/ viernes 21 de diciembre de 2018

Les duele la democracia

Alguna vez el rey Juan Carlos de España cuestionó la elección democrática del presidente cubano Fidel Castro, este le contestó puntualmente: “Y a este Borbón, quien lo eligió”. Los mexicanos nos constituimos “en una República representativa, democrática y federal” según dicta el artículo 40. Y el 49 dicta que : “El poder supremo de la Federación se divide ara su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El poder Ejecutivo y Legislativo se legirán mediante el voto directo y en los términos que que disponga la Ley Electoral “. El poder Judicial no se constituye mediante el voto directo del pueblo, sino que es el Senado quien elige a estos magistrados a partir de una terna presentada por el Ejecutivo. Que de hecho y tradicionalmente se somete a los dictados del presidente en turno, con desprecio y violación a la supuesta autonomía de los otros poderes. El artículo 39 constitucional dice: “…Todo poder dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificarla forma de su gobierno”.

Hoy que los ciudadanos mayoritariamente votaron por un cambio de régimen y este emprende una ruta, en la que los poderes enderecen política y normas al servicio de la mayoría pobre e implementen una política consecuente con ese mandato impuesto democráticamente mediante el sufragio, el poder Judicial el que más ha dado muestras de ineficacia y de corrupción en su trabajo, se autoasigna sueldos escandalosos (600 mil pesos mensuales) en un país poblado mayoritariamente por ciudadanos pobres y en extrema pobreza. Cuando tradicionalmente se han sometido a las imposiciones del presidente en turno que es decir a la elite privilegiada, violando flagrantemente la autonomía sin que los hoy defensores de tal autonomía lanzaran la mínima queja.

Hoy se desgarran las vestiduras porque el Ejecutivo quiere avasallar al poder Judicial sin respetar su “autonomía”. ¡Hágame el refabrón cabor!.

Sin entender estos que de cualquier ángulo que se vea esta oposición a someterse a una nueva concepción de ejercer el poder, es inmoral, es corrupción, emanada del sistema imperante que necesita corromper a funcionarios, a líderes sindicales para hacerlos cómplices y defensores de su enriquecimiento ilícito, inmoral, de explotación a otro ser humano. Muy lejano esto de la concepción de Morelos de que el servidor público debería ser un “siervo de la Nación” o vivir en la medianía económica como lo dijo y lo hizo don Benito Juárez. O si usted quiere, de la doctrina cristiana. Se trata hoy de entender que los funcionarios de cualquier nivel son empleados de la sociedad y si son elegidos democráticamente también deben someterse a la revocación de mandato, cuando hacen mal su trabajo o utilizan el puesto para el enriquecimiento mediante el saqueo del erario.

Es cierto, debe existir autonomía entre los poderes, aunque ya vimos que el poder Judicial no es electo directamente por la sociedad, es el Senado quien lo elige; aunque la Constitución diga que la división de poderes es a efecto de mantener un equilibrio. Pero también es cierto que es injusto, que precisamente los encargados de impartir justicia tengan un sueldo extremadamente injusto que afecta precisamente el presupuesto destinado para beneficio de la mayoría necesitada. Es absurdo pensar y decir que no se puede modificar la Constitución para que estos señores magistrados no ganen más que el Presidente. Porque estos ahora defensores de la “autonomía” del poder Judicial, no protestaron cuando modificaron la Constitución para entregar la riqueza petrolera al extranjero, o cuando descaradamente en las elecciones del 2006 dieron el “triunfo” a Calderón, miles y miles caso de crímenes impunes, de saqueo a la riqueza pública. Donde el poder Judicial se ha ganado a pulso el primer lugar de corrupción. En estos días se está viendo el perdón a altos funcionarios del gobierno de Duarte mediante trueques económicos y políticos a cambio de impunidad, denuncia la prensa. Mal trabajo de la “justicia”. Desgraciadamente López Obrador ya señaló la línea: borrón y cuenta nueva. ¿Y lo robado?, ¿Y los crímenes?, ¿Y los desaparecidos?, ¿Y las fosas clandestinas?.

Alguna vez el rey Juan Carlos de España cuestionó la elección democrática del presidente cubano Fidel Castro, este le contestó puntualmente: “Y a este Borbón, quien lo eligió”. Los mexicanos nos constituimos “en una República representativa, democrática y federal” según dicta el artículo 40. Y el 49 dicta que : “El poder supremo de la Federación se divide ara su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El poder Ejecutivo y Legislativo se legirán mediante el voto directo y en los términos que que disponga la Ley Electoral “. El poder Judicial no se constituye mediante el voto directo del pueblo, sino que es el Senado quien elige a estos magistrados a partir de una terna presentada por el Ejecutivo. Que de hecho y tradicionalmente se somete a los dictados del presidente en turno, con desprecio y violación a la supuesta autonomía de los otros poderes. El artículo 39 constitucional dice: “…Todo poder dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificarla forma de su gobierno”.

Hoy que los ciudadanos mayoritariamente votaron por un cambio de régimen y este emprende una ruta, en la que los poderes enderecen política y normas al servicio de la mayoría pobre e implementen una política consecuente con ese mandato impuesto democráticamente mediante el sufragio, el poder Judicial el que más ha dado muestras de ineficacia y de corrupción en su trabajo, se autoasigna sueldos escandalosos (600 mil pesos mensuales) en un país poblado mayoritariamente por ciudadanos pobres y en extrema pobreza. Cuando tradicionalmente se han sometido a las imposiciones del presidente en turno que es decir a la elite privilegiada, violando flagrantemente la autonomía sin que los hoy defensores de tal autonomía lanzaran la mínima queja.

Hoy se desgarran las vestiduras porque el Ejecutivo quiere avasallar al poder Judicial sin respetar su “autonomía”. ¡Hágame el refabrón cabor!.

Sin entender estos que de cualquier ángulo que se vea esta oposición a someterse a una nueva concepción de ejercer el poder, es inmoral, es corrupción, emanada del sistema imperante que necesita corromper a funcionarios, a líderes sindicales para hacerlos cómplices y defensores de su enriquecimiento ilícito, inmoral, de explotación a otro ser humano. Muy lejano esto de la concepción de Morelos de que el servidor público debería ser un “siervo de la Nación” o vivir en la medianía económica como lo dijo y lo hizo don Benito Juárez. O si usted quiere, de la doctrina cristiana. Se trata hoy de entender que los funcionarios de cualquier nivel son empleados de la sociedad y si son elegidos democráticamente también deben someterse a la revocación de mandato, cuando hacen mal su trabajo o utilizan el puesto para el enriquecimiento mediante el saqueo del erario.

Es cierto, debe existir autonomía entre los poderes, aunque ya vimos que el poder Judicial no es electo directamente por la sociedad, es el Senado quien lo elige; aunque la Constitución diga que la división de poderes es a efecto de mantener un equilibrio. Pero también es cierto que es injusto, que precisamente los encargados de impartir justicia tengan un sueldo extremadamente injusto que afecta precisamente el presupuesto destinado para beneficio de la mayoría necesitada. Es absurdo pensar y decir que no se puede modificar la Constitución para que estos señores magistrados no ganen más que el Presidente. Porque estos ahora defensores de la “autonomía” del poder Judicial, no protestaron cuando modificaron la Constitución para entregar la riqueza petrolera al extranjero, o cuando descaradamente en las elecciones del 2006 dieron el “triunfo” a Calderón, miles y miles caso de crímenes impunes, de saqueo a la riqueza pública. Donde el poder Judicial se ha ganado a pulso el primer lugar de corrupción. En estos días se está viendo el perdón a altos funcionarios del gobierno de Duarte mediante trueques económicos y políticos a cambio de impunidad, denuncia la prensa. Mal trabajo de la “justicia”. Desgraciadamente López Obrador ya señaló la línea: borrón y cuenta nueva. ¿Y lo robado?, ¿Y los crímenes?, ¿Y los desaparecidos?, ¿Y las fosas clandestinas?.