/ viernes 4 de septiembre de 2020

LEX FEMME. Grave y violento el abuso sexual a menores

Un grito de auxilio estalló en redes sociales. Una menor de 16 años que estaría siendo violada sexualmente solicita ayuda, al grado de querer matarse, sin embargo, tiene miedo que su hermanita de 7 años sufra; su madre las dejó abandonadas con un familiar. Acusa que el novio y un amigo de su tía la violaban constantemente, pero que nadie le cree por ser menor de edad.

Según ella, le avisó a su tío, pero éste le respondió que no quiere problemas. Afortunadamente la Policía Municipal de Xalapa y personal del DIF acudieron al auxilio de la menor, por lo cual un sospechoso fue detenido. Varios delitos encuadran en esta denuncia: violación sexual, omisión de cuidado, abandono y omisión del delito.

La siguiente información es para ayudar a detectar cuando hay casos de abuso sexual en hijos o familiares.

El abuso sexual son formas violentas de expresión para inducir a la realización de prácticas sexuales no deseadas ni consentidas, a través de caricias, besos, tocamientos o amenazas; las violaciones sexuales son sometimientos físicos o psicológicos.

El abuso sexual es grave y está penado por la ley, afecta a la víctima en su sano desarrollo psicosexual y deja huellas profundas que le imponen serios obstáculos para posteriormente asumirse como hombre o mujer, padre o madre, además de generar una gran confusión y una predisposición permanente para el trastocamiento de los roles sexuales o familiares.

La mayor parte de los casos de abuso sexual en niños, niñas y adolescentes son cometidos por los padres, la pareja de alguno de ellos, parientes, amigos o desconocidos. ¡Cuidado papás, esto ocurre dentro del hogar!

El agresor o violador conoce a la víctima, sabe en qué momento atacar y cómo hacerlo. Para someterla utiliza la coacción, las amenazas, el miedo, el abandono y la soledad del menor. Estas conductas se dan dentro del entorno familiar y la mayoría de las veces el abuso sexual no es un hecho aislado o momentáneo en la vida del pequeño, sino algo que se desarrolla paulatinamente en su propio hogar y que puede llegar a prolongarse durante meses o años.

Algunas alteraciones físicas que se pueden presentar cuando hay abuso sexual son: ropa interior rota o manchada; sangrado, dolor o inflamación en el área genital; infecciones en el recto, vagina o en la boca; presencia de enfermedades sexuales transmitibles; moretones, quemaduras, mordidas o pellizcos.

Entre las alteraciones psicológicas que podrían sufrir los niños y adolescentes se encuentran la irritabilidad, miedo, despiertan llorando por las noches, tienen pesadillas, comen poco o en grandes cantidades. En caso de que su hijo, familiar o conocido presente estas características busque ayuda y presente la denuncia correspondiente.

lexfemme.12@hotmail.com

Un grito de auxilio estalló en redes sociales. Una menor de 16 años que estaría siendo violada sexualmente solicita ayuda, al grado de querer matarse, sin embargo, tiene miedo que su hermanita de 7 años sufra; su madre las dejó abandonadas con un familiar. Acusa que el novio y un amigo de su tía la violaban constantemente, pero que nadie le cree por ser menor de edad.

Según ella, le avisó a su tío, pero éste le respondió que no quiere problemas. Afortunadamente la Policía Municipal de Xalapa y personal del DIF acudieron al auxilio de la menor, por lo cual un sospechoso fue detenido. Varios delitos encuadran en esta denuncia: violación sexual, omisión de cuidado, abandono y omisión del delito.

La siguiente información es para ayudar a detectar cuando hay casos de abuso sexual en hijos o familiares.

El abuso sexual son formas violentas de expresión para inducir a la realización de prácticas sexuales no deseadas ni consentidas, a través de caricias, besos, tocamientos o amenazas; las violaciones sexuales son sometimientos físicos o psicológicos.

El abuso sexual es grave y está penado por la ley, afecta a la víctima en su sano desarrollo psicosexual y deja huellas profundas que le imponen serios obstáculos para posteriormente asumirse como hombre o mujer, padre o madre, además de generar una gran confusión y una predisposición permanente para el trastocamiento de los roles sexuales o familiares.

La mayor parte de los casos de abuso sexual en niños, niñas y adolescentes son cometidos por los padres, la pareja de alguno de ellos, parientes, amigos o desconocidos. ¡Cuidado papás, esto ocurre dentro del hogar!

El agresor o violador conoce a la víctima, sabe en qué momento atacar y cómo hacerlo. Para someterla utiliza la coacción, las amenazas, el miedo, el abandono y la soledad del menor. Estas conductas se dan dentro del entorno familiar y la mayoría de las veces el abuso sexual no es un hecho aislado o momentáneo en la vida del pequeño, sino algo que se desarrolla paulatinamente en su propio hogar y que puede llegar a prolongarse durante meses o años.

Algunas alteraciones físicas que se pueden presentar cuando hay abuso sexual son: ropa interior rota o manchada; sangrado, dolor o inflamación en el área genital; infecciones en el recto, vagina o en la boca; presencia de enfermedades sexuales transmitibles; moretones, quemaduras, mordidas o pellizcos.

Entre las alteraciones psicológicas que podrían sufrir los niños y adolescentes se encuentran la irritabilidad, miedo, despiertan llorando por las noches, tienen pesadillas, comen poco o en grandes cantidades. En caso de que su hijo, familiar o conocido presente estas características busque ayuda y presente la denuncia correspondiente.

lexfemme.12@hotmail.com