/ martes 2 de agosto de 2022

Lo que ganó y perdió Morena

¿Quién ganó y perdió la elección de consejeros de MORENA el domingo pasado? Los militantes que participaron perdieron en un proceso viciado, plagado de acarreo, compra y coacción del voto, relleno de urnas y violencia; y los que momentáneamente se llevaron la mayoría de las posiciones bajo esas viejas prácticas, fue el mismo grupo que opera para el poder en el estado, en una misma causa: Eric Cisneros Burgos, secretario de Gobierno; el pastor de los morenos en la Cámara de Diputados, Juan Javier Gómez Cazarín; el secretario de Educación, Zenyazen Escobar García, y el titular de Finanzas, José Luis Lima Franco, los cuatro más visibles, en la intención de mantener su actual estatus en el próximo gobierno. No es un secreto que desde la segunda oficina más importante de Palacio se opera casi todo, sin miramientos en la forma, sólo para obtener lo que se quiere o, cuando es necesario, aplicar la ley del garrote, como se observó en Minatitlán y en muchos otros casos. Sin embargo, se ha perdido de vista que más allá de sacar la elección trampeada de consejeros con una mayoría favorable a la causa de la secretaria Rocío Nahle, es que, en ese mismo estilo vertical de ejercer la política, no importa lo que parezca hoy, finalmente el triunfo corresponderá a quien obtenga la bendición de quien se decida, si es la señora Nahle la que compite para sustituir a García, o es otra la opción, a la que más temen los locales y por quien estarían trabajando sin saberlo. Cuestión de esperar. Aunque no lo registra MORENA, el partido gobernante perdió credibilidad, por más que quieran defenderse y nieguen lo evidente, ese cochinero en que se convirtió dicho ejercicio interno y la baja participación que hubo, en términos porcentuales, de los votantes, sus afiliados y quienes, sin serlo, tuvieron que llenar formatos “fast track” de afiliación en mesas instaladas a un costado de las mismas casillas, para tener derecho de elegir a los consejeros, que llevaban anotados en papelitos o cuyos nombres tuvieron que memorizar. Las cosas comenzarán a tomar su nivel próximamente con las denuncias que se presenten, que son muchas pero que no todas llegarán a tribunales, habrá control de daños para evitar mayor desgaste político del partido guinda y de su dirigencia nacional y estatal, además de los mensajes que se envíen en fechas próximas para direccionar o re-direccionar la señal de hacia dónde van a enfocar las baterías de MORENA en el 2024.

Escriba a opedro2006@gmail.com

¿Quién ganó y perdió la elección de consejeros de MORENA el domingo pasado? Los militantes que participaron perdieron en un proceso viciado, plagado de acarreo, compra y coacción del voto, relleno de urnas y violencia; y los que momentáneamente se llevaron la mayoría de las posiciones bajo esas viejas prácticas, fue el mismo grupo que opera para el poder en el estado, en una misma causa: Eric Cisneros Burgos, secretario de Gobierno; el pastor de los morenos en la Cámara de Diputados, Juan Javier Gómez Cazarín; el secretario de Educación, Zenyazen Escobar García, y el titular de Finanzas, José Luis Lima Franco, los cuatro más visibles, en la intención de mantener su actual estatus en el próximo gobierno. No es un secreto que desde la segunda oficina más importante de Palacio se opera casi todo, sin miramientos en la forma, sólo para obtener lo que se quiere o, cuando es necesario, aplicar la ley del garrote, como se observó en Minatitlán y en muchos otros casos. Sin embargo, se ha perdido de vista que más allá de sacar la elección trampeada de consejeros con una mayoría favorable a la causa de la secretaria Rocío Nahle, es que, en ese mismo estilo vertical de ejercer la política, no importa lo que parezca hoy, finalmente el triunfo corresponderá a quien obtenga la bendición de quien se decida, si es la señora Nahle la que compite para sustituir a García, o es otra la opción, a la que más temen los locales y por quien estarían trabajando sin saberlo. Cuestión de esperar. Aunque no lo registra MORENA, el partido gobernante perdió credibilidad, por más que quieran defenderse y nieguen lo evidente, ese cochinero en que se convirtió dicho ejercicio interno y la baja participación que hubo, en términos porcentuales, de los votantes, sus afiliados y quienes, sin serlo, tuvieron que llenar formatos “fast track” de afiliación en mesas instaladas a un costado de las mismas casillas, para tener derecho de elegir a los consejeros, que llevaban anotados en papelitos o cuyos nombres tuvieron que memorizar. Las cosas comenzarán a tomar su nivel próximamente con las denuncias que se presenten, que son muchas pero que no todas llegarán a tribunales, habrá control de daños para evitar mayor desgaste político del partido guinda y de su dirigencia nacional y estatal, además de los mensajes que se envíen en fechas próximas para direccionar o re-direccionar la señal de hacia dónde van a enfocar las baterías de MORENA en el 2024.

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