/ martes 8 de junio de 2021

Lección política: el reino intocable

Con Morena a la cabeza y sus aliados del PVEM y PT, los ganadores a las alcaldías de Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica ya quedaron definidos...

Pero Veracruz seguirá en suspenso si, como anunció el candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, Ricardo Exsome Zapata, la elección se va a los tribunales electorales por la infinidad de irregularidades registradas en el proceso, sobre todo por coacción y compra de votos, de los que deberán tener pruebas, y otra como esa de “paquetes donde hay, o más boletas que votantes o más votantes que boletas”, y ya en esa instancia, puede suceder cualquier cosa, incluso la de anular la elección o restar tantos votos a la alianza PAN-PRI-PRD que el triunfo pueda otorgarse a Morena-PVEM-PT. Es un escenario incierto. Sin embargo, lo que debe destacarse es que los Yunes no se apanicaron frente a la embestida oficial y mediática para arrinconarlos, y por los resultados, ilustraron a los operadores morenistas cómo ganar una elección y, además, deshacerse de sus adversarios internos. Primero, la diferencia en votos entre Exsome y la señora Lobeira, esposa de Miguel Ángel Yunes Jr., es de tres mil 787 votos, pero si en el cómputo se registrase una variación de votos a favor de Exsome que le otorgue el triunfo, o si la diferencia se reduce a menos del 1% entre ambos, en este último escenario es que podría haber un recuento de voto por voto, o incluso la nulidad del proceso por violaciones graves. Todo puede pasar. La realidad es que en el campo de batalla, ganaron los Yunes en el reino que hace años pintaron de azul en la franja costera de Veracruz y Boca del Río, dos municipios emblemáticos del estado, y sólo habrían perdido Medellín, más por la pésima imagen del alcalde con licencia Hipólito Deschamps Espino Barros que perdió la oportunidad de ser diputado local por ese Distrito y, en esa espiral arrastró a un buen prospecto a la alcaldía, Gabriel Cárdenas, que no pudo vencer a Marcos Isleño. Y, en el puerto, además de hacer ganar a los candidatos de ese clan, Patricia Lobeira en la ciudad heroica, Juan Manuel de Unanue en Boca del Río, y a los diputados federal y local, María Josefina Gamboa, Miguel Hermida y Jaime de la Garza, respectivamente, hicieron perder los que no pertenecen a ese grupo, Francisco Gutiérrez de Velasco y Carolina Gudiño, es decir, operación política que muestra el grado de control de los Yunes en la mayoría de los ciudadanos para votar por sus candidatos, y no sólo eso, dejar de hacerlo por los que son ajenos a ellos, lo de que favoreció a que ganaran cómodamente Rosa María Hernández, al margen de que trabajó incansablemente para lograrlo, y Fernando Arteaga, a quien desde el principio se le veía como un rival un tanto frágil. En resumen, Morena logró carro completo en el estado con 26 o 27 de 30 diputaciones locales y 18 de 20 diputaciones federales, además de más de 100 alcaldía junto con sus partidos aliados, como en los viejos tiempos del PRI y mucha similitud a lo que hizo Javier Duarte en una elección intermedia como gobernador, pero en el reino de los Yunes nada más no pudieron, y hasta este momento ellos siguen cantando victoria. En el mismo tema, dos actores políticos importantes señalaron que hubo una “elección de estado”, por la intervención del poder político para favorecer resultados, en este caso a candidatos del partido en el poder. Lo expresó el ex candidato a la alcaldía de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, derrotado por el ex diputado local y expresidente de la Mesa Directiva del Congreso, José Manuel Pozos Castro, y Manuel Rosendo Pelayo, exalcalde de San Andrés Tuxtla, quien perdió en la elección del domingo pasado ante María Elena Solana Calzada.

Quedará sólo para la anécdota.

opedro2006@gmail.com

Con Morena a la cabeza y sus aliados del PVEM y PT, los ganadores a las alcaldías de Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica ya quedaron definidos...

Pero Veracruz seguirá en suspenso si, como anunció el candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, Ricardo Exsome Zapata, la elección se va a los tribunales electorales por la infinidad de irregularidades registradas en el proceso, sobre todo por coacción y compra de votos, de los que deberán tener pruebas, y otra como esa de “paquetes donde hay, o más boletas que votantes o más votantes que boletas”, y ya en esa instancia, puede suceder cualquier cosa, incluso la de anular la elección o restar tantos votos a la alianza PAN-PRI-PRD que el triunfo pueda otorgarse a Morena-PVEM-PT. Es un escenario incierto. Sin embargo, lo que debe destacarse es que los Yunes no se apanicaron frente a la embestida oficial y mediática para arrinconarlos, y por los resultados, ilustraron a los operadores morenistas cómo ganar una elección y, además, deshacerse de sus adversarios internos. Primero, la diferencia en votos entre Exsome y la señora Lobeira, esposa de Miguel Ángel Yunes Jr., es de tres mil 787 votos, pero si en el cómputo se registrase una variación de votos a favor de Exsome que le otorgue el triunfo, o si la diferencia se reduce a menos del 1% entre ambos, en este último escenario es que podría haber un recuento de voto por voto, o incluso la nulidad del proceso por violaciones graves. Todo puede pasar. La realidad es que en el campo de batalla, ganaron los Yunes en el reino que hace años pintaron de azul en la franja costera de Veracruz y Boca del Río, dos municipios emblemáticos del estado, y sólo habrían perdido Medellín, más por la pésima imagen del alcalde con licencia Hipólito Deschamps Espino Barros que perdió la oportunidad de ser diputado local por ese Distrito y, en esa espiral arrastró a un buen prospecto a la alcaldía, Gabriel Cárdenas, que no pudo vencer a Marcos Isleño. Y, en el puerto, además de hacer ganar a los candidatos de ese clan, Patricia Lobeira en la ciudad heroica, Juan Manuel de Unanue en Boca del Río, y a los diputados federal y local, María Josefina Gamboa, Miguel Hermida y Jaime de la Garza, respectivamente, hicieron perder los que no pertenecen a ese grupo, Francisco Gutiérrez de Velasco y Carolina Gudiño, es decir, operación política que muestra el grado de control de los Yunes en la mayoría de los ciudadanos para votar por sus candidatos, y no sólo eso, dejar de hacerlo por los que son ajenos a ellos, lo de que favoreció a que ganaran cómodamente Rosa María Hernández, al margen de que trabajó incansablemente para lograrlo, y Fernando Arteaga, a quien desde el principio se le veía como un rival un tanto frágil. En resumen, Morena logró carro completo en el estado con 26 o 27 de 30 diputaciones locales y 18 de 20 diputaciones federales, además de más de 100 alcaldía junto con sus partidos aliados, como en los viejos tiempos del PRI y mucha similitud a lo que hizo Javier Duarte en una elección intermedia como gobernador, pero en el reino de los Yunes nada más no pudieron, y hasta este momento ellos siguen cantando victoria. En el mismo tema, dos actores políticos importantes señalaron que hubo una “elección de estado”, por la intervención del poder político para favorecer resultados, en este caso a candidatos del partido en el poder. Lo expresó el ex candidato a la alcaldía de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, derrotado por el ex diputado local y expresidente de la Mesa Directiva del Congreso, José Manuel Pozos Castro, y Manuel Rosendo Pelayo, exalcalde de San Andrés Tuxtla, quien perdió en la elección del domingo pasado ante María Elena Solana Calzada.

Quedará sólo para la anécdota.

opedro2006@gmail.com