas nunca; unas a otras se apoyan, se dan palabras de aliento, se han vuelto expertas, cuando encuentran alguna fosa clandestina narran, que llevan una varilla y peinan toda la zona, centímetro a centímetro, metiendo la varilla en la tierra ya saben cuándo es un cuerpo, ya que lo entierran y la huelen, ¡dios cuanto dolor sienten esas madres! Cuando encuentran cuerpos desmembrados con prendas de sus hijos o accesorios de los desaparecidos, te daré unos datos ya conocidos por todos ya que esta información es pública.

Año 2011, Investigación ministerial 1586/2011, Yunery Citlally Hernández Delgadillo, edecán, junto con otras doce jóvenes fueron a un evento a un rancho en Actopan, Veracruz, hasta el momento su madre la señora Victoria Delgadillo la sigue buscando. El periódico Británico The Guardian dice que ese mismo año en tres noches desaparecieron 50 mujeres todas ellas veinteañeras, características jóvenes hermosas.

El Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres de la Universidad veracruzana, dice que en 2017 desaparecieron 263 mujeres en Veracruz. Año 2018, los colectivos que buscan a sus hijos y familiares desaparecidos, como Solecito, calculan que son 20 mil desaparecidos y que existen más fosas clandestinas que municipios.

Correo: lexfemme.12@hotmail.com

La leyenda dice que una mujer llora, con lamentos de dolor y pena, y busca desesperadamente a sus hijos, también cuenta que cuando las escuchas, te paraliza el cuerpo, la piel se te enchina y el miedo se apodera de ti.

Me dirijo con todo respeto y me solidarizo con las madres que tienen desaparecidos a sus hijos, no me imagino cuanto dolor, angustia, desesperación y pena tienen esas madres, donde no existen cumple años, navidades, años nuevo y un diez de mayo, ese dolor que tienen en el alma, al no saber de sus hijos, aquellos jóvenes que salieron, a un convivio, a una fiesta, a trabajar, a la escuela y ya no regresaron; no han vuelto a saber de ellos, que dolor han de tener al entrar a la recamara de sus hijos y no verlos más, ver sus prendas de vestir, sus cosas particulares, ¡pero no están ellos!, y peor aún, no saber dónde están, y se preguntan todos los días ¿estarás muerto o vivo hijo, hija? ¿ya comiste? ¿dónde estás? ¿qué te hicieron? ¿dónde te tienen? ¡quiero verte, abrazarte tan solo un minuto!

Me uno al reclamo de aquellas madres que salen a buscar a sus hijos, marchando por las calles, dejando sus lágrimas en el piso, dejando una estela de dolor, angustia y desesperación, gritando a todo pulmón ¿dónde estás hija?…ver cientos de rostros en pancartas, lonas, todos ellos con nombre y apellido, con una madre destrozada buscando a sus hijos en las fosas clandestinas.

Son las madres quienes han enseñado a las autoridades como hacer la búsqueda de las personas desaparecidas. Derechos humanos reconoce que han sido las propias madres quienes con sus propias manos y uñas rascan la tierra para buscar el cuerpo de sus hijos, ellas han aprendido a reconocer el olor a muerte, ese que te cala hasta los huesos, ese que se queda impregnado en tu nariz y que no olvidas nunca; unas a otras se apoyan, se dan palabras de aliento, se han vuelto expertas, cuando encuentran alguna fosa clandestina narran, que llevan una varilla y peinan toda la zona, centímetro a centímetro, metiendo la varilla en la tierra ya saben cuándo es un cuerpo, ya que lo entierran y la huelen, ¡dios cuanto dolor sienten esas madres! Cuando encuentran cuerpos desmembrados con prendas de sus hijos o accesorios de los desaparecidos, te daré unos datos ya conocidos por todos ya que esta información es pública.

Año 2011, Investigación ministerial 1586/2011, Yunery Citlally Hernández Delgadillo, edecán, junto con otras doce jóvenes fueron a un evento a un rancho en Actopan, Veracruz, hasta el momento su madre la señora Victoria Delgadillo la sigue buscando. El periódico Británico The Guardian dice que ese mismo año en tres noches desaparecieron 50 mujeres todas ellas veinteañeras, características jóvenes hermosas.

El Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres de la Universidad veracruzana, dice que en 2017 desaparecieron 263 mujeres en Veracruz. Año 2018, los colectivos que buscan a sus hijos y familiares desaparecidos, como Solecito, calculan que son 20 mil desaparecidos y que existen más fosas clandestinas que municipios.

Correo: lexfemme.12@hotmail.com