/ lunes 11 de marzo de 2019

Los augurios de Poncho Romo y Urzúa, sobre la economía y sus riesgos

En la Roma de los césares, no en la de Cuarón, existieron nueve magistrados cuya tarea principal era predecir el futuro interpretando a los dioses y a través de la observación de 2 pollos sagrados mientras comían granos, de tal forma que si lo hacían con avidez, todo iba bien y, en cambio, si no comían, el augurio era malo. Ni Poncho Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, ni Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda y Crédito Público , tienen el carácter de augures o adivinadores del gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador.

Hay quienes recomiendan a AMLO evitar la inflación protegiendo a los consumidores; incrementar la producción petrolera y evitar conflictos con organizaciones gremiales como los recientemente ocurridos en Reynosa, Tamaulipas, en aras de un control político sindical en favor del senador Napoleón Gomez Urrutia.

Por otro lado, hay que ver el llamado de Poncho Romo para “no hacer una tormenta de una llovizna” que coincide con las declaraciones del secretario de Hacienda y Crédito Publico Carlos Urzúa, en términos similares llamando a la tranquilidad, debido a la riesgosa calificación de PEMEX hecha por las calificadoras financieras internacionales; esa confianza de Romo y Urzúa, tiene sustento en la más alta aprobación popular del presidente, que llega a un 85% y que resulta “fuera de serie” en comparación con anteriores gobiernos. Pues mientras se mantenga la confianza de los mexicanos en AMLO, el gobierno de la 4ª transformación seguirá adelante.

Y aunque existen otros riesgos, que podrían disminuir el potencial político de López Obrador, entre los que destacan, el primero en ganar las elecciones intermedias para mantener la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados; el segundo en dar a conocer los nombres de funcionarios corruptos de gobiernos pasados y las penas aplicadas en cada caso; tercero acabar con la guerra del huachicol y cuarto terminar la criminalidad que por ahora sigue en aumento en todo el país.

Claro que mucho abona en favor del gobierno de López Obrador el respaldo voluntario ofrecido al Titular del Ejecutivo por miembros de la iniciativa privada encabezados por don Carlos Slim, Alberto Bailleres, Rogelio y Lorenzo Zambrano, Armando Garza Zada, José Luis González Iñigo, Carlos Álvarez y otros mil empresarios de todo el país, cuya palabra empeñada tiene el propósito de lograr el crecimiento del PIB hasta el 4%.

En la Roma de los césares, no en la de Cuarón, existieron nueve magistrados cuya tarea principal era predecir el futuro interpretando a los dioses y a través de la observación de 2 pollos sagrados mientras comían granos, de tal forma que si lo hacían con avidez, todo iba bien y, en cambio, si no comían, el augurio era malo. Ni Poncho Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, ni Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda y Crédito Público , tienen el carácter de augures o adivinadores del gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador.

Hay quienes recomiendan a AMLO evitar la inflación protegiendo a los consumidores; incrementar la producción petrolera y evitar conflictos con organizaciones gremiales como los recientemente ocurridos en Reynosa, Tamaulipas, en aras de un control político sindical en favor del senador Napoleón Gomez Urrutia.

Por otro lado, hay que ver el llamado de Poncho Romo para “no hacer una tormenta de una llovizna” que coincide con las declaraciones del secretario de Hacienda y Crédito Publico Carlos Urzúa, en términos similares llamando a la tranquilidad, debido a la riesgosa calificación de PEMEX hecha por las calificadoras financieras internacionales; esa confianza de Romo y Urzúa, tiene sustento en la más alta aprobación popular del presidente, que llega a un 85% y que resulta “fuera de serie” en comparación con anteriores gobiernos. Pues mientras se mantenga la confianza de los mexicanos en AMLO, el gobierno de la 4ª transformación seguirá adelante.

Y aunque existen otros riesgos, que podrían disminuir el potencial político de López Obrador, entre los que destacan, el primero en ganar las elecciones intermedias para mantener la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados; el segundo en dar a conocer los nombres de funcionarios corruptos de gobiernos pasados y las penas aplicadas en cada caso; tercero acabar con la guerra del huachicol y cuarto terminar la criminalidad que por ahora sigue en aumento en todo el país.

Claro que mucho abona en favor del gobierno de López Obrador el respaldo voluntario ofrecido al Titular del Ejecutivo por miembros de la iniciativa privada encabezados por don Carlos Slim, Alberto Bailleres, Rogelio y Lorenzo Zambrano, Armando Garza Zada, José Luis González Iñigo, Carlos Álvarez y otros mil empresarios de todo el país, cuya palabra empeñada tiene el propósito de lograr el crecimiento del PIB hasta el 4%.