/ viernes 27 de mayo de 2022

Las mujeres pájaro

Los usos y costumbres amparados en el artículo 2 de la Constitución federal son tan fuertes y ciertos, ya que es un derecho consuetudinario.

Este se rige por la costumbre hecha ley y es aplicado en el derecho no escrito, pero sí como normas de conducta obligatoria que consisten en un repertorio de costumbres reconocidas y compartidas colectivamente por una comunidad, pueblo, tribu, etnia o grupo religioso.

Esto ya está cambiando y son las mujeres las que están rompiendo esos esquemas, moldes, como son los usos, costumbres, los roles y estereotipos, donde han marginado a la mujer desde tiempos históricos; hoy es la juventud la que se está imponiendo para ser incluida en programas y costumbres solo hechas para los hombres.

Cuetzalan, Puebla, que significa lugar de los quetzales o abundancia de plumas preciosas del color del quetzal. Los vecinos cuentan con orgullo a los visitantes que la danza de los Voladores es aún más antigua y por tanto más originaria de Cuetzalan que de Papantla, Veracruz. Argumentan que los totonacos que habitaban en la antigua ciudad de Yohualichan ya practicaban allí su danza antes de emigrar, quizás expulsados por la invasión de nahuas del Valle de México a lo que hoy constituye la zona norte del estado de Veracruz, región conocida como el Totonacapan, donde en la actualidad se encuentra Papantla y la ciudad prehispánica del Tajín.

Cuetzalan, lugar donde las mujeres vuelan, practican desde niñas, ellas pidieron el derecho de participar en ese ritual a su caporal, es una danza majestuosa de femeninas valientes, ellas ya están volando, ya lo consiguieron, ya que esta costumbre únicamente era para hombres, en tiempos prehispánicos creían que si una mujer tocaba el palo les traería mala suerte y el dios sol soltaría su furia.

En un México antiguo las mujeres tuvieron un lugar importante en la estructura social, desde gobernantes, chamanas y guerreras, pero en especial para este ritual de los voladores no les permitían su participación. Hoy ya tiene un carácter femenino, ahí las mujeres vuelan como una expresión simbólica de su autonomía, libertad e independencia, estas surgieron como una ruptura de esa tradición que solo era para los hombres dando una orden de género, así tener la esperanza por la igualdad de género. Modesta Romero, mujer voladora de Cuetzalan, dice que los que vuelan eran puros caballeros y que los hombres tienen su origen en la mujer y ellas tienen ese don, además se sienten orgullosas de ser mujeres pájaro, no sin antes vencer los obstáculos; los ancianos les prohibieron la participación a las mujeres con el argumento de que los dioses castigarían la osadía, son consideradas “entes pecadores”. Para ser aceptadas las indígenas deben realizar una serie de rituales con el propósito de pedir perdón a deidades prehispánicas y santos católicos; inclusive deben permitir ser castigadas con bofetadas si pierden su virginidad o sostienen relaciones sexuales, en el caso de las casadas, en víspera del ceremonial.

El ritual de los Voladores es el más antiguo del ser humano con la naturaleza, desde tiempos antiguos que lo expresan con cuatro danzantes los voladores simbolizan los cuatro puntos cardinales y su descenso hasta el suelo significa su caída de la lluvia que los indígenas añoran para sus cosechas, cada sonido del caporal indica una acrobacia, girando 13 veces que es el número de los 13 cielos del dios sol y multiplicado por 4 resulta 52, el número de un ciclo del calendario solar de los aztecas; la altura del palo es de 25 a 35 metros.

En el 2015 se presentaron en Inglaterra en el festival de Geenwich Docklands International con el espectáculo Las Cuatro Fridas, en el que abordaron frases como “pies para qué quiero si tengo alas para volar”. Este ritual fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.

lexfemme.12@hotmail.com

Los usos y costumbres amparados en el artículo 2 de la Constitución federal son tan fuertes y ciertos, ya que es un derecho consuetudinario.

Este se rige por la costumbre hecha ley y es aplicado en el derecho no escrito, pero sí como normas de conducta obligatoria que consisten en un repertorio de costumbres reconocidas y compartidas colectivamente por una comunidad, pueblo, tribu, etnia o grupo religioso.

Esto ya está cambiando y son las mujeres las que están rompiendo esos esquemas, moldes, como son los usos, costumbres, los roles y estereotipos, donde han marginado a la mujer desde tiempos históricos; hoy es la juventud la que se está imponiendo para ser incluida en programas y costumbres solo hechas para los hombres.

Cuetzalan, Puebla, que significa lugar de los quetzales o abundancia de plumas preciosas del color del quetzal. Los vecinos cuentan con orgullo a los visitantes que la danza de los Voladores es aún más antigua y por tanto más originaria de Cuetzalan que de Papantla, Veracruz. Argumentan que los totonacos que habitaban en la antigua ciudad de Yohualichan ya practicaban allí su danza antes de emigrar, quizás expulsados por la invasión de nahuas del Valle de México a lo que hoy constituye la zona norte del estado de Veracruz, región conocida como el Totonacapan, donde en la actualidad se encuentra Papantla y la ciudad prehispánica del Tajín.

Cuetzalan, lugar donde las mujeres vuelan, practican desde niñas, ellas pidieron el derecho de participar en ese ritual a su caporal, es una danza majestuosa de femeninas valientes, ellas ya están volando, ya lo consiguieron, ya que esta costumbre únicamente era para hombres, en tiempos prehispánicos creían que si una mujer tocaba el palo les traería mala suerte y el dios sol soltaría su furia.

En un México antiguo las mujeres tuvieron un lugar importante en la estructura social, desde gobernantes, chamanas y guerreras, pero en especial para este ritual de los voladores no les permitían su participación. Hoy ya tiene un carácter femenino, ahí las mujeres vuelan como una expresión simbólica de su autonomía, libertad e independencia, estas surgieron como una ruptura de esa tradición que solo era para los hombres dando una orden de género, así tener la esperanza por la igualdad de género. Modesta Romero, mujer voladora de Cuetzalan, dice que los que vuelan eran puros caballeros y que los hombres tienen su origen en la mujer y ellas tienen ese don, además se sienten orgullosas de ser mujeres pájaro, no sin antes vencer los obstáculos; los ancianos les prohibieron la participación a las mujeres con el argumento de que los dioses castigarían la osadía, son consideradas “entes pecadores”. Para ser aceptadas las indígenas deben realizar una serie de rituales con el propósito de pedir perdón a deidades prehispánicas y santos católicos; inclusive deben permitir ser castigadas con bofetadas si pierden su virginidad o sostienen relaciones sexuales, en el caso de las casadas, en víspera del ceremonial.

El ritual de los Voladores es el más antiguo del ser humano con la naturaleza, desde tiempos antiguos que lo expresan con cuatro danzantes los voladores simbolizan los cuatro puntos cardinales y su descenso hasta el suelo significa su caída de la lluvia que los indígenas añoran para sus cosechas, cada sonido del caporal indica una acrobacia, girando 13 veces que es el número de los 13 cielos del dios sol y multiplicado por 4 resulta 52, el número de un ciclo del calendario solar de los aztecas; la altura del palo es de 25 a 35 metros.

En el 2015 se presentaron en Inglaterra en el festival de Geenwich Docklands International con el espectáculo Las Cuatro Fridas, en el que abordaron frases como “pies para qué quiero si tengo alas para volar”. Este ritual fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.

lexfemme.12@hotmail.com