En esta ocasión, las peticiones del pueblo que daremos a conocer son aquellas que consideramos más importantes en la mejoración de la ciudad y se nos ha dado una posible solución para remediarlas, además de ser primordiales, es decir, las primeras en la opinión de los habitantes de la ciudad como las banquetas empedradas y lisas, que son un verdadero peligro para quienes caminan por ellas, ya que si se tropiezan pueden sufrir una fractura, por esa razón, lo más prudente es arreglarlas con un revestimiento de cemento.
Cuando el mercado Alcalde y García dejó de ser la central de abasto, quienes venden flores se extendieron como verdolagas, invadiendo calles y banquetas, sin dejar que quienes se dedican a sembrar y vender flores pudieran hacerlo, originando desánimo y pobreza en nuestros coterráneos. Para corregir este problema, es necesario la creación de un reglamento que dé oportunidad a propios y extraños.
Las personas que trabajan para quienes venden las flores traídas de otras partes tienen tan poca educación que hacen sus necesidades en las banquetas o entre las flores, como lo hacen los manifestantes del centro histórico. Personas que por unos cuantos pesos se reúnen a pedir, no sabemos qué, y para ello, sin escrúpulo alguno se desnudan; además, tienen tan poca educación que hacen sus necesidades corporales: defecar y orinar en calles y banquetas, así como en los jardines del parque Juárez, donde los jardineros protestan y con mucha razón, pues tienen que hacer su trabajo en la porquería. Para acabar con este problema las autoridades correspondientes deberían hacer lo necesario para buscar una solución a lo que quieren.
Para terminar con el temor a la inseguridad no es necesario comprar más patrullas, lo más adecuado debe ser: seleccionar a los mejores elementos de la policía tomando como norma su honradez, obediencia, comportamiento y otras cualidades importantes para después contratar nuevo personal con las mismas cualidades para darles una buena capacitación y concluida ésta, mandarlos por parejas a caminar por diversos rumbos de la ciudad; así, cuando la gente los vea, tal vez recupere la confianza necesaria para vivir. Y estamos seguros de que los delincuente pensarían dos veces si actuar o no.
En cuanto a la basura, sería ideal que se copiara lo hecho por otros países: en cada esquina colocar cuatro recipientes recolectores: uno para cartón, otro para fierro viejo, el tercero para botellas o trastos de plástico y el último para latas y botes. Indicarle a toda la población que puede sacar su basura a cualquier hora siempre y cuando la reparta en los contenedores de acuerdo con su naturaleza. Cumplir con esta disposición traerá como resultado que los rellenos sanitarios tuvieran más vida útil, así como el ahorro de camiones, pues muchos particulares se llevarían la que les interesa para reciclarla gracias a la ayuda que todos les daríamos sin darnos cuenta. Al mismo tiempo que nos ayudamos mutuamente a mejorar el aspecto y la vida en Xalapa. ¡Salud!
