/ lunes 14 de diciembre de 2020

Lista para la alcaldía

Se entiende, que nunca se justifica, que por ser joven la diputada federal del góber de la 4T, Dorheny García Cayetano, llame delincuentes a los políticos del PRI, PAN y PRD ahora cuando integraron una alianza partidista de cara a la elección de quince gobernadores y 500 diputados federales, más los presidentes municipales y diputados locales en Veracruz.

El adjetivo calificativo de delincuentes es grueso y pesado. Se advierte que la legisladora de Cuitláhuac García Jiménez, impuesta por dedazo (la otra forma de la corrupción delincuencial) nunca ha leído el Eclesiastés, allí donde recomienda a la población "amarrarse la lengua" antes de hablar.

PASAMANOS: Purificados como se sienten las tribus guinda, los morenistas se trepan en los veinte años de López Obrador haciendo campaña electoral (dos como presidente de la república) y se acreditan el liderazgo social y popular del presidente tabasqueño. Y, cierto, las elites priistas, panistas y perredistas encaramaron a México en el número uno de la corrupción política en el mundo. Pero, y por desgracia, en Morena el fenómeno también se está reproduciendo. Casos, y por ejemplo, el hermano y la prima incómoda de López Obrador. Casos también en Veracruz con el nepotismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses en la mayor parte de las secretarías del gabinete legal donde los titulares impusieron a parientes, amigos, compadres, aliados, socios y cómplices. Incluso, y en otros casos, unos a otros se recomendaron a familiares, digamos, ajá, para despistar.

CORREDORES: Dorheny sueña, con el dedazo del góber de la 4T, con la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Xalapa. Y por eso mismo, despotrica en la pista descarrilada contra los aliancistas y les endilga el peor epíteto del mundo, en un tiempo cuando los carteles y cartelitos tienen a Veracruz oliendo a pólvora y convertido en un río de sangre, debido, entre otras cositas, a la ineficacia y la ineficiencia de la secretaría de Seguridad Pública, y que omite, claro.

BALCONES: A estas alturas, los CDE del PRI, PAN y PRD debieran haber interpuesto una denuncia en contra de Dorheny por llamarles delincuentes. Pero, bueno, cada quien sus tiempos. En tanto, ella, sin ningún resultado social ni legislativo como diputada federal, se encarama en las valencianas de López Obrador y lo defiende. Y asegura que los aliancistas injurian al presidente de la república, cuando bastaría revisar las mañaneras para confirmar el tiempo de la discordia alimentada desde el Palacio Nacional, cuando todo Estadista ha de ejercer el poder y gobernar buscando la concordia.

PASILLOS: Dorheny es, parece ser, a Cuitláhuac García lo que Indira Rosales San Román a Miguel Ángel Yunes Linares, Anilú Ingram a Javier Duarte y Carolina Gudiño Corro a Fidel Herrera Beltrán. Simple y llanamente beneficiara del poder para coleccionar cargos públicos en "un dos por tres", "rápida y furiosa", fast track, dedazo puro. Indira Rosales, dos cargos en menos de un bienio. Anilú Ingram, 4 cargos en menos de un sexenio.

Se entiende, que nunca se justifica, que por ser joven la diputada federal del góber de la 4T, Dorheny García Cayetano, llame delincuentes a los políticos del PRI, PAN y PRD ahora cuando integraron una alianza partidista de cara a la elección de quince gobernadores y 500 diputados federales, más los presidentes municipales y diputados locales en Veracruz.

El adjetivo calificativo de delincuentes es grueso y pesado. Se advierte que la legisladora de Cuitláhuac García Jiménez, impuesta por dedazo (la otra forma de la corrupción delincuencial) nunca ha leído el Eclesiastés, allí donde recomienda a la población "amarrarse la lengua" antes de hablar.

PASAMANOS: Purificados como se sienten las tribus guinda, los morenistas se trepan en los veinte años de López Obrador haciendo campaña electoral (dos como presidente de la república) y se acreditan el liderazgo social y popular del presidente tabasqueño. Y, cierto, las elites priistas, panistas y perredistas encaramaron a México en el número uno de la corrupción política en el mundo. Pero, y por desgracia, en Morena el fenómeno también se está reproduciendo. Casos, y por ejemplo, el hermano y la prima incómoda de López Obrador. Casos también en Veracruz con el nepotismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses en la mayor parte de las secretarías del gabinete legal donde los titulares impusieron a parientes, amigos, compadres, aliados, socios y cómplices. Incluso, y en otros casos, unos a otros se recomendaron a familiares, digamos, ajá, para despistar.

CORREDORES: Dorheny sueña, con el dedazo del góber de la 4T, con la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Xalapa. Y por eso mismo, despotrica en la pista descarrilada contra los aliancistas y les endilga el peor epíteto del mundo, en un tiempo cuando los carteles y cartelitos tienen a Veracruz oliendo a pólvora y convertido en un río de sangre, debido, entre otras cositas, a la ineficacia y la ineficiencia de la secretaría de Seguridad Pública, y que omite, claro.

BALCONES: A estas alturas, los CDE del PRI, PAN y PRD debieran haber interpuesto una denuncia en contra de Dorheny por llamarles delincuentes. Pero, bueno, cada quien sus tiempos. En tanto, ella, sin ningún resultado social ni legislativo como diputada federal, se encarama en las valencianas de López Obrador y lo defiende. Y asegura que los aliancistas injurian al presidente de la república, cuando bastaría revisar las mañaneras para confirmar el tiempo de la discordia alimentada desde el Palacio Nacional, cuando todo Estadista ha de ejercer el poder y gobernar buscando la concordia.

PASILLOS: Dorheny es, parece ser, a Cuitláhuac García lo que Indira Rosales San Román a Miguel Ángel Yunes Linares, Anilú Ingram a Javier Duarte y Carolina Gudiño Corro a Fidel Herrera Beltrán. Simple y llanamente beneficiara del poder para coleccionar cargos públicos en "un dos por tres", "rápida y furiosa", fast track, dedazo puro. Indira Rosales, dos cargos en menos de un bienio. Anilú Ingram, 4 cargos en menos de un sexenio.

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