/ viernes 25 de diciembre de 2020

Los docentes en tiempos de pandemia

Ahora que la educación va a estar “requetebién” con la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública, se espera una positiva reflexión en torno a las experiencias que han vivido y tendrán que enfrentar los docentes en tiempos de pandemia.

La actual situación que vive nuestro país, como en la mayoría de los países en el mundo, a partir de la propagación del Covid-19, “propicia la oportunidad de un replanteamiento sobre nuestras experiencias de vida y modos de comportamiento, sea en el plano personal como en el profesional”, así lo señalan en la investigación ¿Y ahora qué? Experiencias docentes en tiempos de pandemia, de Lucía Pérez Sánchez y Marcela Rábago de Ávila, en la Revista Redes de la UNAM.

El trabajo centra su temática en la vivencia que como profesoras universitarias han tenido, desde el momento en que se da la consigna del resguardo y confinamiento en casa, como medida de prevención en la propagación del contagio, y cómo estas experiencias invitan, a la vez, a cuestionar los escenarios desde donde se hace y reproduce la práctica de la docencia, es decir, desde qué historia personal se generan los conocimientos que comparten en las aulas, sean reales o virtuales como dice Donna Haraway.

Se escucha que la mayoría de los docentes están cansados, exhaustos, que algunos han llegado al límite de sus capacidades físicas, intelectuales, emocionales, familiares y sociales, sin embargo, han cumplido con su tarea. Indudablemente no estaban preparados para lo que han afrontado. Las tradicionales escuelas, institutos, universidades de pronto cambiaron su escenario para los profesores, la vida interna e interrelación con los estudiantes fue sustituida por otros escenarios donde se renovaron las identidades de los docentes.

Pérez Sánchez señala que “en un día común en aulas, el recurso tecnológico mayor para mí era el pizarrón y los plumones, todo el tiempo comenté que no me gustaba el uso de otros medios, que la interacción con el estudiante y tener una buena planeación didáctica eran clave para que se dispararan aprendizajes significativos y únicos. Si bien los recursos tecnológicos siempre estuvieron a mi alcance, jamás los contemple como esenciales para mi quehacer en el aula. Me asumía como una profesora que generaba creatividad en los estudiantes; sin embargo, la llegada de la pandemia hizo que probara mi estilo en otros territorios y que respalda esos dotes de creatividad que me hacían sentir segura. Como nunca, hubo necesidad de despojarme de las costumbres, formas y maneras conocidas, y explorar nuevas, y sí la tecnología entró en mi práctica docente, quién iba a decir que la llegada del Covid-19 traería beneficios”.

Sobre este tema, CETYS Universidad presentó el panel virtual internacional: El profesorado frente a la pandemia. Relatos desde el curso del desastre. Alberto Gárate Rivera, vicerrector de la institución, comenta: “¿Qué pasó con los profesores y estudiantes en ese mar de confusiones?, ¿qué hicieron y qué dejaron de hacer?, ¿cómo negociaron con el miedo, la fragilidad y la incertidumbre?, ¿cómo con la nostalgia que provoca ser arrancado del territorio donde han echado raíces?”. Desde el inicio de la pandemia, los docentes de todo el mundo han encontrado nuevos desafíos para dar continuidad a la enseñanza. Las instituciones educativas han migrado sus clases presenciales a modelos virtuales y posteriormente sistemas híbridos, mismos que han ayudado a salvaguardar la salud e integridad física del alumnado.

A estos comentarios se han sumado la doctora Melissa Fitch, de la Universidad de Arizona, quien expresó que, en este cambio, ha sido necesario “saber cómo llegar a los alumnos a pesar de la distancia”, y que la actualización del docente a través de la tecnología, si bien es clave, el alumnado busca que sus maestros quieran salir adelante a pesar de las dificultades e inclusive con las limitaciones tecnológicas.

Cabe la reflexión que señalamos al inicio, de manera unísona, al expandir la experiencia como docentes en lo que respecta a la utilización de la tecnología, se han dado cuenta de que los estudiantes en las clases lo hacían como reflejo, y viceversa. Lo mismo sucedió al transparentar sus deficiencias y analfabetismo tecnológico con ellos. A los docentes y padres de familia se debe el haber roto las barreras de lo imposible y no a las autoridades. Estas vivencias los ha conducido a ser más cercanos y auténticos; en consecuencia, independientemente de otros análisis que se puedan hacer, el confinamiento trajo consigo la posibilidad de una conexión más humana como docente.

Ahora que la educación va a estar “requetebién” con la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública, se espera una positiva reflexión en torno a las experiencias que han vivido y tendrán que enfrentar los docentes en tiempos de pandemia.

La actual situación que vive nuestro país, como en la mayoría de los países en el mundo, a partir de la propagación del Covid-19, “propicia la oportunidad de un replanteamiento sobre nuestras experiencias de vida y modos de comportamiento, sea en el plano personal como en el profesional”, así lo señalan en la investigación ¿Y ahora qué? Experiencias docentes en tiempos de pandemia, de Lucía Pérez Sánchez y Marcela Rábago de Ávila, en la Revista Redes de la UNAM.

El trabajo centra su temática en la vivencia que como profesoras universitarias han tenido, desde el momento en que se da la consigna del resguardo y confinamiento en casa, como medida de prevención en la propagación del contagio, y cómo estas experiencias invitan, a la vez, a cuestionar los escenarios desde donde se hace y reproduce la práctica de la docencia, es decir, desde qué historia personal se generan los conocimientos que comparten en las aulas, sean reales o virtuales como dice Donna Haraway.

Se escucha que la mayoría de los docentes están cansados, exhaustos, que algunos han llegado al límite de sus capacidades físicas, intelectuales, emocionales, familiares y sociales, sin embargo, han cumplido con su tarea. Indudablemente no estaban preparados para lo que han afrontado. Las tradicionales escuelas, institutos, universidades de pronto cambiaron su escenario para los profesores, la vida interna e interrelación con los estudiantes fue sustituida por otros escenarios donde se renovaron las identidades de los docentes.

Pérez Sánchez señala que “en un día común en aulas, el recurso tecnológico mayor para mí era el pizarrón y los plumones, todo el tiempo comenté que no me gustaba el uso de otros medios, que la interacción con el estudiante y tener una buena planeación didáctica eran clave para que se dispararan aprendizajes significativos y únicos. Si bien los recursos tecnológicos siempre estuvieron a mi alcance, jamás los contemple como esenciales para mi quehacer en el aula. Me asumía como una profesora que generaba creatividad en los estudiantes; sin embargo, la llegada de la pandemia hizo que probara mi estilo en otros territorios y que respalda esos dotes de creatividad que me hacían sentir segura. Como nunca, hubo necesidad de despojarme de las costumbres, formas y maneras conocidas, y explorar nuevas, y sí la tecnología entró en mi práctica docente, quién iba a decir que la llegada del Covid-19 traería beneficios”.

Sobre este tema, CETYS Universidad presentó el panel virtual internacional: El profesorado frente a la pandemia. Relatos desde el curso del desastre. Alberto Gárate Rivera, vicerrector de la institución, comenta: “¿Qué pasó con los profesores y estudiantes en ese mar de confusiones?, ¿qué hicieron y qué dejaron de hacer?, ¿cómo negociaron con el miedo, la fragilidad y la incertidumbre?, ¿cómo con la nostalgia que provoca ser arrancado del territorio donde han echado raíces?”. Desde el inicio de la pandemia, los docentes de todo el mundo han encontrado nuevos desafíos para dar continuidad a la enseñanza. Las instituciones educativas han migrado sus clases presenciales a modelos virtuales y posteriormente sistemas híbridos, mismos que han ayudado a salvaguardar la salud e integridad física del alumnado.

A estos comentarios se han sumado la doctora Melissa Fitch, de la Universidad de Arizona, quien expresó que, en este cambio, ha sido necesario “saber cómo llegar a los alumnos a pesar de la distancia”, y que la actualización del docente a través de la tecnología, si bien es clave, el alumnado busca que sus maestros quieran salir adelante a pesar de las dificultades e inclusive con las limitaciones tecnológicas.

Cabe la reflexión que señalamos al inicio, de manera unísona, al expandir la experiencia como docentes en lo que respecta a la utilización de la tecnología, se han dado cuenta de que los estudiantes en las clases lo hacían como reflejo, y viceversa. Lo mismo sucedió al transparentar sus deficiencias y analfabetismo tecnológico con ellos. A los docentes y padres de familia se debe el haber roto las barreras de lo imposible y no a las autoridades. Estas vivencias los ha conducido a ser más cercanos y auténticos; en consecuencia, independientemente de otros análisis que se puedan hacer, el confinamiento trajo consigo la posibilidad de una conexión más humana como docente.