Estimado lector, las supervisiones escolares, dentro de la estructura de la SEV, son instancias de las cuales dependen los directores de las escuelas de educación básica y media superior del estado de Veracruz.
En teoría fueron creadas para cuidar, vigilar y apoyar el desarrollo de las escuelas y el cumplimiento de las disposiciones normativas y pedagógicas emitidas por la SEP o la SEV.
A lo largo del siglo XX hemos visto cómo han evolucionado, desde una concepción que pone el acento en el control y fiscalización administrativa, hasta una que busca ubicarla en la administración, gestión y apoyo para mejorar la calidad educativa.
Su función real en este momento, por cierto en proceso de transformación, es principalmente, ser un vínculo entre las autoridades educativas, así como sindicales y las escuelas, padres de familia y autoridades municipales, estatales y federales.
Las supervisiones y jefaturas de sector se fueron otorgando como una forma de compensar tareas político-sindicales, oficiales o para beneficiar a determinados maestros. Se llegaba a ocupar esas plazas a través del escalafón, controlado por el sindicato, y también por antigüedad. Actualmente tienen que someterse a concurso, para que por prelación, llegue el mejor a dicho puesto.
Hasta este momento tienen un doble papel, el formal de supervisor y el implícito de representante sindical. Sus principales funciones son realizar actividades administrativas, de vinculación interinstitucional, deportiva, cultural y artística. En su mayoría no proporcionan apoyo técnico-pedagógico a los maestros de grupo.
Por lo anterior es urgente y necesario, en el marco de la nueva administración federal y estatal, transformar la función del supervisor escolar y del jefe de sector, donde se pueda distinguir claramente el liderazgo técnico-pedagógico como su principal función.
En este momento siguen vigentes los principios pedagógicos para una buena supervisión, propuestos por el maestro Rafael Ramírez, refiero algunos: es una función de naturaleza esencialmente técnica y todas las tareas que se realicen deben ser hechas por esta razón. Debe ser una actividad creadora, democrática, efectiva y cuidadosamente planeada. La tarea del supervisor y del jefe de sector debe ser políticamente revolucionaria, encaminada a la construcción de una sociedad justa, equitativa y democrática. Pueden sintetizarse en inspección, experimentación, investigación, dirección y conducción, de perfeccionamiento pedagógico, cultural, profesional y otros.
Sin duda, el destacado educador Rafael Ramírez, nacido en las Vigas, Veracruz, se adelantó a su tiempo, cuando expresó: “Sueño que cuando todos los supervisores del país se resuelvan a ser líderes educativos (técnico-pedagógicos), las escuelas de México habrán de rehabilitarse”.
Por último, si usted tiene alguna opinión de cómo mejorar las funciones y organización de las supervisiones y jefaturas de sector, por favor compártala con nosotros.
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