/ jueves 4 de abril de 2019

Los jóvenes y las enfermedades de transmisión sexual

Estimado lector, las enfermedades de transmisión sexual son, en la actualidad, el grupo de enfermedades infecciosas de más frecuente notificación y riesgo de que sean infectados nuestros estudiantes adolescentes y jóvenes, que potencialmente están en condiciones de tener relaciones sexuales. De ahí la importancia de mantenernos informados para poder prevenir a nuestra juventud de estas peligrosas enfermedades.

Estas enfermedades se transmiten casi exclusivamente por el contacto sexual íntimo, teniendo como único medio de contagio los genitales humanos. Por ese motivo en los hogares y en nuestras escuelas los docentes deben platicar ampliamente con sus alumnos sobre las posibles enfermedades que se pueden adquirir y las posibles consecuencias, si se tienen relaciones sexuales promiscuas y sin protección.

Desde el punto de vista sociocultural, las enfermedades de transmisión sexual son consideradas como consecuencia del comportamiento humano, que entrañan una serie de situaciones sociales y morales, haciéndolas ser entidades denigrantes a las personas que las padecen.

Estas enfermedades pueden padecerlas cualquier persona con vida sexual activa. En algunas entidades es frecuente en los adolescentes y jóvenes estudiantes de secundaria, bachillerato o superior, por no tener información y formación científica y clara, por parte de sus familiares y docentes en las escuelas, de cómo prevenirlas.

En general, estas enfermedades de transmisión sexual tienen consecuencias más graves para las mujeres y sus posibles hijos, en caso de quedar embarazadas, que para los hombres. Es mayor el riesgo de complicaciones en ellas que en los hombres, pudiendo ocasionar consecuencias graves y permanentes, es decir para toda la vida como por ejemplo si adquieren el SIDA.

A lo largo de la historia, algunas enfermedades de transmisión sexual ha adquirido características de epidemia que con el paso del tiempo, el manejo adecuado o por la poca importancia que a veces se le confiere, han sido olvidadas y en conjunto siguen siendo un grave problema para la salud pública en México y el mundo.

Por eso la importancia de este artículo, porque nuestras escuelas deben contribuir con profundidad en la educación sexual de nuestros adolescentes y jóvenes. Una manera de hacerlo es tener programas permanentes dirigidos a prevenir estas enfermedades, a lograr la modificación de la conducta sexual y evitar las relaciones sexuales con personas desconocidas y sin protección.

En este renglón, la Secretaría de Salud, el DIF-Veracruz, el Instituto Mexicano del Seguro Social, El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, la Universidad Veracruzana, la propia Secretaría de Educación de Veracruz, entre otras instituciones, tienen programas y acciones muy concretas encaminadas a orientar a los adolescentes y jóvenes estudiantes para ejercer una sexualidad responsable y prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazo precoz en la adolescencia.

Carlos_jorge27@hotmail.com

Estimado lector, las enfermedades de transmisión sexual son, en la actualidad, el grupo de enfermedades infecciosas de más frecuente notificación y riesgo de que sean infectados nuestros estudiantes adolescentes y jóvenes, que potencialmente están en condiciones de tener relaciones sexuales. De ahí la importancia de mantenernos informados para poder prevenir a nuestra juventud de estas peligrosas enfermedades.

Estas enfermedades se transmiten casi exclusivamente por el contacto sexual íntimo, teniendo como único medio de contagio los genitales humanos. Por ese motivo en los hogares y en nuestras escuelas los docentes deben platicar ampliamente con sus alumnos sobre las posibles enfermedades que se pueden adquirir y las posibles consecuencias, si se tienen relaciones sexuales promiscuas y sin protección.

Desde el punto de vista sociocultural, las enfermedades de transmisión sexual son consideradas como consecuencia del comportamiento humano, que entrañan una serie de situaciones sociales y morales, haciéndolas ser entidades denigrantes a las personas que las padecen.

Estas enfermedades pueden padecerlas cualquier persona con vida sexual activa. En algunas entidades es frecuente en los adolescentes y jóvenes estudiantes de secundaria, bachillerato o superior, por no tener información y formación científica y clara, por parte de sus familiares y docentes en las escuelas, de cómo prevenirlas.

En general, estas enfermedades de transmisión sexual tienen consecuencias más graves para las mujeres y sus posibles hijos, en caso de quedar embarazadas, que para los hombres. Es mayor el riesgo de complicaciones en ellas que en los hombres, pudiendo ocasionar consecuencias graves y permanentes, es decir para toda la vida como por ejemplo si adquieren el SIDA.

A lo largo de la historia, algunas enfermedades de transmisión sexual ha adquirido características de epidemia que con el paso del tiempo, el manejo adecuado o por la poca importancia que a veces se le confiere, han sido olvidadas y en conjunto siguen siendo un grave problema para la salud pública en México y el mundo.

Por eso la importancia de este artículo, porque nuestras escuelas deben contribuir con profundidad en la educación sexual de nuestros adolescentes y jóvenes. Una manera de hacerlo es tener programas permanentes dirigidos a prevenir estas enfermedades, a lograr la modificación de la conducta sexual y evitar las relaciones sexuales con personas desconocidas y sin protección.

En este renglón, la Secretaría de Salud, el DIF-Veracruz, el Instituto Mexicano del Seguro Social, El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, la Universidad Veracruzana, la propia Secretaría de Educación de Veracruz, entre otras instituciones, tienen programas y acciones muy concretas encaminadas a orientar a los adolescentes y jóvenes estudiantes para ejercer una sexualidad responsable y prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazo precoz en la adolescencia.

Carlos_jorge27@hotmail.com