/ lunes 11 de julio de 2022

Los migrantes de Morena

El año pasado el presidente de la República se declaró “admirador de migrantes”, en un video donde destacó el máximo ingreso que se recibiría en remesas en 2021, además de agradecer a la comunidad mexicana que vive en Estados Unidos, por las contribuciones que hacen al país.

Y sí, en este gobierno de Morena se celebra y reconoce que hay cifras récord en remesas, pero lamentablemente también hay más migrantes muertos en este sexenio, más de mil decesos, en comparación con los últimos tres sexenios anteriores, que juntos alcanzaron casi esa misma suma.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), puntualiza que en los 43 meses que va de este sexenio han muerto o desaparecido mil 701 migrantes en la frontera México-Estados Unidos, es decir, uno al día, y que se han vuelto los migrantes muertos de Morena.

Aunque el mismo López Obrador repita para convencerse que, su política migratoria tiene un enfoque humanitario, los hechos dicen otra cosa, la Guardia Nacional, la misma que él quiere militarizar, agreden con saña a los migrantes, el ejemplo más reciente es lo sucedido en Chiapas, donde una volcadura dejó al menos 13 centroamericanos y cubanos heridos.

El pasado 30 de junio se conmemoró el tercer aniversario de la Guardia Nacional, y respeto a las Fuerzas Armadas de mi país, pero a tres años de una cuasi militarización, y de ocuparlos en labores que no son de su injerencia, la inseguridad se ha desbordado, y por órdenes superiores, ahora también se violenta a los migrantes para proteger los intereses del inquilino sexenal.

El 18 de mayo de 2018, el Presidente se comprometió a distanciarse de la política de criminalización y persecución de los migrantes, asegurando que se trabajaría con un enfoque humanitario en el que el país dejaría de ser el filtro migratorio de Estados Unidos. Pero, a más de tres años las políticas que su gobierno ha puesto en práctica son contrarias a dicho compromiso.

Tan solo el mes pasado fueron encontradas 51 personas, entre ellos 27 mexicanos muertos en la caja de un tráiler abandonado en San Antonio, Texas, 6 de ellos eran veracruzanos y ahora todos ellos integran la estadística de 291 migrantes fallecidos en la frontera en lo que va de este 2022.

Mientras el Presidente presume los récords de remesas, ignora por la travesía que pasan nuestros paisanos, o las lágrimas que derraman sus familias, por aquellos que van en busca de la oportunidad que en su tierra les fue negada, que van huyendo de la pobreza, el desempleo y la violencia de sus lugares de origen y donde desgraciadamente en el camino algunos solo encuentran la muerte, y ese también es parte del costo de las remesas.

No sé si el Ejecutivo federal está mal asesorado o ignora el por qué más 800 mil mexicanos que emigraron a Estados Unidos, por la pésima situación económica y ahora una inflación del 7.99 por ciento, tienen que enviar más dinero a sus familias de lo que acostumbraban.

Y son cifras oficiales, tan solo el Inegi informó que desde hace dos años, más de 36 mil veracruzanos tuvieron que abandonar sus lugares de origen e irse a otros países para mejorar su calidad de vida y brindarles mejores oportunidades a sus hijos. 800 mil de ellos residen en el país vecino del norte y envían dinero a sus familias, monto que se obtiene del envío de remesas a la entidad.

Actualmente el país ocupa el segundo lugar como receptor global de remesas, sólo debajo de la India, y si ocupamos uno de los lugares principales en este tipo de acciones, se debe a la política social y económica del Presidente, y no, no es la de “primero los pobres”, es “primero las remesas y después los pobres”.

Gracias al desempleo, al bajo índice de Inversión Nacional y Extranjera, y a las nulas estrategias para mejorar la economía mexicana, hoy tenemos una baja capacidad de adquisición de la canasta básica, hoy las familias pagan más y compran menos.

Hoy la economía está peor, y eso lo demuestran las remesas, las cuales no son un logro de la 4T, sino de quienes trabajan como migrantes en otros países, sí, están aumentando, pero es porque este gobierno no solo ahuyenta las inversiones, sino también a nuestros paisanos a buscar una mejor vida en otros países para ellos y sus familias, y ante el aumento de precios de los productos básicos tienen que enviar más dinero.

Sí, hay más remesas en el país, pero es también a costa de sangre derramada de los héroes inmigrantes, que con sus ingresos han permitido que el impacto social sea menor, y han ayudado a nuestra economía ante la falta de resultados del supuesto gobierno transformador.

(*) Coordinador de los senadores del PAN

El año pasado el presidente de la República se declaró “admirador de migrantes”, en un video donde destacó el máximo ingreso que se recibiría en remesas en 2021, además de agradecer a la comunidad mexicana que vive en Estados Unidos, por las contribuciones que hacen al país.

Y sí, en este gobierno de Morena se celebra y reconoce que hay cifras récord en remesas, pero lamentablemente también hay más migrantes muertos en este sexenio, más de mil decesos, en comparación con los últimos tres sexenios anteriores, que juntos alcanzaron casi esa misma suma.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), puntualiza que en los 43 meses que va de este sexenio han muerto o desaparecido mil 701 migrantes en la frontera México-Estados Unidos, es decir, uno al día, y que se han vuelto los migrantes muertos de Morena.

Aunque el mismo López Obrador repita para convencerse que, su política migratoria tiene un enfoque humanitario, los hechos dicen otra cosa, la Guardia Nacional, la misma que él quiere militarizar, agreden con saña a los migrantes, el ejemplo más reciente es lo sucedido en Chiapas, donde una volcadura dejó al menos 13 centroamericanos y cubanos heridos.

El pasado 30 de junio se conmemoró el tercer aniversario de la Guardia Nacional, y respeto a las Fuerzas Armadas de mi país, pero a tres años de una cuasi militarización, y de ocuparlos en labores que no son de su injerencia, la inseguridad se ha desbordado, y por órdenes superiores, ahora también se violenta a los migrantes para proteger los intereses del inquilino sexenal.

El 18 de mayo de 2018, el Presidente se comprometió a distanciarse de la política de criminalización y persecución de los migrantes, asegurando que se trabajaría con un enfoque humanitario en el que el país dejaría de ser el filtro migratorio de Estados Unidos. Pero, a más de tres años las políticas que su gobierno ha puesto en práctica son contrarias a dicho compromiso.

Tan solo el mes pasado fueron encontradas 51 personas, entre ellos 27 mexicanos muertos en la caja de un tráiler abandonado en San Antonio, Texas, 6 de ellos eran veracruzanos y ahora todos ellos integran la estadística de 291 migrantes fallecidos en la frontera en lo que va de este 2022.

Mientras el Presidente presume los récords de remesas, ignora por la travesía que pasan nuestros paisanos, o las lágrimas que derraman sus familias, por aquellos que van en busca de la oportunidad que en su tierra les fue negada, que van huyendo de la pobreza, el desempleo y la violencia de sus lugares de origen y donde desgraciadamente en el camino algunos solo encuentran la muerte, y ese también es parte del costo de las remesas.

No sé si el Ejecutivo federal está mal asesorado o ignora el por qué más 800 mil mexicanos que emigraron a Estados Unidos, por la pésima situación económica y ahora una inflación del 7.99 por ciento, tienen que enviar más dinero a sus familias de lo que acostumbraban.

Y son cifras oficiales, tan solo el Inegi informó que desde hace dos años, más de 36 mil veracruzanos tuvieron que abandonar sus lugares de origen e irse a otros países para mejorar su calidad de vida y brindarles mejores oportunidades a sus hijos. 800 mil de ellos residen en el país vecino del norte y envían dinero a sus familias, monto que se obtiene del envío de remesas a la entidad.

Actualmente el país ocupa el segundo lugar como receptor global de remesas, sólo debajo de la India, y si ocupamos uno de los lugares principales en este tipo de acciones, se debe a la política social y económica del Presidente, y no, no es la de “primero los pobres”, es “primero las remesas y después los pobres”.

Gracias al desempleo, al bajo índice de Inversión Nacional y Extranjera, y a las nulas estrategias para mejorar la economía mexicana, hoy tenemos una baja capacidad de adquisición de la canasta básica, hoy las familias pagan más y compran menos.

Hoy la economía está peor, y eso lo demuestran las remesas, las cuales no son un logro de la 4T, sino de quienes trabajan como migrantes en otros países, sí, están aumentando, pero es porque este gobierno no solo ahuyenta las inversiones, sino también a nuestros paisanos a buscar una mejor vida en otros países para ellos y sus familias, y ante el aumento de precios de los productos básicos tienen que enviar más dinero.

Sí, hay más remesas en el país, pero es también a costa de sangre derramada de los héroes inmigrantes, que con sus ingresos han permitido que el impacto social sea menor, y han ayudado a nuestra economía ante la falta de resultados del supuesto gobierno transformador.

(*) Coordinador de los senadores del PAN