/ jueves 5 de septiembre de 2019

Los números alegres del presidente

El pasado domingo 1 de septiembre el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó la entrega de su primer informe de labores. Las y los diputados federales lo recibimos para su análisis y discusión, aunque, dado el curso que ha llevado el país en estos nueve meses, no hay mucho qué revisar.

Como vicecoordinadora de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en San Lázaro, me llaman la atención muchos de los “logros” enlistados en su mensaje a través de las redes sociales, pues son muestra de un doble discurso, de un doble actuar. Aquí unos cuantos ejemplos: si bien es loable que niñas y niños con discapacidad ya reciben una pensión bimestral, nos preocupa de sobremanera lo que hizo con las estancias infantiles, al dejar a su suerte a cientos de miles de madres y padres trabajadoras y, por ende, a sus pequeños.

Por primera vez, nos dice, el gobierno federal cuenta con un Registro Oficial Nacional de Fosas Clandestinas y que de 2006 a 2019 se han hallado 3 mil 24; pero en Veracruz, al menos, la violencia no para, por el contrario, es mucho más cruenta, como sucedió con las matanzas de Minatitlán, Tuzamapan y Coatzacoalcos, y no hay una estrategia definida del gobierno federal para hacerle frente. Dio las condolencias por la masacre en Texas, pero no tuvo una palabra para las familias de las víctimas del feminicidio, de los miles de asesinatos que se han registrado desde el pasado 1 de diciembre a lo largo y ancho del país.

Enarboló que con el programa Sembrando Vida se han sembrado 500 mil hectáreas de árboles frutales y maderables y que serán un millón, aunque seguimos esperando los estudios de impacto ambiental del Tren Maya y de Dos Bocas, obras que representan una devastación ecológica para una zona tan rica en recursos naturales como lo es el sureste.

Igual de grave es que el mandatario nos diga que para él las mediciones económicas no son lo fundamental, sino la distribución equitativa de los recursos, por lo que el único fin de un gobierno es hacer feliz a la gente. Calificadoras nacionales e internacionales, instituciones financieras y expertos en este tema nos dicen que nuestra economía va por mal camino, por lo que a este paso, lo único que distribuirá es la pobreza. ¡Nunca antes se había visto que la desaceleración fuese algo para presumir!

López Obrador afirmó que los logros son muchos, pero jamás mencionó cuántos niños y jóvenes han muerto por el desabasto de medicamentos y la falta de quimioterapias; tampoco habló de los despidos masivos que ha hecho desde que llegó de trabajadores gubernamentales, de médicos y enfermeras, ni de los miles de millones de pesos que se han perdido por su cerrazón de acabar con todo lo que se hizo en el pasado, como el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Lo único que vimos en este informe fue un discurso campañero, sobrado e irreal, pues crece la violencia, el desempleo y a las familias les alcanza menos; hasta ahora sólo hemos escuchado críticas y anuncios, anuncios y más anuncios. Y, para no variar, no dejó pasar la oportunidad de atacar y criticar a quienes no coinciden con su “visión” de país.

El presidente y su equipo tienen que entender de una buena vez que hoy son gobierno y que, como tal, tienen que dar resultados a todas las y los mexicanos. Ya no hay más tiempo que perder.

@AniluIngram


El pasado domingo 1 de septiembre el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó la entrega de su primer informe de labores. Las y los diputados federales lo recibimos para su análisis y discusión, aunque, dado el curso que ha llevado el país en estos nueve meses, no hay mucho qué revisar.

Como vicecoordinadora de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en San Lázaro, me llaman la atención muchos de los “logros” enlistados en su mensaje a través de las redes sociales, pues son muestra de un doble discurso, de un doble actuar. Aquí unos cuantos ejemplos: si bien es loable que niñas y niños con discapacidad ya reciben una pensión bimestral, nos preocupa de sobremanera lo que hizo con las estancias infantiles, al dejar a su suerte a cientos de miles de madres y padres trabajadoras y, por ende, a sus pequeños.

Por primera vez, nos dice, el gobierno federal cuenta con un Registro Oficial Nacional de Fosas Clandestinas y que de 2006 a 2019 se han hallado 3 mil 24; pero en Veracruz, al menos, la violencia no para, por el contrario, es mucho más cruenta, como sucedió con las matanzas de Minatitlán, Tuzamapan y Coatzacoalcos, y no hay una estrategia definida del gobierno federal para hacerle frente. Dio las condolencias por la masacre en Texas, pero no tuvo una palabra para las familias de las víctimas del feminicidio, de los miles de asesinatos que se han registrado desde el pasado 1 de diciembre a lo largo y ancho del país.

Enarboló que con el programa Sembrando Vida se han sembrado 500 mil hectáreas de árboles frutales y maderables y que serán un millón, aunque seguimos esperando los estudios de impacto ambiental del Tren Maya y de Dos Bocas, obras que representan una devastación ecológica para una zona tan rica en recursos naturales como lo es el sureste.

Igual de grave es que el mandatario nos diga que para él las mediciones económicas no son lo fundamental, sino la distribución equitativa de los recursos, por lo que el único fin de un gobierno es hacer feliz a la gente. Calificadoras nacionales e internacionales, instituciones financieras y expertos en este tema nos dicen que nuestra economía va por mal camino, por lo que a este paso, lo único que distribuirá es la pobreza. ¡Nunca antes se había visto que la desaceleración fuese algo para presumir!

López Obrador afirmó que los logros son muchos, pero jamás mencionó cuántos niños y jóvenes han muerto por el desabasto de medicamentos y la falta de quimioterapias; tampoco habló de los despidos masivos que ha hecho desde que llegó de trabajadores gubernamentales, de médicos y enfermeras, ni de los miles de millones de pesos que se han perdido por su cerrazón de acabar con todo lo que se hizo en el pasado, como el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Lo único que vimos en este informe fue un discurso campañero, sobrado e irreal, pues crece la violencia, el desempleo y a las familias les alcanza menos; hasta ahora sólo hemos escuchado críticas y anuncios, anuncios y más anuncios. Y, para no variar, no dejó pasar la oportunidad de atacar y criticar a quienes no coinciden con su “visión” de país.

El presidente y su equipo tienen que entender de una buena vez que hoy son gobierno y que, como tal, tienen que dar resultados a todas las y los mexicanos. Ya no hay más tiempo que perder.

@AniluIngram


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