/ martes 6 de noviembre de 2018

Las Vigas, la lucha contra el rezago

El municipio de Las Vigas de Ramírez se ubica a 35 kilómetros de la capital del Estado; pese a esa cercanía, el rezago y la pobreza que enfrentan sus habitantes es evidente.

Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, indican que de los 20 mil habitantes de este municipio, al menos 14 mil 400 son pobres.

Más de 47 por ciento de la población local enfrenta un nivel de pobreza moderada; y casi 33 de cada 100 viven en pobreza extrema; es decir, una tercera parte de los habitantes de Las Vigas carecen de lo indispensable para sobrevivir.

Este municipio supera con mucho el promedio nacional y estatal de carencias sociales: el 34 por ciento se encuentra en rezago educativo; 32 por ciento enfrenta carencia por acceso a los servicios de salud; casi 90 de cada 100 no cuentan con seguridad social; y una tercera parte habita casas con inadecuados espacios.

No es todo: 56 por ciento de los habitantes de Las Vigas carece de los servicios básicos en la vivienda; y 23 de cada 100 enfrentan carencia por acceso a la alimentación; es la población paupérrima de un municipio donde la pobreza, el rezago y la marginación son parte del paisaje cotidiano.

Es tal el nivel de rezago que una de cada 5 familias no cuenta con drenaje y en el mismo porcentaje se ubica el servicio de agua entubada; casi 10 por ciento de la población habita viviendas con un solo cuarto y 7.4 por ciento lo hace en casas con piso de tierra.

Si en Veracruz el grado promedio de escolaridad se considera bajo, 7.7; en un lugar como Las Vigas el problema se acentúa porque ese índice se ubica en 6.4; en pocas palabras, el promedio municipal apenas supera el sexto grado de primaria.

En cuanto al acceso a los servicios de salud tampoco están las cosas bien: hay 5 médicos y sólo una unidad médica para 20 mil habitantes.

Esa es, en síntesis, la realidad del nivel de rezago, pobreza y carencias de la población de Las Vigas de Ramírez, un municipio que se ubica entre los que registran las más bajas temperaturas de Veracruz.

El presidente municipal de este lugar, Alejandro Lino Cruz Romero, Lino para sus amigos, parece que tiene perfectamente claro el diagnóstico; indica que la prioridad en su municipio es combatir el rezago, la marginación y las carencias sociales; dice que hace poco menos de un año, al asumir el cargo, encontró un verdadero caos: escuelas sin aulas; apatía del magisterio; casas sin piso firme; falta de drenaje; anarquía en el poco comercio que existe en el lugar; malos caminos para comunicar a las 45 comunidades; y, probablemente lo peor, falta de agua para satisfacer la demanda de la población.

De las obras inconclusas que dejaron las pasadas administraciones de Las Vigas mejor ni hablar.


El edil sabe que para la Sedesol, su municipio es considerado como una zona de atención prioritaria rural; sin embargo, expone que será sumamente complicado resolver en una administración los problemas de rezago, marginación y pobreza.

Lo lamentable es que Las Vigas no son un caso aislado de un municipio rural veracruzano con una población empobrecida y con alto nivel de carencias sociales; es un caso que ilustra a la perfección la realidad que enfrenta la mayoría de los municipios del estado; por algo la entidad es una de las que tienen mayores niveles de pobreza en nuestro país. @luisromero85


El municipio de Las Vigas de Ramírez se ubica a 35 kilómetros de la capital del Estado; pese a esa cercanía, el rezago y la pobreza que enfrentan sus habitantes es evidente.

Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, indican que de los 20 mil habitantes de este municipio, al menos 14 mil 400 son pobres.

Más de 47 por ciento de la población local enfrenta un nivel de pobreza moderada; y casi 33 de cada 100 viven en pobreza extrema; es decir, una tercera parte de los habitantes de Las Vigas carecen de lo indispensable para sobrevivir.

Este municipio supera con mucho el promedio nacional y estatal de carencias sociales: el 34 por ciento se encuentra en rezago educativo; 32 por ciento enfrenta carencia por acceso a los servicios de salud; casi 90 de cada 100 no cuentan con seguridad social; y una tercera parte habita casas con inadecuados espacios.

No es todo: 56 por ciento de los habitantes de Las Vigas carece de los servicios básicos en la vivienda; y 23 de cada 100 enfrentan carencia por acceso a la alimentación; es la población paupérrima de un municipio donde la pobreza, el rezago y la marginación son parte del paisaje cotidiano.

Es tal el nivel de rezago que una de cada 5 familias no cuenta con drenaje y en el mismo porcentaje se ubica el servicio de agua entubada; casi 10 por ciento de la población habita viviendas con un solo cuarto y 7.4 por ciento lo hace en casas con piso de tierra.

Si en Veracruz el grado promedio de escolaridad se considera bajo, 7.7; en un lugar como Las Vigas el problema se acentúa porque ese índice se ubica en 6.4; en pocas palabras, el promedio municipal apenas supera el sexto grado de primaria.

En cuanto al acceso a los servicios de salud tampoco están las cosas bien: hay 5 médicos y sólo una unidad médica para 20 mil habitantes.

Esa es, en síntesis, la realidad del nivel de rezago, pobreza y carencias de la población de Las Vigas de Ramírez, un municipio que se ubica entre los que registran las más bajas temperaturas de Veracruz.

El presidente municipal de este lugar, Alejandro Lino Cruz Romero, Lino para sus amigos, parece que tiene perfectamente claro el diagnóstico; indica que la prioridad en su municipio es combatir el rezago, la marginación y las carencias sociales; dice que hace poco menos de un año, al asumir el cargo, encontró un verdadero caos: escuelas sin aulas; apatía del magisterio; casas sin piso firme; falta de drenaje; anarquía en el poco comercio que existe en el lugar; malos caminos para comunicar a las 45 comunidades; y, probablemente lo peor, falta de agua para satisfacer la demanda de la población.

De las obras inconclusas que dejaron las pasadas administraciones de Las Vigas mejor ni hablar.


El edil sabe que para la Sedesol, su municipio es considerado como una zona de atención prioritaria rural; sin embargo, expone que será sumamente complicado resolver en una administración los problemas de rezago, marginación y pobreza.

Lo lamentable es que Las Vigas no son un caso aislado de un municipio rural veracruzano con una población empobrecida y con alto nivel de carencias sociales; es un caso que ilustra a la perfección la realidad que enfrenta la mayoría de los municipios del estado; por algo la entidad es una de las que tienen mayores niveles de pobreza en nuestro país. @luisromero85