/ lunes 1 de abril de 2019

Los grupos que se disputan el PRI

Por primera vez en su historia los priistas veracruzanos podrán elegir a su dirigente estatal. Por lo tanto, aunque esto será un avance, no puede esperarse un proceso totalmente democrático.

De acuerdo con lo que es conocido de las condiciones que prevalecen en el PRI, si no sucede algo extraordinario —que en toda elección puede suceder— ganará Marlon Ramírez.

Marlon es respaldado principalmente por Jorge Carvallo, quien tiene el control de las áreas clave del priismo que intervendrá en estos comicios, según lo que es sabido entre priistas.

Los delegados a cargo del proceso, las mesas que recibirán los votos, quienes trasladarán los sufragios y los que los contarán tienen que ver con esa estructura.

Lo saben los otros contendientes, pero esperan que algo suceda y pueda revertir esa maquinaria.

En fin, en un partido en donde la democracia interna nunca ha sido su fuerte -todos son iguales: PAN, PRD y hasta Morena- por algo se empieza.

El padrón del Partido Revolucionario Institucional en Veracruz es de 160 mil 566 militantes, pero de acuerdo con lo que se sabe no es muy confiable.

Tan no lo es que connotados priistas no están registrados e incluso al menos dos de ellos competirán por la dirigencia sin ser, estrictamente, militantes de esa organización.

Según lo trascendido, tanto Carlos Aceves como Silvia Domínguez pidieron una dispensa para poder participar en el proceso, pues sus nombres no estaban —al menos hasta hace unos días— o no están en el padrón priista.

Vaya situación, pues nadie duda del priismo de Aceves y de Silvia. El primero incluso ya fue diputado local, y la segunda, como suplente de Fidel Herrera, fue hasta senadora.

Marlon también tendría el respaldo de José Yunes, aunque éste niega una y otra vez que tenga algo que ver con que Arianna Ángeles Aguirre y los Vázquez de Cosoleacaque estén con el regidor del ayuntamiento de Veracruz.

Héctor Yunes esta vez apoya con todo al exalcalde de Paso de Ovejas Adolfo Ramírez.

Y la otra aspirante a la presidencia del PRI estatal es Damara Gómez, quien como joven y mujer tiene sus apoyos.

Los restantes militantes que levantaron la mano y estuvieron a un paso de participar en la elección optaron por dar un paso al lado por no querer pagar los 150 mil pesos que costaba la inscripción de la fórmula o por no sentir que hubiera equidad.

Decíamos que ésta es la primera vez que se elegirá abiertamente a la dirigencia priista —presidente y secretario general—, así que no podía esperarse algo mejor. En el PRD están peor, en el PAN aún está impugnado el proceso y en Morena de un día para otro se supo que había nuevo presidente.

Son los pasos de la democracia que empieza a vivirse en México.


Por primera vez en su historia los priistas veracruzanos podrán elegir a su dirigente estatal. Por lo tanto, aunque esto será un avance, no puede esperarse un proceso totalmente democrático.

De acuerdo con lo que es conocido de las condiciones que prevalecen en el PRI, si no sucede algo extraordinario —que en toda elección puede suceder— ganará Marlon Ramírez.

Marlon es respaldado principalmente por Jorge Carvallo, quien tiene el control de las áreas clave del priismo que intervendrá en estos comicios, según lo que es sabido entre priistas.

Los delegados a cargo del proceso, las mesas que recibirán los votos, quienes trasladarán los sufragios y los que los contarán tienen que ver con esa estructura.

Lo saben los otros contendientes, pero esperan que algo suceda y pueda revertir esa maquinaria.

En fin, en un partido en donde la democracia interna nunca ha sido su fuerte -todos son iguales: PAN, PRD y hasta Morena- por algo se empieza.

El padrón del Partido Revolucionario Institucional en Veracruz es de 160 mil 566 militantes, pero de acuerdo con lo que se sabe no es muy confiable.

Tan no lo es que connotados priistas no están registrados e incluso al menos dos de ellos competirán por la dirigencia sin ser, estrictamente, militantes de esa organización.

Según lo trascendido, tanto Carlos Aceves como Silvia Domínguez pidieron una dispensa para poder participar en el proceso, pues sus nombres no estaban —al menos hasta hace unos días— o no están en el padrón priista.

Vaya situación, pues nadie duda del priismo de Aceves y de Silvia. El primero incluso ya fue diputado local, y la segunda, como suplente de Fidel Herrera, fue hasta senadora.

Marlon también tendría el respaldo de José Yunes, aunque éste niega una y otra vez que tenga algo que ver con que Arianna Ángeles Aguirre y los Vázquez de Cosoleacaque estén con el regidor del ayuntamiento de Veracruz.

Héctor Yunes esta vez apoya con todo al exalcalde de Paso de Ovejas Adolfo Ramírez.

Y la otra aspirante a la presidencia del PRI estatal es Damara Gómez, quien como joven y mujer tiene sus apoyos.

Los restantes militantes que levantaron la mano y estuvieron a un paso de participar en la elección optaron por dar un paso al lado por no querer pagar los 150 mil pesos que costaba la inscripción de la fórmula o por no sentir que hubiera equidad.

Decíamos que ésta es la primera vez que se elegirá abiertamente a la dirigencia priista —presidente y secretario general—, así que no podía esperarse algo mejor. En el PRD están peor, en el PAN aún está impugnado el proceso y en Morena de un día para otro se supo que había nuevo presidente.

Son los pasos de la democracia que empieza a vivirse en México.