/ martes 15 de diciembre de 2020

Las relaciones públicas

Buen día, apreciado lector. Acaso por un malentendido afán de austeridad, los gobiernos de Morena han desestimado la práctica de una herramienta vital para ganar la confianza de la población y mantener su interés en las acciones y programa públicos.

En el pecado llevarán la penitencia, como ya se está viendo con los resultados electorales en Coahuila e Hidalgo, lo que nos da otro claro ejemplo de que en esta materia no se debe ser “ni muy muy ni tan tan”.

Si bien los gobiernos priistas y panistas cayeron en excesos que condujeron al hartazgo, los morenistas muy pronto incurren en errores que los ponen al borde de la quiebra apenas iniciadas sus administraciones, sobre todo cuando su líder temerariamente, para tentar al diablo ordenó una consulta de revocación y ratificación de mandato, que por oviedad deben enfrentar todos los gobernadores de Morena. Un artículo en la página Alcaldes de México, de Felipe Reyes Barragán, en 2018 decía que:

“Las relaciones públicas, por definición son un conjunto de acciones de comunicación estratégica coordinadas y sostenidas a lo largo del tiempo, que tienen como principal objetivo fortalecer los vínculos con los distintos públicos, escuchándolos, informándolos y persuadiéndolos para lograr consenso, fidelidad y apoyo de los mismos.

“El proyectar una buena imagen de las instituciones, sus programas y su estructura, genera confianza y aceptación entre los ciudadanos y también entre los diversos stakeholders, cuando esto pasa, los beneficios son mayores, por ejemplo, con un clima de confianza, se pueden lograr la atracción de inversiones; el apoyo a programas, la credibilidad de las instituciones, de esto y otras acciones se deriva el éxito de los gobiernos”.

Las buenas o malas relaciones de los gobernantes se han reflejado siempre para bien o para mal. A la mayoría les fue bien con buen trato y hasta detalles como en las épocas navideñas, cuando sin exagerar en gastos hacían llegar presentes a los periodistas, lo que de ninguna manera se insinúa lo hagan ahora, menos si no saben cómo hacerlo.

Y hoy que inician las posadas, se valora y reconoce el trabajo del ilustre veracruzano acayuqueño que sí sabe y mucho de relaciones públicas: Alberto de la Rosa, fundador del Tlen Huicani, que junto con otros entusiastas como Luis Enrique Fernández Peredo, Jesús Enrique Rivera Ávila y las familias Díaz Arroyo y Landa Rojano promueven un video donde el grupo de jovencitos “Son La Semilla” cantan “La Rama”, bien protegidos con cubrebocas y guardando sana distancia. ¡Muy bien chavos!

mail:

gustavocadenamathey@gmail.com

gustavocadenamathey@gmail.com

Buen día, apreciado lector. Acaso por un malentendido afán de austeridad, los gobiernos de Morena han desestimado la práctica de una herramienta vital para ganar la confianza de la población y mantener su interés en las acciones y programa públicos.

En el pecado llevarán la penitencia, como ya se está viendo con los resultados electorales en Coahuila e Hidalgo, lo que nos da otro claro ejemplo de que en esta materia no se debe ser “ni muy muy ni tan tan”.

Si bien los gobiernos priistas y panistas cayeron en excesos que condujeron al hartazgo, los morenistas muy pronto incurren en errores que los ponen al borde de la quiebra apenas iniciadas sus administraciones, sobre todo cuando su líder temerariamente, para tentar al diablo ordenó una consulta de revocación y ratificación de mandato, que por oviedad deben enfrentar todos los gobernadores de Morena. Un artículo en la página Alcaldes de México, de Felipe Reyes Barragán, en 2018 decía que:

“Las relaciones públicas, por definición son un conjunto de acciones de comunicación estratégica coordinadas y sostenidas a lo largo del tiempo, que tienen como principal objetivo fortalecer los vínculos con los distintos públicos, escuchándolos, informándolos y persuadiéndolos para lograr consenso, fidelidad y apoyo de los mismos.

“El proyectar una buena imagen de las instituciones, sus programas y su estructura, genera confianza y aceptación entre los ciudadanos y también entre los diversos stakeholders, cuando esto pasa, los beneficios son mayores, por ejemplo, con un clima de confianza, se pueden lograr la atracción de inversiones; el apoyo a programas, la credibilidad de las instituciones, de esto y otras acciones se deriva el éxito de los gobiernos”.

Las buenas o malas relaciones de los gobernantes se han reflejado siempre para bien o para mal. A la mayoría les fue bien con buen trato y hasta detalles como en las épocas navideñas, cuando sin exagerar en gastos hacían llegar presentes a los periodistas, lo que de ninguna manera se insinúa lo hagan ahora, menos si no saben cómo hacerlo.

Y hoy que inician las posadas, se valora y reconoce el trabajo del ilustre veracruzano acayuqueño que sí sabe y mucho de relaciones públicas: Alberto de la Rosa, fundador del Tlen Huicani, que junto con otros entusiastas como Luis Enrique Fernández Peredo, Jesús Enrique Rivera Ávila y las familias Díaz Arroyo y Landa Rojano promueven un video donde el grupo de jovencitos “Son La Semilla” cantan “La Rama”, bien protegidos con cubrebocas y guardando sana distancia. ¡Muy bien chavos!

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