/ miércoles 19 de febrero de 2020

Los diputados Pepe Yunes, Américo y otros

El partido Morena está mal y puede que su situación interna sea peor en los meses por venir. ¿Derivará esto en un gran número de derrotas en las elecciones de 2021?, puede suponerse que no.

Decimos que puede suponerse que no por como actúa su líder López Obrador ante los obstáculos que ponen en riesgo su proyecto. Lo hemos visto actuar en la Suprema Corte y la Cámara de Diputados, en lo del Tren Maya y lo del aeropuerto, por mencionar algunos casos, así que el próximo año, cuando esté en juego el control de la Cámara, gubernaturas y alcaldías, hará lo que tenga que hacer para ganar.

En Veracruz, quienes se alistan a participar desde la oposición sintiéndose con posibilidades de triunfo, porque ven que alcaldes o diputados realizan una pésima actuación, deben tener en cuenta que les espera una gran maquinaria en contra.

Las elecciones del 2021 no serán pan comido, como suponen algunos que cantan victoria muy anticipada, en lugares donde los morenistas tienen una terrible gestión como servidores públicos, ni en otras demarcaciones por el hecho de que los resultados no son los esperados en seguridad, salud o empleo.

Ya se verá cómo se maniobra desde el poder, pero no sería extraño ver que varios de los aspirantes de la oposición, de los que tienen fuerza, ni siquiera sean candidatos, pues serían frenados mostrándoles sus expedientes.

La maquinaria de Morena contará con la participación de varios políticos que saben jugar rudo. Ya los tienen sus filas, ya apoyaron y lo volverán a hacer, pero ahora sería con más recursos.

Sin embargo, esto no quiere decir que los de Morena tengan seguro que arrasarán como lo hicieron en los comicios de 2018. Ahora a ellos es a los que les costará un gran trabajo repetir en distritos o en alcaldías, como en su momento le ha costado a los del Partido Revolucionario Institucional o a los de Acción Nacional.

El ejercicio del poder desgasta y la falta de resultados en problemas tan fuertes como la inseguridad o una economía estancada, pueden incidir en los resultados.

Por el lado a favor de Morena está todo lo invertido en programas sociales a favor de jóvenes y adultos mayores y la magia que tiene López Obrador para aparecer como que nunca se equivoca y que todos los problemas no se resuelven por obra y arte de sus enemigos.

Hay quienes suponen que ser candidato del PRI, en Veracruz, es el equivalente a estar derrotado de antemano.

Seguramente lo será en la gran mayoría de los casos, pero como en todo, habrá sus excepciones.

José Yunes tiene con qué ganar en el distrito 9 con cabecera en Coatepec. La Cámara de Diputados lo esperaría y después, con lo que representa un triunfo en las actuales circunstancias, lo que el destino y su trabajo le depare.

En esa Cámara podría coincidir con Américo Zúñiga y otros políticos identificados con José Meade.

El partido Morena está mal y puede que su situación interna sea peor en los meses por venir. ¿Derivará esto en un gran número de derrotas en las elecciones de 2021?, puede suponerse que no.

Decimos que puede suponerse que no por como actúa su líder López Obrador ante los obstáculos que ponen en riesgo su proyecto. Lo hemos visto actuar en la Suprema Corte y la Cámara de Diputados, en lo del Tren Maya y lo del aeropuerto, por mencionar algunos casos, así que el próximo año, cuando esté en juego el control de la Cámara, gubernaturas y alcaldías, hará lo que tenga que hacer para ganar.

En Veracruz, quienes se alistan a participar desde la oposición sintiéndose con posibilidades de triunfo, porque ven que alcaldes o diputados realizan una pésima actuación, deben tener en cuenta que les espera una gran maquinaria en contra.

Las elecciones del 2021 no serán pan comido, como suponen algunos que cantan victoria muy anticipada, en lugares donde los morenistas tienen una terrible gestión como servidores públicos, ni en otras demarcaciones por el hecho de que los resultados no son los esperados en seguridad, salud o empleo.

Ya se verá cómo se maniobra desde el poder, pero no sería extraño ver que varios de los aspirantes de la oposición, de los que tienen fuerza, ni siquiera sean candidatos, pues serían frenados mostrándoles sus expedientes.

La maquinaria de Morena contará con la participación de varios políticos que saben jugar rudo. Ya los tienen sus filas, ya apoyaron y lo volverán a hacer, pero ahora sería con más recursos.

Sin embargo, esto no quiere decir que los de Morena tengan seguro que arrasarán como lo hicieron en los comicios de 2018. Ahora a ellos es a los que les costará un gran trabajo repetir en distritos o en alcaldías, como en su momento le ha costado a los del Partido Revolucionario Institucional o a los de Acción Nacional.

El ejercicio del poder desgasta y la falta de resultados en problemas tan fuertes como la inseguridad o una economía estancada, pueden incidir en los resultados.

Por el lado a favor de Morena está todo lo invertido en programas sociales a favor de jóvenes y adultos mayores y la magia que tiene López Obrador para aparecer como que nunca se equivoca y que todos los problemas no se resuelven por obra y arte de sus enemigos.

Hay quienes suponen que ser candidato del PRI, en Veracruz, es el equivalente a estar derrotado de antemano.

Seguramente lo será en la gran mayoría de los casos, pero como en todo, habrá sus excepciones.

José Yunes tiene con qué ganar en el distrito 9 con cabecera en Coatepec. La Cámara de Diputados lo esperaría y después, con lo que representa un triunfo en las actuales circunstancias, lo que el destino y su trabajo le depare.

En esa Cámara podría coincidir con Américo Zúñiga y otros políticos identificados con José Meade.